Capitulo 8: El Demonio Lujurioso. La Traicion Duele

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-Fueron tiempos interesantes, cuando apenas sabiamos como hacer esto- dijo Meliodas -Asta solo fue un paso pequeño para todo lo que hicimos-

-Segun me acuerdo. Luego de reclutar a Asta, derrotamos a Dante, Vanica y Zenon- dijo Natsu recordando lo sucedido

-Él lo habia pedido, pero jamas pense que se juntaran con nosotros- hablo Meliodas -Luego de eso, nos mantuvimos alejado de ese mundo. Ya van dos mundos que no podemos intervenir. Al menos tenemos la puerta abierta hacia alli, vigilada por Deliora y un Indura-

-Era peticion de Asta, Meliodas. Ademas, "el que mucho abarca, poco apriera" Teniamos muy pocos miembros en aquel entonces, no podiamos controlar tantos mundos a la vez- decia Natsu levantandose -Aun recuerdo el dia que se nos unio Issei-

-Pobre, traicionado por los que mas amaba. No me sorprende que se desahogue con todas las humanas que quiera- dijo levantandose -Trata de buscar en su ser, algo que mantenia cuando era uno de ellos. Decia que queria ser Rey del Harem, pero ahora...... no quiere mas que venganza. No vive para otro motivo-

-A este paso...... su vida terminará al momento de que complete su venganza- dijo Natsu -¿Por que siempre se repite la misma paradoja?- pregunto recordando a cierto mago oscuro

-Es el destino, Natsu. Y como ya dijiste una vez. Nosotros no nos veremos obligados por el destino- dijo Meliodas manteniendose al borde del muro de la parte superior de la torre de Elizabeth

-Tienes razón- dijo Natsu mientras se colocaba a su lado mientras la luna los iluminaba -Iré a Tartaros-

-Yo volveré con Elizabeth- dijo Meliodas -Has estado muy estresado ultimamente-

-Supongo que si. Nos vemos mañana- dijo Natsu mientras ambos alzaban sus alas dejandose caer en picada

-Meliodas extendio las alas quedando en el aire justo delante de la habitacion de Elizabeth la cual dormia placidamente en su cama, el rubio simplemente se quito su atuendo superior y en pantalones se acostó al lado de su mujer

Natsu aun en picada se quedaba con los ojos cerrados, entrando a un abismo oscuro. Abriendolos en brillos rojos alzaria un par de alas draconianas elevandose en los aires dejando una estela de humo provocada por llamas que salian de la cintura para abajo. Detrás de una columna, una mujer albina vigilaba los movimientos del demonio.

-Bien. No hay moros en la costa- dijo la albina mientras caminaba por los interiores del lugar -Asta..... no te preocupes. Te salvare del control mental-

Se trataba de Noelle, quien en secreto habia esquivado a los dos demonios que vigilaban la puerta con magia de agua avanzada, la cual aprendio para cubrirse de un manto invisible para esquivarlos. Asi entrando al portal donde estaba la dimension que Natsu, Meliodas, Asta e Issei denominaron como el Hellheim. Llevaba varias semanas intentando no ser descubierta, ya que los Mandamientos y las Nueve puertas del Demonio eran sumamente peligrosos.

Regresemos con Natsu. El Etherias mas poderoso volaba por los cielos del Hellheim, llegando hasta un enorme castillo flotante, el cual estaba encima de una especie de cubo viviente. Esta era la base de Tartaros. Debido a que se encontraban en una dimension de escasa expansion territorial (O sea como si fuera una dimension de bolsillo o un Lobby pero mas grande capaz de abarcar cuatro ejercitos pero no tan grande ya que apenas da para una ciudad como Liones o Crocus) no habia mucha seguridad. Mas bien las bases se trataban como barracones o lugares donde descansaban los principales secuaces de los lideres.

El pelirosa se detuvo justo delante del edificio de su gremio. Caminando hacia su interior comenzó a caminar hacia el laboratorio que estaba en su sótano. Bajando las escaleras logro divisar a dos chicas que hablaban con emocion y sonrojadas.

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