Parte única

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Su cuerpo temblaba de arriba a abajo mientras trataba de articular palabras coherentes. Los profesores frente a él lo observaban con el ceño fruncido, esperando. Pero Baekhyun no podía. No recordaba nada, no había estudiado para ese examen. Quería llorar y largarse de allí.

—Lo que dices es muy básico, necesitamos que te explayes más, Byun.

Su única respuesta fue el silencio. Con un suspiro, el profesor negó con la cabeza. Ya sabía que había reprobado, no hacía falta que se lo dijeran. Cuando terminaron de regañarlo por no haber estudiado lo suficiente, se levantó y finalmente pudo irse.

—¿Qué pasó? —le preguntó una voz, comenzando a caminar detrás de él.

—¿Qué crees? Reprobé —respondió sin mirar atrás.

—Baek, no puedes seguir así.

—¡Lo sé muy bien, Kyungsoo! —exclamó irritado. —Deja de seguirme, quiero estar solo.

Corrió sin saber bien exactamente hacia dónde se dirigía. Estudiar administración de empresas no era precisamente lo que soñaba de niño. Siempre quiso ser músico. Les pidió, les rogó a sus padres por muchos años que lo llevaran a clases de guitarra, piano, violín, lo que sea. Baekhyun amaba la música, pero... la música no era su destino. De mayor, comprendió que no era que sus padres se negaran a que él estudiara música sólo porque sí. No tenían dinero. Apenas tenían para comer, y Baekhyun ya no tenía el corazón para pedirles algo tan caro como clases de privadas o un instrumento. Administración de empresas no sonaba tan divertido como una guitarra o un piano, pero... al menos le daría dinero y una mejor vida a sus padres.

Eso siempre y cuando pudiera aprobar sus exámenes. No como hoy. Mientras pensaba en cómo le diría a su madre que había reprobado ese examen, su respiración se comenzó a agitar. No importaba cuánto aire inhalara, sentía que no llegaba a sus pulmones.

No otra vez, no otra vez. El corazón me late tan rápido que siento que voy a morir. Si me desmayo y me llevan a un hospital, ¿quién lo va a pagar? Tampoco puedo faltar al trabajo...

Todos esos pensamientos lo invadían a la velocidad de la luz. No supo en qué momento terminó en frente de una tienda, bloqueando la entrada.

—¿Te puedo ayudar en algo? —cuestionó alguien. Baekhyun volteó a ver.

¿El dueño de la tienda, tal vez? Aunque parecía algo joven. Lo observó con expresión curiosa. Baekhyun no respondió, y sólo entró al lugar para tratar de distraerse. Pero al ver que la tienda era una tienda de instrumentos, su respiración se volvió a agitar. La hiperventilación volvió, esta vez peor. Comenzó a caminar para atrás, chocando con algo, y haciéndolo caer. El ruido fuerte de los violines exhibidos en un estante, cayendo al suelo, causó que se asustara.

Comenzó a llorar mientras se tomaba con fuerza su cabello castaño. Se puso en cuclillas, sintiendo que iba a morir.

—Tranquilo, todo estará bien —oyó la voz del dueño de la tienda una vez más. Se agachó a su lado. —Respira conmigo.

Él empezó a inhalar y exhalar despacio, indicándole que lo siguiera. Por alguna razón, su tranquilidad lo tranquilizó también. No había entrado en pánico sin saber qué hacer, tal y como hubiera hecho cualquier otra persona. Ya le había pasado de tener un ataque en medio de la calle, y los demás sólo lo ignoraban. Algunos se acercaban, pero al no saber qué hacer, seguían su camino. Al final, Baekhyun tenía que calmarse solo con el paso de los minutos, e irse como si nada hubiera pasado. Pero esta vez no. Poco a poco, se soltó el cabello.

—¿Te gusta la música? Puedo tocarte algo, tal vez eso te ayude —sin esperar respuesta, se levantó.

Pero Baekhyun lo detuvo, extendiendo su mano para sostenerlo del pantalón. Lo observó con temor.

A través de tu melodía » ChanbaekWhere stories live. Discover now