Llegamos al Bar "essence" el lugar más famoso de la ciudad, aquí se celebran las mejores fiestas, con celebridades, periodistas y gente el mundo del espectáculo.

Isidora muestra su credencial en la puerta y nos dejan entrar de inmediato.

— Ser la hija de papi tiene sus ventajas – dice María

— Por supuesto – dice riendo Isidora

Nos sentamos en una mesa del sector VIP, el camarero llega de inmediato a tomas nuestro pedido.

Cuando llegan nuestros tragos hacemos un brindis por nuestra amistad

— Salud, porque Amy por fin está de vuelta – dice Isi

— Salud – grita el resto de mis amigas.

Nos bebemos nuestras copas y decidimos bajar a la pista a bailar.

Mientras bailamos y reímos unos tipos de acercan a nuestro lado y nos invitan a bailar, amablemente les decimos que nos y continuamos en nuestro pequeño grupo.

— Iré al baño – le susurro a Isidora en el oído

— ¿quieres que te acompañe? – grita ella sobre la música

Niego con la cabeza y camino hasta el final del local, hay una enorme fila para entrar y aprovecho ese momento para enviarle mensajes a Michael.

*¿Cómo están?

* nena, ¿no deberías estar disfrutando tu noche? Michelle ya se durmió, Sara le cambio el pañal y le puso el pijama.

* vine al baño y decidí enviarte un mensaje ¿está todo bien?

No responde en vez de eso me llama

— Esta todo bien – dice con voz ronca – déjate de preocuparte y diviértete.

— Los extraño, ya me acostumbré a tener mis noches juntos

— También te extraño – dice suspirando – voy a cortar ahora no quiero más mensajes, solo si es una emergencia y quieres que vaya por ti.

— Está bien, te amo. Nos vemos luego

— Te amo más nena, cuídate.

Cuelgo y entro al baño detrás de una chica que se mueve como si el suelo fuera de gelatina, la miro de reojo y veo que no se ve nada bien.

— ¿estas bien? – le pregunto acercándome a ella

— No me siento bien, creo que voy a vomitar – dice apartándose de mi rápidamente y entrando al baño.

Escucho sus arcadas y me da un poco de asco, decido entrar al otro escusado y hacer pis.

Cuando salgo veo una cara bastante familiar, la cual no esperaba ver nunca más.

— Pero miren nada más a quien vengo a encontrarme – dice sonriendo

— Eleanor – digo con desprecio

— ¿Cómo estás querida? Llevo tanto tiempo sin saber de ti, ¿es verdad los rumores que se oyen por ahí?

No digo nada mientras lavo mis manos, solo la ignoro.

— ¿Entonces si lo es? Te embarazaste para amarrar a Michael – dice riendo – prense que jamás ibas a caer más lejos ¿o tuviste una bastarda y la estás haciendo pasar como suya?

La rabia me consume, me quedo frente a ella y la abofeteo volteándole la cabeza del golpe.

— Eres tan venenosa, ¿acaso no puedes vivir tranquila?

No responde en cambio, se abalanza sobre mí, tomando mi cabello con una mano y mi cara con la otra.

— Escúchame estúpida, te dije que me las ibas a pagar. Que si Fernando alejaba a mis hijos de mi te haría pagar con lo que más te doliera.

— No te atrevas – digo mientras ella entierra sus uñas en mí mandíbula – no te acerques a mi hija

— Así que si es verdad – dice riendo y me suelta. Antes de que logre reaccionar me golpea en la cara haciéndome caer al suelo.

Se sienta ahorcajadas sobre mi golpeándome sin parar una y otra vez, escucho gritos a los lejos mientras siento como de mi nariz corre un líquido caliente, mis oídos zumban, trato de apartarme de ella, pero no puedo.

— Me las vas a pagar perra maldita, esto es solo un poco de todo lo que te mereces, vamos a ver si Michael te sigue amando después de que vea tu estúpida cara destrozada.

— Suéltala – grita alguien entrando – zorra desgraciada.

Siento que alguien la aparta de mi cuerpo, unos brazos me rodean susurrándome que todo estará bien. Escucho más discusiones y gritos, mientras trato de abrir los ojos, se me nubla la mente y no se más. 

Enamorando al ENEMIGODonde viven las historias. Descúbrelo ahora