Prefacio

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El mundo está más conectado que nunca, las fronteras se abren y las posibilidades son infinitas. La globalización ya es todo un hecho pero... ¿ y el amor? ¿Por qué en medio de tanta gente, muchos de nosotros nos sentimos más solos y aislados que nunca? ¿Por qué el odio y el orgullo consiguen borrar tan fácilmente una sonrisa que nos costó dibujar en el rostro de otros?

¿Será posible en un mundo en ruinas apostar por el amor, creer en un atisbo de esperanza? Soy optimista, estoy segura que poniendo corazón se derriban muros, que la risa es el mejor remedio para los días grises y que nadie debería irse de este mundo sin enamorarse, pero de verdad, con entrega total, sin medidas.

En nombre del amor verdadero nace esta historia para recordarnos que tras la tempestad nos espera un sol radiante, que la luna también brilla y que las estrellas son las mejores consejeras. ¡No estamos solos, no creamos esa mentira! A veces basta con mirar al lado para encontrar la mano amiga o, quien sabe, el amor...

Esta historia se escribió para ti, sí para ti, para que tengas presente que parecemos lejanos pero es sólo la ropa, las costumbres, el idioma, en el fondo estamos tan cerquita, somos tan iguales que si nos quedamos quietos y escuchamos, oiremos la misma música en nuestros corazones.

Espero con anhelo sus comentarios,

Un fuerte abrazo,

Maya.


Cruzando el AtlánticoWhere stories live. Discover now