Capítulo 4O. Memorias.

3.4K 310 85
                                    

Uno.
Me separe de sus labios, y mire los ojos de Armin, jamás había notado ese color azul en ellos que te hechiza, que te enamora.

Me levante del suelo y tome la motocicleta, y así, sin quitar esa sonrisa tonta de mi cara, llegué a mi casa e intente dormir, pero no podía, no podía dormir.

Dos.
Ya han pasado tres semanas, el proyecto terminó y el profesor me pidió que entregara a Kirby en la tienda de mascotas. Lo mismo le pidió a Armin. Se había vuelto extraño. Cuando lo miraba, descubría que el también lo hacía, y al instante, ambos apartábamos la mirada, sonrojados.

Al llegar a la tienda de mascotas, nos despedimos de Kirby y entregamos al pollito. A lo lejos, divisé a Nathaniel comprando un gatito, supe que había tenido problemas con sus padres, pero no hemos vuelto a hablar. Nathaniel cambió bastante, ahora es mas libre, mas feliz. Pero, cuando quiero acercarme a el, me rechaza, por alguna extraña razón.

Tres.
Clase del Profesor Farres, clase aburrida. Mi celular vibró y en este me llegaba una notificación, un mensaje de Armin.

'Extraño a Kirby, después de todo, el es otro testigo.'

Apagué mi celular y miré a Armin, y, como siempre, desvió la mirada, sonrojado.

Cuatro.
Clase de Biología, Armin mando me dio un pedazo de papel previamente arrancado de su cuaderno.

-¿Estás libre este Sábado?.

-Depende. -Respondí.-

-Vamos a patinar en hielo, ¿Te parece?. Paso por ti a las siete.

Cinco.
Tercera cita. En la casa de Armin. Llegué y toqué la puerta, Alexy salió de la casa. Me susurro un 'Protección, nena, protección. Les dejo solos, no quiero ser un mal tercio'. Y se fue.

Armin sacó un videojuego extraño, estábamos en su cuarto. Solo que esta vez el no usaba una pijama de Batman.

-No me gustan los videojuegos, Armin en toda mi vida he jugado dos, apenas.

-Ven, te enseñare. -Dijo.-

Horas, y horas de risas y emociones.

Hubo un silencio incómodo, ambos dejamos de reír, tomo mi cara entre sus manos y me besó.

Seis.
Llegamos a clase tomados de las manos, como siempre.

-¡Eh!, Que ya todos se han enterado de que están juntos, no tienen porque demostrarlo, dan asco, todas las parejas dan asco.
-Dijo Castiel, mi arruina momentos favorito.-

-Dejalos ya, Castiel. -Bufó Kentin.-

Siete.
Mi cumpleaños. Armin llegó a mi casa con un ramo enorme de rosas rojas, y un peluche en forma de pollo.

-Para que te acuerdes de Kirby, y de mi, hermosa.

Sonreí.

Ocho.
La profesora Ratwich nos a sacado de clase por 'Demostrar nuestro amor frente a clase'. Vaya idiotez. Y pensar que era mi profesora favorita.

Nueve.
Obligué a Armin a ir al parque, aunque se quejó por 5 minutos, después accedió a venir.

-¿Sabes, Sucrette?. Siempre soñé con una chica como tu, eres, perfecta. Se podría decir que Soñé Contigo. Te amo, Sucrette.

-Yo te amo mucho más, Armin.

Diez.
Ya hemos cumplido un año y muchas cosas han cambiado. Ahora mismo me encuentro con una venda que cubre mis ojos, Armin me lleva a algún lugar. Abre mi mano y pone una moneda en ella. Escucho el agua caer, estamos en una fuente.

-Pide un deseo, Sucrette.

Lanzó la moneda sin pedir nada, mis deseos se han cumplido ya.

Me quita la venda de los ojos, y lo beso, una vez más. Empieza a caer una tormenta y ambos gritamos al mismo tiempo.

Armin me toma de la cintura y comenzamos a bailar, las gotas caen sobre mi rostro, y sobre el suyo.
Nos fundimos en un largo y profundo beso.

-Entonces, lo más romántico que he hecho bajo la lluvia es estar contigo, Sucrette.

-¿Juntos?.

-Juntos por Siempre, hermosa.

Soñé Contigo (CDM) ~EDITANDO~Where stories live. Discover now