💌(^^)One Shots Boku No Hero Academia(^^)💌

Denki Kaminari

—Tks...— Parecía que todo y todos desaparecían y solo podía verlos a ellos dos.

Kaminari e Ibara... No se veían para nada mal juntos. El me ha hablado mucho de ella está última semana... De verdad es increíble, linda, dulce, talentosa y fuerte... Creo que más fuerte que yo.

—¡Oye! ¡En lugar de que estés ahí parada, ven a ayudarnos! ¡Maldita extra!— Bakugo me gritó, como de costumbre. Si hubiera sido otro día, le hubiera regresado la putada, pero realmente me sentía mal, así que solo fui a ayudarlos.

Bakugo se me quedó mirando raro, yo igual hubiera reaccionado así. El esperaba que le contestara.

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Todos terminamos de cenar y nos fuimos a dormir. No podía dormir, maldita ansiedad.

Lo único que pude hacer fue levantarme y salir de mi cabaña sin despertar a mis "rommies"

Tomar aire frente a una laguna que encontré hace unos días... La mejor manera de tranquilizarme y acomodar mis pensamientos.

Llegué y me senté en el pasto medio húmedo, ya que había llovido anteriormente.

El sonidos de los grillos y el sonido que provocaba el movimiento lento de las aguas de la laguna me tranquilizaba demasiado, además que luciérnagas habían aparecido. Todo parecía sacado de un cuento.

En eso siento una mano y por inercia activé mi quirk. Hice que saliera una pequeña torre de tierra, golpeando a la otra persona. Escuché su quejido y me giré rápidamente —¿Kaminari?—

—Auch, si, soy yo. Vaya, cada vez las sacas más
rápido— Se sentó al lado mío.

—¿Que haces aquí?

—Solo no podía dormir. Además, te ví salir de la cabaña y dije "Voy a acompañar a T/N"— Se recostó en el pasto.

Solo suspiraste y viste hacia arriba. Pensaste "La luna se ve hermosa está noche".

—Oye— Denki se reincorporó y se pegó más a ti.

—¿Que?

—¿Que tienes? Desde hace como 3 días que te veo rara. Bueno, más que rara, triste. Tu no eres así... Cuéntame.

—Ehh... Digamos que...— ¿Será correcto decírselo ahora? Esta es una muy buena oportunidad, estamos solos, tranquilos, sin que nadie moleste.

—¿Ajá?— Maldita sea, se está acercando demasiado y me mira directo a los ojos, así no se puede.

—No... No es nada— Rápidamente te apartaste, tapando tu sonrojo.

Denki se quedó aún más confundido. Miró por un momento las cristalinas aguas y de nuevo volvió a ti. —Mmm, creo que ya se que pasa—

—¿Ah si? Y según tu ¿Que me pasa?— No le tomé mucha importancia a ese comentario, ya que Kaminari es algo torpe para notar indirectas. Además, cuando estoy enojada/triste/pensativa debe de preguntarme, ya que llega a mí sin la menor idea.

—No te agrada Ibara ¿Verdad?— Hijo de perra, odio cuando pone una sonrisa coqueta.

—¿Qu-que? ¿Que no me agrada? ¡Ja! Nooo ¿Cómo crees?— Mi nerviosismo no ayuda de nada.

—Ay ajá. "Ash, esa chica es demasiado pura para mí. Debe ser un demonio cuando no hay nadie frente a ella" ¿Lo recuerdas?

Mierda... No recordaba eso —Pffff, no se de que
hablas—

—Como sea... Mira, no debes de sentir celos por Ibara, ella no me interesa, solo me hice su amigo. La única que me interesa... Eres tú.

—¿Por qué me tendría que poner celos- Espera ¿Que?

—¿Para que usar palabras? Tengo otra manera de decírtelo— Se abalanzó contra mi, quedando encima mío y... Me besó... Y yo... Yo correspondí.

Nos separamos por falta de aire. Sus ojos... Esos ojos miel estaban brillando, más de lo normal y estoy segura de que los mios también.

Pasaron 5 minutos. De nuevo estabamos sentados juntos, yo tenía mi cabeza recargada en su hombro.

—Oye... Quiero hablar de algo.

—Claro, dime— Se sentó enfrente de mi y me cogió de las manos.

—¡Ay! Estás fría jejejeje... Siempre lo estás, deberías conseguir unos guantes.

—No me gustan los guantes, me provocan cosquillas.

—Entonces... Las calentare por ti— Siguió frotando sus manos contra las mías buscando calor. Su tacto es tan... Tan tierno.

—¿Que querías decirme?

—Ah si... Ammm. Bueno, somos amigos desde hace tiempo.

—Aja...

—Hemos pasado por muchas cosas juntos... Te quiero mucho y eres mi mejor amiga... Pero... Ya no lo quiero seguir siendo... Quiero ser algo más que solo amigos— Con delicadeza besó mis manos —¿Me permitirías calentar tus manos cada vez que se enfríen?— Okay, rara forma de declararse, pero me pareció linda.

—¡Claro que si!— Ahora era yo la que están encima de el. Su cara fue invadida por mis labios, depositando besos en ella. El solo reía, maldita risa y sonrisa tan hermosa que tiene este chico.

—Te amo...

—Yo también te amo...

Una linterna iluminó nuestra cara, haciendo que ambos miramos a dónde estaba esa luz —Ahh pero que lindos, escapándose a la mitad de la noche. Levantense de ahí y vayan a su cabaña

¡Ahora!— Mierda. Aizawa nos encontró, y viniendo de el, seguro y nos pondrá un severo castigo.

No me importó, esa preocupación se fue cuando Kaminari me tomó de la mano y nos fuimos juntos a la cabaña.