CAPITULO 2 ADAPTÁNDOME

3.5K 478 12
                                    

Marcela
Los recuerdos vuelven a mí, o no sé si son recuerdos. Estoy en mi oficina, hace una semana que mis amigos se marcharon, yo me he refugiado en mi trabajo, vivo solo para él, lo bueno es que me encanta, estoy sustituyendo a una diseñadora que no dio la talla y fue despedida, al principio me sentía muy nerviosa, ¿y si yo tampoco daba la talla? ¿y si me despedían a mí también? ¿cómo podía volver a casa? ¿a cuál casa?, Admito que fueron muchas mis dudas y temores, pero una vez que empecé a trabajar y empecé a hacer lo que me gustaba todo fue sencillo. Ahora a tres semanas de haber empezado, me va bien, hablo con una que otra persona, ya he rechazado a varios compañeros que pensaron que la tenían fácil conmigo y como en todo lugar, también ya me hice de dos que tres enemigas, sin yo haber movido un dedo para conseguirlas. Siempre sucede, así que no me sorprende, ni me importa, es problema de ellas si no les caigo bien, no mío, yo me dedico a trabajar y es todo.

Ahora estoy un poco nerviosa, hace dos semana, que llegó el dueño de la empresa para la cual trabajo, esta no es su única empresa, tiene muchas, la semana pasada estuvo supervisando otras, ahora le tocó a ésta, todos aquí están muy estresados, según sé, el dueño es un ruso muy exigente y se nota, por cómo se mueven todos por aquí, yo no soy la excepción, me siento nerviosa, aunque las probabilidades de que lo llegue a ver siquiera, son mínimas, él más bien se reúne con los gerentes y con el personal de más alto rango, como el caso de mi jefa, una mujer déspota a la que no le cayó bien que ocupara el cargo de su amiga despedida. Por supuesto no le agrado y ha hecho mi trabajo algo difícil, pero no me importa, porque amo lo que hago y simplemente ignoro sus comentarios de mal gusto, la carga excesiva de trabajo que me da y cualquier otro intento que haga por desacreditarme, la verdad no me preocupa caerles bien a los demás, siempre he sido más introvertida, que extrovertida, así que sus intentos porque los demás me rechacen no me afectan en lo más mínimo, yo me concentro en mi trabajo y eso es lo que hago.

En estos momentos es muy tarde, hace dos horas que todos se marcharon a sus casas, yo no pude hacerlo porque justo cuando estaba recogiendo mis cosas para retirarme del lugar, llegó la "Licenciada" Nereida Lozano porque cuidado con que no nos dirijamos a ella como Licenciada, y me dejó un trabajo de diseño que yo estaba haciendo hace días, y que ella me lo recogió para terminarlo ella misma, no es la primera vez que toma alguno de mis trabajos, los termina y los presenta como suyos, el caso es que éste, me lo regresó tal y como yo lo dejé, pero lo quiere terminado para mañana. Así que aquí estoy, no es la primera vez que me quedo tarde y los guardias que hacen sus rondas en las noches me lo permiten, me llevo bien con ellos los trato con amabilidad y ellos me corresponden.

Estoy tan concentrada que casi pegó un brinco cuando Pedro uno de los guardias que ya está junto a mí me habla.

_ Disculpe. - me dice apenado.
_ pero me temo que no podrá quedarse por más tiempo.

Yo lo miró sin comprender, en otras ocasiones casi he pasado la noche aquí, la verdad es, que sea aquí, o en mi departamento, me da igual, el trabajo es el mismo, la única diferencia es que no pierdo tiempo, ni me desconcentro si sigo aquí de corrido y termino más rápido.

_ Es por la gente que ha venido de Rusia. - me dice. _ si se dan cuenta de que usted está aquí a estas horas, nos podemos meter en un serio problema, incluso podríamos perder nuestro trabajo. - lo veo nervioso.

_ No se preocupe. - le digo tratando de tranquilizarlo. _ recojo mis cosas y me marcho. Ya he escuchado que el dueño es muy especial

_ Es muy estricto. - asiente. _ y le gusta que todo esté en orden.

_ Lo bueno es que yo no tengo que tratar con él. - sonrió y procedo a cerrar los programas y a apagar mi computadora.

Él sonríe más relajado y procede a marcharse.

_ En unos diez minutos estaré fuera. - le digo. Él asiente y se despide con amabilidad, disculpándose una vez más.

Mientras recojo y espero a que él equipo se apague. Tomo mi celular y marco el número que tanto me he estado resistiendo a marcar. Espero que no sea muy noche para él o que lo interrumpa en alguna de sus asuntos, la verdad no sé porque lo hago, no creo poder pagar esa camisa a no ser que me lo permita hacerlo en varios pagos. La verdad es que, si no le marco, el jamás me encontrará, no sabe mi nombre, ni mi dirección, tampoco tiene mi teléfono, así que si quisiera no le pagaría, pero no soy de ese tipo. Siempre cumplo con mis obligaciones.

Escucho el timbre, una, dos, tres veces, pierdo la cuenta, no contesta estoy a punto de colgar, cuando oigo su voz ronca.

_ ¡Te dije que no necesito nada! - escucho su voz exasperada. _ ¡ya vete a dormir!

_ ¿Disculpe? - es lo único que se me ocurre decir. Supongo que esperaba a alguien más, su voz se escucha algo molesta. - soy la persona que echó a perder su camisa.

Se escucha silencio al otro lado de la línea.

_ Lo lamento. - dice por fin. _ pensé que eras alguien más. _ ¿así que por fin me vas a pagar mi camisa? - ahora su voz se escucha firme. _ pensé que no lo harías.

_ Siempre pago mis deudas. - digo ofendida porque piense eso de mí.

_ Veo que sí. - lo escucho pensativo. _ ¿cuándo nos vemos?

_ Primero, necesito decirle... - me armo de valor. _ que le pagaré, pero lo haré en partes, no puedo de otra manera.

_ Sugiero que primero nos veamos y luego llegaremos a un acuerdo. ¿te parece?

_ De acuerdo. - digo más aliviada, es una preocupación menos que tengo. _ ¿en dónde mis veremos?

_ Ahorita es muy noche para eso, mañana me comunico contigo. ¿de acuerdo?

_ De acuerdo. - digo antes de que cambie de parecer. Me despido, cuelgo y recojo mis cosas para marcharme.

Mientras tomo el elevador, aprovecho para llamar a un auto de alquiler, aún no tengo auto, será una de mis prioridades.

Estoy guardando mi celular en mi bolso, cuando en uno de los pisos intermedios, el elevador hace una parada, es raro porque yo pulsé el botón de la planta baja y se supone que ya no hay nadie en el lugar, sin embargo, la puerta se abre y mi sorpresa es grande.

AMOR INESPERADO/No. 3 De La Serie: AMORESWhere stories live. Discover now