—Sin duda para una mujer tiene un historial impresionante —concedió al ver que era graduada de la Universidad de economía, seguramente la única mujer en haber asistido a esa Universidad en los últimos años—. Pero no es una apuesta que me convenga.

Ella estrujó la cartera que sostenía sobre sus piernas y asintió con comprensión.

—Es un negocio grande y necesito gente experimentada y de preferencia con referencias de anteriores trabajos.

—Comprendo, señor Morgan, pero...Realmente creo que puedo estar a la altura de sus exigencias, si solo pudiera darme una oportunidad para demostrarle mis capacidades.

—En los negocios no puedo permitirme el lujo de dar oportunidades, señora —. Dobló el curriculum y se lo entregó de regreso—. Y sin ofender, no es ambiente para una mujer, créame que le hago un favor.

—Si esa es la razón de su rechazo, por favor no se estrese, vengo de una familia de hombres, señor Morgan, ocho hermanos y mi padre, soy la única mujer y créame que estoy acostumbrada a lidiar con todo tipo de ambiente masculino.

—Usted podrá estarlo, pero los hombres no están acostumbrados a lidiar con una mujer en su lugar de trabajo —. Se puso de pie y tomó su sombrero para acomodárselo—. Realmente lo siento, señora, pero no quiero distracciones en mi compañía.

No era la primera vez que escuchaba eso, ya la habían rechazado de tres lugares distintos por ser muy atractiva, lo cual según algunos hombres resultaba una distracción. Jonathan sabía que alguno de los jóvenes muchachos trabajando en su oficina, sin duda se distraerían con ella en el lugar, lo que al final disminuiría la calidad del trabajo y lo expondría a errores.

Y no podía olvidarse de los peligros que venían con hacer negocios entre los grandes mafiosos. Simplemente no era un lugar en el cual quisiera meter mujeres.

Ella abandonó la silla cuando él se puso de pie y buscó por su tarjeta en el interior de la cartera.

—¿Podría considerarlo, señor? Y llámeme si cambia de parecer, le aseguro que puedo rendir tan bien e incluso mejor que un hombre. Tengo lo que a ellos le falta.

—¿Y que sería eso?

—Emoción, señor, está es una experiencia completamente innovadora para mí, a diferencia de los hombres, estoy lista y emocionada para empezar y dar lo mejor de mí —. Le saludó con una reverencia y se giró hacia la puerta manteniendo su orgullo intacto—. Tenga un buen día, señor Morgan.

—Usted también, señora.

Guardó la tarjeta en el cajón de su escritorio y oficialmente pudo marcharse a su casa para estar con su mujer. Lo que más ansiaba de su día. La encontró en el dormitorio, envuelta en la toalla y con su cabello mojado y cayendo sobre su espalda. Estaba intentando decidir que ponerse para el picnic, de pie ante su enorme armario repleto de vestidos.

Cuando Jonathan entró en el vestidor, ella le sonrió y se alzó en la punta de los pies para abrazarse a él y besarlo.

—Necesito que me lleves de compras o llames al modista.

—Buenas tardes para ti también, mi amor, sí te extrañe toda la mañana ¿y tú? Me alegra saber que me has extrañado a mi también —. Olivia se rio y apoyó la frente contra su torso antes de murmurar una disculpa.

—Perdón, cariño, mis modales. ¿Cómo estuvo tu mañana? Te extrañe mucho.

—Ya veo que sí —murmuró y la apretó contra su pecho al besarla—. ¿Para que quieres al sastrero? Juro que me tiraré por la ventana si dices que no tienes qué ponerte.

Vidas cruzadas: El ciclo. #3 COMPLETA. +18. BORRADORWhere stories live. Discover now