"¿Te estás sonrojando?" Se burló y su sonrisa se ensanchó.

"¿Que?... No no no, como crees, hace frío en esta habitación" Mikey replico. "Mi cara siempre se pone roja cuando hace frío".

Ran se rió entre dientes, luego extendió su mano hacia el rubio.

"Soy Ran Haitani". El hombre se presentó.

La respiración de Mickey se atascó en su garganta, su mirada se dirigió a la mano extendida de Ran, y la estrechó, admirando el tamaño a comparación de la suya, y las venas que sobresalían de su piel.

"Y yo soy Rindou". El menor alzó su mano.

Manjiro se quedó unos segundos mirando la mano de Ran y luego reaccionó con un sobresalto.

"Lo siento, soy Manjiro Sano". Que idiota, idiota, idiota, solo está haciendo el ridículo. repitió en su cabeza.

El rubio soltó el apretón de manos con Ran para luego estrechar la de Rin. Su mano era más pequeña pero seguían sobresaliendo las venas.

"¿Que hace una cosita tan bonita, deambulando por aquí?". Sonrió Ran  mientras se inclinaba más cerca del rubio.

"Espacio personal imbécil". Reprochó Rindou dándole un golpe en las costillas a su hermano. Pero este ni se inmutó.

El rubio no se apartó.

Manjiro empezó a cuestionar su sexualidad cuando estaba en segundo año de secundaria, cuando sintió una fuerte atracción hacia algunos hombres de la escuela o incluso en la televisión, sin embargo, no le dió mucha importancia, pensó que era solo curiosidad. Cuándo descubrió el porno, empezó a ver cómo dos tipos follaban, talvez fueron dos o tres o talvez cuatro. Aún así, trató de conversarse así mismo que solo era curiosidad o talvez una preferencia visual y que nunca haría lo que hicieron en la vida real. Pero su mente seguía imaginando una polla gruesa atravesando su culo.

Incluso con su primera novia, seguía viendo porno gay. Señales súper obvias, solo estaba en negación. Incluso empezo a considerar su bisexualidad; No fue hasta que su novia le propuso tener sexo, fue ahí cuando todo se fue al carajo, su pene no daba inicios de vida, estaba jodidamente mortificado. Y me sentí peor que ella, pensó que la encontraba poco atractiva, le dije una y otra vez que no era cierto, a final de cuentas, terminamos esa misma semana. Fue cuando finalmente me admití a mi mismo que era gay.

Fue en tercer año de universidad cuando tuve mi primer novio, su nombre era Baji, alto y pelo azabache, nos conocimos en el Dojo, fue el que hizo el primer movimiento, me dijo que le parecía lindo y quería salir conmigo. Y bueno le di una oportunidad y todo progreso desde ahí.

Y con el fui leal. Pero no duramos mucho, acordamos que estábamos mejor siendo amigos, sinceramente estaba agradecido, no tenía idea de que le ví en primer lugar. Era bullicioso y grosero.

Entonces apareció Ken unos años después de mi graduación. Fue una conexión al instante.

Draken y yo nos conocimos en un puesto de Taiyaki's, mi cuerpo estampó contra el suyo y derrame mi comida en su camisa, me disculpé inmediatamente, mientras limpiaba su camisa, con el único deseó de estar tres metros bajo tierra, estaba tan avergonzado. Insistí en comprarle otra camisa, pero el insistió en que le diera mi número de teléfono.

Más tarde me enteré que era jefe de una empresa prestigiosa, tenía un lujoso apartamento para el solo. Después de 4 meses de noviazgo y sesiones de un buen sexo, me pidió que me mudará con el, obvio dije que si, porque estaba muy enamorado de Ken, sin embargo, las cosas se pusieron duras cuando empezamos a vivir juntos: El trabajo le empezaba a consumir hasta altas horas de la madrugada, y el llegaba sin avisar hasta altas horas de la madrugada, me hacía sentir como un perdedor por no tener un trabajo bien pagado. Pero el simple hecho de que Ken me prohibiera pagar ninguna de las cuantas. (Era mesero en un café), era hacerme sentir inútil, luego descubrí que me engaño.

7 minutos en el paraíso Where stories live. Discover now