Cuando llegamos al muelle, queda sorprendida por el yate y se ve adorable.

— Esto es increíble, realmente es hermoso Michael.

— Lo es, este yate lleva el nombre de mi madre. por dentro es mucho más bello ¿quieres ir a mirar?

— Síííííí – dice emocionada.

Hacemos el recorrido, le muestro las habitaciones, el bar, el baño, la cocina, la sala y la piscina que hay en la parte de arriba. Jamás había traído a una mujer a mi yate, este es mi santuario. Por lo general cuando salgo con alguien siempre nos vamos a un hotel. Pero con Amy ha sido todo diferente desde el principio.

Pasamos la tarde navegando, el capitán hace un recorrido el cual deja a Amy con una sonrisa en su cara, tomo mi teléfono y le hago una foto mientras mira los delfines. Ella se da vuelta y pasa sus brazos por mi cuello dándome un suave beso en los labios.

— Gracias por esto, ¿podrías sacarme una foto?

— Me encantaría – digo mientras me pasa su móvil.

Ella sonríe mientras posa para la cámara, una sensación de tranquilidad se aloja en mi pecho, podría pasar el resto de mi vida junto a ella. Muevo la cabeza queriendo sacar ese pensamiento y e concentro en mi tarea.

Cuando termino le entrego el teléfono y ella revisa las fotos.

— Eres bueno en esto

— Lo soy, hice un curso de fotografía antes de decidir ser actor.

— ¿Por qué lo dejaste?

— Porque no era lo que realmente quería hacer – digo encogiéndome de hombros.

— También eres muy bueno en eso, ¿hay algo en lo que no seas bueno?

— Si, en mantenerme alejado de ti. – digo mientras la abrazo

— Me he dado cuenta de eso – dice riendo en mi pecho – realmente apestas.

— ¿Y tú? Hay algo en lo que no seas buena

— No lo sé, creo que en las relaciones. El compromiso no es para mí, he salido con algunos tipos, pero nunca duran más de un par de semanas.

— Quizás no ha llegado el hombre indicado aun – ella me mira directamente a los ojos pensativa

— Tal vez...

Vemos una película mientras comemos lo que he traído, Amy no deja de sonreír en ningún momento, está totalmente feliz. Tengo ganas de tumbarla en el sofá y hacerle el amor, pero prometí no hacerlo por lo que mantengo mis manos lejos de ella por el resto del día...

Amy

Este día fue increíble, Michael se comportó como lo prometió y no intento tener sexo conmigo ni una sola vez, no diré que me decepciono un poco, pero me sorprendió.

Cuando me trajo a casa pensé que me pediría entrar y no lo hizo, subió conmigo y me dejo en la puerta como todo un caballero. Antes de irse me beso, no fue un simple beso. Fue el beso, ese beso que te hace doblar las piernas de placer, ese beso que te deja con ganas de más, ese beso el que te hace querer agarrarlo de la ropa y meterlo en tu habitación. Estuve a punto de hacerlo, pero él se fue luego de eso, lo vi desaparecer en el ascensor con una sonrisa de satisfacción en su cara, lo odie lo odie por completo.

Eran la una de la mañana y no podía dormir, el calor que aún seguía en mis piernas no me dejaba conciliar el sueño. Prendí la televisión, me masturbe pensando en Michael y aun así no logre obtener un simple orgasmo. Tomé mi teléfono y decidí escribirle a quien se había convertido en mi obsesión.

Enamorando al ENEMIGOWhere stories live. Discover now