Sintió un carraspeo y rápidamente alzó su mirada posándola en Blyen quien tenía el ceño fruncido y seguía mirando el espejo retrovisor. Ella sintió sus mejillas rojas al darse cuenta de que el conductor del auto se había dado cuenta de que había estado mirando al rey más de la cuenta.

Por primera vez ella agradecía estar utilizando supresores que escondían su aroma y que ocultaban lo avergonzada que se estaba sintiendo en estos momentos. Nadie tenía que saberlo. Nadie tenía que sospechar nada.

Nadie tenía que enterarse que estaba enamorada del rey.

Le había tomado años llegar hasta donde se encontraba en estos momentos. Tenía la confianza absoluta del rey en ella y no podía dejar que sus estúpidos sentimientos arruinen su empleo. Ella tenia que seguir haciendo su trabajo como siempre.

Para evitar perderse nuevamente en la belleza del rey ella decidió que era mejor idea mirar el paisaje por el que pasaban. Aún faltaba al menos otros treinta minutos hasta el pueblo y si quería evitar más vergüenzas ella tenia que distraerse con algo más.

El resto del camino fue en silencio. El rey estaba ocupado revisando su tableta como para querer empezar alguna conversación que solo seria en vano pues el rey no la seguiría. Ellos ya estaban acostumbrados a un camino lleno de silencio.

El auto empezó a entrar al pueblo y muchas personas volteaba a ver el auto que traía la bandera real. Preguntándose si algo malo había pasado como para que el rey haya salido del palacio y visitar el pueblo sin previo aviso. El auto se adentro al pueblo mientras que el rey guardó su tableta y empezó a ver a su alrededor. El auto aún no se había detenido ya que él rey aún no había dado la orden de querer detenerse. Así que Blyen siguió manejando y adentrándose cada vez más al pueblo en donde rápidamente se empezó a notar la belleza de aquel lugar.

Arya observó con preocupación al rey mientras miraba a su alrededor. Cada vez alejándose más y casi llegando al área rural del pueblo en donde solamente la gente humilde se encontraba.

"Detente." ordenó el rey para luego acomodar su ropa y bajar de auto.

Arya se sintió alarmada en el instante en el que el rey bajó y sus costosos zapatos de llenaron de lodo. El rey ni siquiera se inmutó y cerró la puerta del auto mientras empezaba a caminar lejos del auto.

Arya bajó con rapidez del auto para seguirlo al igual que Liam. El lugar se veía muy humilde a comparación con las casas y tiendas que hay en el centro del pueblo, habían niños jugando cerca y gente vendiendo a su alrededor. Muchos de ellos estaban asombrados viendo al rey caminar por la calle sin preocupación alguna sobre lo mucho que sus zapatos se estaban manchando de lodo. Algunos de ellos se sentían avergonzados de que su rey les viera vestidos con su ropa sucia.

"Jamás había venido por aquí." dijo el rey mientras caminaba hacia el puesto de una señora embarazada que vendía bolsas de fresas. "Buenos días." saludó con amabilidad mientras agarraba una bolsa de fresas. "Se ven deliciosas. Gracias." de su bolsillo agarró un par de monedas y le pagó a la mujer quien estaba muy sorprendida de haber tenido al rey a escasos centímetros.

"Majestad, no creo que sea una buena idea estar aquí." dijo Arya mientras hacía muecas por la suciedad que había en las calles y que había ocasionado que sus zapatillas se ensucieran. "Este lugar es demasiado sucio para usted."

"Esta parte también le pertenece al reino. ¿Por qué está tan descuidado?" preguntó mientras empezaba a comer las fresas que había comprado. "Se supone que le di órdenes al primer ministro para levantar este lugar nuevamente. "

"No se porque él no ha hecho lo que usted le ordenó." respondió Arya mientras se acercaba al rey. "Hablaré con él personalmente para pedirle una explicación."

𝐓𝐇𝐄 𝐊𝐈𝐍𝐆 ♚ 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄.Where stories live. Discover now