5. JUNGKOOK

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TW. Comentarios homofóbicos.

Los edificios eran gigantes, tan grandes que si llegaba a la cima quizás podría tocar el cielo con la punta de sus dedos. Jungkook permaneció con la vista en alto, vislumbrando los ventanales y el intrínseco color de las construcciones. Un avión podría sobrevolarlos en caso de una guerra, oh una guerra.

Jungkook no sabía cómo sobrevivir a una, ciertamente, su posición lo haría vulnerable, quizás moriría el primer día... ¿Cómo sería vivir una guerra? Inquirió, la pregunta llevaba rondando días por su cabeza y aún no lograba tener respuesta, tendría que preguntarle a Dami o su padre.

Estaba tan ensimismado pensando que no notó que alguien se acercaba hasta que se sentó a su lado.

—Así que tú eres el tonto que ha estado acompañando a Park Jimin —dijo la persona, Jungkook, se tensó viendo a un chico sentado a la par suyo en el banco situado fuera de la facultad de Historia.

Lo recordaba vagamente, era el mismo chico pálido que había visto a Jimin hacía unas semanas, Ken. Él no iba en ninguna de sus clases, dudaba que estuvieran en la misma facultad, lo sabría, en su diario en la última hoja llevaba un registro minucioso de cada persona con la que compartía clase, sin embargo, se mantenía apartado de los demás, solitario y aprensivo. Los únicos con quienes realmente hablaba eran Taehyung y Jimin y eso tampoco era demasiado común porque eran de distintas carreras y rara vez podían verse.

Entonces, ese chico era un extraño para Jungkook y él pareció notarlo.

—No me conoces —confirmó, ladeando la cabeza—. Pero dime Ken.

—Hola... —contestó Jungkook, aun luciendo preocupado por estar cerca de ese chico, se levantó queriendo irse, pero el chico lo tomó del brazo haciendo que se volviera a sentar.

Lo hizo, pero más por la impresión que por la fuerza utilizada. Su altura no intimidó a Jungkook, pues él era mucho más alto y corpulento, pero se quedó sentado.

—Escuche que pasas demasiado tiempo con Jimin últimamente — Ken dijo sin mirarlo.

—Sí —le contestó, pero no era pregunta, el chico se rio suavemente.

—Yo me mantendría alejado de él —recomendó —. Se ve que eres un buen chico, no necesitas a Park Jimin en tu vida... créeme.

—¿Por qué no? —Ken lo miró, la mirada de Jungkook fue directo a las pecas que cubrían su rostro porque no miraba a los ojos, aun cuando parecía que lo hacía.

—Porque es Park Jimin... eso es suficiente, no quieres que su mierda te manche a ti —no sabía de qué estaba hablando.

—No entiendo —ladeó la cabeza, confundido. Ken suspiró perdiendo la paciencia.

—Uf, demasiado inocente, te comerá vivo —se burló.

—Eso sería canibalismo y no es legal.

—¡Park Jimin es una basura de ser humano! —vociferó sobresaltando a Jungkook—. Disfruta demasiado de la atención y los tontos como tú viven para alabarlo, ese es el motivo por el cual te quiere cerca, Jimin es un pobre perdedor. Cree que puede pisotear a quien quiere solo porque su padre es un político y tiene dinero, no es más que un niño...

—Eso es ofensivo, estás siendo grosero —lo interrumpió Jungkook. Ken se le quedó viendo. Jungkook no logro interpretar su silencio.

De repente sus ojos se abrieron de manera exagerada, viéndolo detenidamente.

—¿A caso te gusta? —murmuró, incrédulo—. ¿Eres un maricón también?

Jungkook había escuchado esa palabra solo una vez antes de ese día, cuando tenía cinco años, y su compañero de escuela se lo dijo después de meterle la cabeza al váter.

Florecer | KOOKMIN |Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz