CAP. XVII

97 12 2
                                    

Salió y se dirigió al despacho, cuando abrió la puerta y encendió las luces, pudo observar a Slender de rodillas con sus brazos flexionadas y sus manos en forma de puño. Entre sus brazos se podía ver una fotografía. Slender, al sentir su presencia levantó la cabeza con su rostro aún húmedo.                                                                                                                                                                 

Splendor, se quedó atónito con lo sucedido, pero el ya presentía cual era el motivo. Se dijo para sí mismo que tenía que ayudar, no podía dejarlo en ese estado mental.

–M-márchate–. dijo con la voz quebrada

–Déjame, que te explique, lo has malinterpretado todo–. Dijo con preocupación

–¡He dicho que te vayas! –. Torpemente se intenta poner de pie, dando un paso en falso y justamente Splendor le coge por los hombros antes de que caer al suelo, con el peso de Slender y al reaccionar tan rápido, se fue al suelo también.

-¿Por qué quieres ayudarme?, déjame solo...-dijo tocándose la cabeza adolorido-.

-Soy tu hermano, estaré aquí para lo necesites- Dijo con una sonrisa más grande de lo normal-. -

Slender intenta reincorporarse torpemente con la ayuda de su hermano que lo ayuda a sentarse en un sillón

- G-gracias, hermano...-Dijo sentándose-.

-No hay de que-. Dijo mientras cogía el sillón y lo ponía un poco más cerca donde estaba Slender-. A ver, cuéntame, qué te ocurre? -.

NARRADOR

T/n despierta de su descansar a causa de los vociferes que se escuchan por la casa, se pone en pie y dispuesta a averiguar la causa de esos gritos. Al adentrase en la penumbra del pasillo una luz que yacía en el despacho de Slenderman. Se acerca sigilosamente y pone su oreja en la puerta.

- V-veras, es T/N...- Dijo cabizbajo-.

- ¿Qué pasa con ella, es por lo que te conté?

-Sí, dijiste que se sentía que no encajaba. No sé qué he hecho mal- Dijo nervioso-.

-Sí, pero no es el hecho de que ella no esté a gusto aquí, sino que vosotros sois asesinos, que matan a sangre fría y sin piedad, ella se siente justamente al revés ósea que ella mata por justicia, ¿entiendes? -.

-Si, si... -. Dijo rascándose la nuca- Que lo entiendo, de verdad-.

-Me alegro que comprendas la situación-.
Y espero que la próxima vez no reacciones de esta manera, si quieres saber que le pasa pregúntale, ella está dispuesta a menos que hay otras cosas que le costará de contar, pero lo tendrás que entender-.

- ¿Me siento como un estúpido, porque he actuado de esta manera tan impulsiva? - Ni yo mismo me entiendo-.

- ¡Achís! -.

Se escucha un estornudo proveniente de detrás de la puerta.

-Se tapa la boca con las dos manos-. Mierda, mierda... - Dijo susurrando-.

Slender mira a la cara Splendor y le hace una seña con las manos, indicando que va a ir el a mirar quien es. Slender se teletransporta detrás de la puerta y la coge por la cintura con uno de sus tentáculos apretándola, sin saber quién era, por la poca iluminación que había en el pasillo T/n intenta zafarse en vano de sus tentáculos.

- S-slender... por favor... no puedo... -Dijo entrecortada por falta de oxígeno-.

Él al reconocer esa voz que le traía loco. Deja de apretar y poco después la suelta, antes de que cayera al suelo, reacciona y la atrapa entre sus brazos. Quedando en el frío suelo, recostado en la pared con T/n entre sus brazos y con la luz de la luna enfocándolos.

- ¿¡Estas loco?! ¡casi me matas! -. Dijo en susurro con tono de enfadado-.

-Loco por ti, Bb-. Dijo lamiendo su lengua contra sus dientes-.

- ¿Eh...? - Mira al Ente a su rostro percatándose de manchas negras por todo su rostro. -

- ¿Qué te pasó? -Dijo acariciando su mejilla-.

-Le coge la mano suavemente acompañando en las caricias-.

-Mas bien, tu deberías ser quien tiene que contarme algo, ¿no? -.

-Bueno, yo creo que mi padre ya te lo ha explicado, ¿no?

-Así es. Pero también quiero conversar sobre ello, me preocupa tu bienestar-.

-Amor, estoy súper bien en esta casa de verdad, solo es que pensaba que vosotros me veríais indiferente-.

-Cachorrita, nosotros somos raros, extraños, peculiares, locos de atar... en esta mansión acoge a todo ser que no es aceptado por esta maldita sociedad y por ende no tienen un refugio o más bien un hogar-.

La Hija de SplendorManWhere stories live. Discover now