SESENTA Y DOS

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CAP 3 TEMPORADA 2


—Voy al baño, no tardo. — avisó Jungkook al dejar al rubio sentado en la sala de espera con olor a medicina.

A través de las puertas de vidrio se le podía observar casi a detalle. Sangwoo con torpeza sacó su celular y le daba rápidas miradas a Jimin, asegurándose de no perderlo de vista. Marcó el tan especial número en su móvil y lo acercó a su oreja.

La voz robótica apareció, el número ya no existía, nadie lo usaba, y eso le hizo sentir estúpido. Tantos años lo había guardado entre sus contactos sin marcar por miedo a que respondan por el otro lado de la línea, que nunca se fijó en que si el número estaba siendo usado.

Suspiró desilusionado y volvió a su auto para seguir con su trayecto.

El rubio miraba el movimiento del segundero del reloj en la pared, parecía como si no se moviese, o cuando pestañeaba retrocedía en lugar de avanzar.

—Jeon Jungkook. — llamó la enfermera al entrar a la sala y solo ver a Jimin.

—Oh, JiSoo ¿podríamos esperar a Kookie? Fue al tocador. — dijo mientras se acercaba a la chica de bata blanca.

—Claro, sabes que al doc no le molesta esperar por Jungkook.

El Omega sonrió dándole la razón a la Beta —Gracias.

JiSoo cerró la puerta de la sala de espera e invitó al rubio a sentarse con ella en las sillas acolchonadas. Jimin no se hizo de rogar, estaba nervioso por lo que pudiera pasar en los próximos minutos, así que lo mejor que podía hacer era no perder la calma.

-¿Pasa algo? ¿Tae de nuevo le fisuro el recto a Jungkook? Le dije que no sea tan grotesco.

—No — respondió de inmediato en nombre de Jeon —. ¿Fisuró? ¿Cuándo?

—Bueno eso fue hace un par de meses atrás, vino sangrando y-

—Olvídalo — le interrumpió —. No quiero saber.

La castaña carcajeó ante la reacción de Park —Está bien. Aunque eso fue algo incómodo, pude notar que a Taetae y Kookie les va bien, me alegra — sonrió minimizando el tamaño de sus ojos —. Y Yoongi, ¿cómo está él?

Jimin clavó su mirada al piso, se sintió pequeño al no saber qué responder, ni siquiera podía creer porqué no compaginaban él y Min como antes. Cuando todo era más fácil, cuando no habían tantas razones para estar tan unidos como mugre y uñas. Cuando solo eran una familia de dos.

Unos pasos le distrajeron y alzó la cabeza —Llegó Jungkook, entremos.

JiSoo no preguntó, pero supo de inmediato que algo no andaba bien.

—Jungkook. — le saludó y el nombrado hizo una leve reverencia devolviéndole el saludo.

El consultorio era igual a como la última vez que habían estado ahí. Unos lados de las paredes estaban cuarteadas, pero todo se veía tan limpio y ordenado que la edad del edificio podía pasar por alto.

—Hey, señorito Kim, ¿a qué se debe esta sorpresiva visita? — preguntó carismático el mayor.

Jungkook sonrió con un poco de pena —Aún no soy un Kim, doctor. ¿Podría llamarme solo por mi nombre?

—Claro. Y, la visita, ¿una fisura de nuevo?

—¡Doc! — le impidió hablar ya con rubor hasta las orejas —No estoy aquí por un chequeo o algo por el estilo. Yo, quisiera saber si, talves, es posible, que...

—¿Qué?...

—Si sería posible que talves, ¿estuviera embarazado?

El profesional sintió esas palabras como un balde de agua helada, su corazón por un momento se detuvo, sus ojos por un momento vieron la luz, y sus oídos casi escuchan una voz angelical llamándole en dirección al otro lado de la vida.

¿Debería quitarle su inocencia? (Vkook / + 18) / OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora