Limite

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Luego de una pequeña discucion, Asta y Noelle habían tomado diferente caminos, Noelle había presentado su carta de renuncia. Esto sorprendió al cenizo ya que el amor de su vida dejaría de estar a lado de el.

Asta no queria que se fuera de su empresa... Pero no la obligaría a quedarse... Ellos no son nada.

El no puede obligar a alguien que lo ame... Aunque el conociera bien a Noelle, ella no lo conocía... Pese a que Asta hizo un esfuerzo en recuperar sus recuerdos no lo logro.

No se habían dirigido la palabra desde ese día.

Puede que sea discusión "tonta" pero era la verdad, uno no puede obligar a alguien amarlo.

Asta no había sonreído, no había salido con sus amigos, no llevaba a Noelle a su casa, no salia de su oficina.

Vanica: Astita, vamos a beber y a salir un rato por hay -dijo alegre-

Asta: No, gracias -comento cortantemente-

Este se habia metido a si oficina y bajo las persianas, mientras que Vanica tenia una cara de tristeza.

Vanica se retiro.

Habían pasado algunas semanas y no hubo alguna comunicación entre Asta y Noelle.

Acier y Lichita se empezaban a preocupar, Acier porque Noelle decidió conseguir trabajo en la ciudad del Corazón.

Lichita por el comportamiento del cenizo.

Su ropa estaba toda arrugada, tenia ojeras, el simplemente llegaba a casa, tomaba una ducha  y comía un ramen solamente.

Astrid había entrado a la habitación de Asta, Por el piso había muchas cajas de fideos ramen, La luz estaba apagada y Asta estaba viendo la televisión.

Astrid: Oye hermano... ¿Que te sucede? Me preocupa tu actitud -dijo preocupada por el estado en el que se encontraba-

Asta: ¿Eh? Estoy bien, Solo... Tengo mucho trabajo -dijo este sin mirarla-

Astrid: ¿Entonces porque no consigues otra secretaria? Asi te quitas un peso y... -Antes de seguir seria interrumpida-

Asta: ¿Otra? No hay otra que me haga feliz... Y si la hay solo será por beneficio interés -apago el televisor y se levanto-

Este se limito a salir de su habitacion,  fue hacia la entrada de su casa y tomo sus llaves.

Lichita: Oh hijo, me alegra de que bajaras, ven vamos a cenar -dijo limitándose las manos-

Asta: No tengo hambre, mama -Comento mientras se ponía su uniforme-

Lichita: Te va a encantar, Son lo Gyozas que tanto te gusta prepare demasiados para que estés satisfecho -dijo con orgullo-

Asta: Saldré a caminar un rato -fue todo lo que dijo para salir de su casa-

Lichita: ¡Oye regresa aqui¡ -grito pero fue envano- Maldición es igual a su padre, nunca me hace caso -se cruzo de brazo-

Asta el empresario famosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora