ꕤ①⑤ | JUST ONE DAY

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En un impulso de felicidad, tomó la mejilla de Zayn para alzar su rostro, y besar suavemente sus labios, con la mayor de las delicadezas, un pequeño beso para sentir ese cosquilleo en sus almas para sentirse mejor.

Pasaron el resto del día juntos, como de costumbre, abrazados hasta que Zayn se sintió enormemente mejor, hasta que volvió a ser aquel lindo y encantados Dios que hacía a Niall ruborizarse con una sola mirada.

Y Niall se quedó entre sus brazos disfrutando de su presencia, muchas veces en silencio, pero pudo comprender que el silencio vale millones cuando se está con la persona indicada.

Creía con todo su corazón que Zayn era el indicado.

—Zayn... —cuando la noche cayó, con Jackson afuera, abrazando a su Sol, que ya brillaba un poco más que antes, en la privacidad del cuarto, Niall se acercó a él, tomando su nuca, enredando sus dedos en su cabello, sus mejillas estaban rojas cuál un atardecer y sus ojos brillan como mil estrellas, el Dios mayor lo miró con pena al ver un dejo de tristeza en su expresión—. Quiero darte algo... —murmuró en un pequeño susurro.

—Nialler... ¿Estás bien? —preguntó, en una voz suave, mientras sus brazos rodeaban la cintura del menor.

Fue sorprendido cuando aquel joven y bello Dios se sentó sobre su regazo, para luego acercarse hacía él, presionando su hombría sobre su vientre y su trasero sobre la del mayor, aún así, Zayn no podía ignorar esa expresión preocupada del menor y esas pequeñas lágrimas en sus ojos que luchaban por no salir.

—Quiero darte todo de mí, Zee... Porque desde que llegué aquí mi corazón ha latido por tí, he velado por tí incluso con los ojos cerrados, y no he soltado tu mano ni un segundo porque mi alma quiere estar a tu lado —murmuró, y el mayor admiraba sus hermosos ojos mientras sus palabras llegaban hasta su corazón—. Y he odiado con toda mi alma pertenecer a alguien más, y he llegado hasta aquí para ser libre pero... Todos mis sentimientos me han atado a tí, y solo quiero quedarme aquí contigo, para siempre, porque soy tuyo... Y solo tuyo.

—Nialler... Tú no eres mío —acarició su mejilla suavemente, una lágrima escapó de aquellos pozos de estrellas que tanto le gustaban—. Tú perteneces a los vientos que vuelan libres por las tierras, el vuelo de los pájaros y al agua que fluye hacía su propio camino sin que nada lo detenga... Tú eres libre y no tienes que encerrarte a nadie más; no tienes que encerrarte conmigo tampoco.

Niall no tenía qué responder, y lo miró con los ojos cargados de lágrimas mientras mordía con fuerza aquellos hermosos labios del más perfecto rosa.

—Yo te amo libre, Niall... —murmuró en voz baja el Dios mayor, era la primera vez que escuchaba esas palabras, tan sinceras y llenadoras, se sentía tan bien—. Te amo sin límites.

—Zayn... —murmuró, sonaba como si en cualquier momento fuera a romper en llanto—. Yo puedo elegir ir con el viento o que me lleve la corriente de un río... Pero por sobre todas las cosas elijo estar a tu lado porque estando contigo... Siento que no hay un límite y que juntos podemos tener un infinito, porque estamos en nuestra propia infinidad.

>>Contigo encuentro la libertad, contigo me siento libre.

Se miraron un momento, el rubio vió sus labios con deseo y luego volvió a sus ojos.

—Te amo... Y quiero ser tuyo.

Sin esperar nada, fue hacia los labios que tanto anhelaba, para ser correspondido con profundidad, sus belfos se encontraron en una maravillosa sensación de miles de explosiones en sus estómagos, sintiendo las costillas de mil constelaciones moverse en su propio universo, chocando para formar una unión entre los dos.

La Tierra De Los Dioses Muertos | ZiallDove le storie prendono vita. Scoprilo ora