Capítulo 04

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Decir que Jiro odiaba este escenario sería quedarse corto. Justo en frente de ella, estaban todos sus compañeros de clase colocados uno encima del otro mirándola a ella y a Midoriya.

Esto era lo único que quería evitar. Su novio era la única parte de su vida que era toda suya, y ahora la mayoría de su clase se había enterado de él.

Jiro se dio la vuelta para ver cómo reaccionaba Midoriya, para comprobar si estaba bien. Sin embargo, parecía la definición de lo contrario. Sus ojos estaban muy abiertos, con lágrimas amenazando con caer. Estaba temblando, su respiración era pesada y desigual y sus expresiones faciales decían conmoción y miedo como si estuviera pintado en rojo.

"¿¡Oh, Dios mío! Izu, ¿estás bien!?" Preguntó ella, entrando en pánico por su comportamiento agitado de 'verdes'.

"K-k-k-" tartamudeó, mirando directamente más allá de Jiro.

Jiro siguió su línea de visión y se congeló ante lo que encontró.

Justo en frente de ella estaba un Bakugo, hirviendo de odio e ira. Su sed de sangre estaba invadiendo la atmósfera, y parecía tan enojado que podría provocar una explosión del tamaño de una bomba nuclear.

"Deku..." escupió el pomerania, el veneno goteaba de sus palabras.

La respiración del pobre peliverde se hizo más errática y empezó a temblar más fuerte.

"¿Estás bien hermano?" preguntó Kirishima, tratando de salir de debajo de Mina.

"¿Izu?" Dijo Jiro, mirando a su novio con preocupación.

Ella tomó su brazo para tranquilizarlo, pero en el momento en que hizo contacto, ho volnod y se derrumbó él gritó y apartó su mano con gran fuerza.

Jiro tomó su mano y miró a 'Izu', el dolor y la emoción plasmados en su rostro.

Las lágrimas comenzaron a caer del rostro de Midoriya.

"Y-yo- lo-lo siento" tartamudeó, antes de ponerse de pie y correr.

"¡¡IZU!!" Jiro le gritó, rogándole que regresara.

Jiro se giró hacia el grupo de ojos muy abiertos y los miró con suficiente odio y sed de sangre para sofocar al mundo.

"Cuando te vea de regreso en los dormitorios, será mejor que reces para que el Sr. Aizawa o All Might estén allí. Por tu bien", escupió, con odio dirigido a todos en el grupo. Miró a Bakugou una vez más antes de correr tras su novio esperando que no se hubiera ido muy lejos.

Jiro no tardó mucho en encontrarlo, ya que sabía que no era la persona más atlética que conocía. De hecho, era muy delgado y Jiro se había preocupado por su salud muchas veces.

Todavía estaba en el parque, pero estaba hecho un ovillo contra un árbol más alejado de todas las demás personas.

"¿I-Izu?" Dijo, su voz llena de preocupación y amor.

Midoriya levantó lentamente la cabeza y mostró su rostro que casi destrozó el corazón de Jiro.

Sus muñecas estaban llenas de marcas de rasguños y su ropa estaba cubierta de barro. Su alguna vez orgullosa pulsera bisexual ahora estaba estirada y desgastada, y su esmalte de uñas estaba todo rayado y desordenado. Sin embargo, la peor parte era su cara. Sus mejillas estaban rojas con pequeños pedazos de tierra manchados entre los rasguños. Sus lágrimas corrían por su rostro y sus ojos estaban inyectados en sangre. Su piel era tan pálida como la pintura blanca, y sus una vez lindas pecas se veían enfermizas contra su piel.

Midoriya bajó la cabeza después de ver la expresión de Jiro.

"N-n-no y-yo n-no quiero lastimarte de nuevo".

Las lágrimas amenazaron con caer por el rostro de Jiro. Era consciente de que Izu estaba inestable, pero había estado mejorando. Sin embargo, parece que una interacción con el matón de su infancia lo deshizo todo en segundos.

Jiro agarró la mano de Izu. Trató de alejarse, pero ella solo apretó su agarre.

"Mírame Izu"

Midoriya levantó la cabeza temblorosamente y se encontró con los ojos de Jiro.

"Estoy bien" dijo con una sonrisa, y abrazó al chico roto.

"B-bu-" comenzó Midoriva.

"Estoy bien" repitió Jiro, y ella apretó con más fuerza al chico de cabello verde para tranquilizarlo.

Midoriya sollozó, antes de abrazar a Jiro y gemir.

"¡¿POR QUÉ YO?!" Gritó.

Jiro no dijo nada y solo acarició su espalda en un silencio empático.

17/02/22.

El novio de JiroWhere stories live. Discover now