Me obligué a sonreír y me di cuenta que la marcha había acabado ya.

Agradecí eso infinitamente. 

—Papá... ¿Tú tienes el expediente de todos los individuos de acá, verdad? —hablé suspicaz. Papá frunció el entrecejo mientras asentía.
—Claro que sí. Debo saber quién habita en mi pueblo, ¿No? Sonrió de lado.
—Contingentemente, ¿Tienes el expediente de Min Yoongi?—Me sorprendí de mi creciente interés hacia él, pero la curiosidad me estaba golpeando demasiado. Papá me sonrió pícaramente alzando una ceja de la misma forma. 
—¿Por qué? —su voz enunció diversión. Yo sentí mis mejillas arder.
—Papá... no es nada. Sólo... sólo que me da un poco de curiosidad el chico. Va en mi instituto y es demasiado callado como para alguien como él.

Papá se sorprendió.

—¿Enserio? 
—Ajá. 
—Vaya. —estaba sorprendido.
—¿Sabes algo sobre él? —aparté la vista para no ver a mi padre mirarme sospechosamente. 
—Pues... sólo que viene de Seul, tiene diecinueve y viene de una familia aristócrata. 
—¿Enserio? Es extraño... entonces que venga a un pueblo con bajos recursos como aquí. 
Y realmente estaba extrañada—. ¿Y qué hay de eso que tiene diecinueve y está en la secundaria? Debería estar haciendo su primer año en la universidad y no creo que se haya tomado un año sabático porque estaría en casa. 
—No me he dedicado lo suficiente como para ver sus expedientes, sólo el de su familia y esos datos principales salieron en la familia Min. Pero he de suponer que el chico es un soso, ha repetido los siguientes dos años. 
—¿Y sabes en dónde viven?
—Cerca de aquí. Aunque a menudo sólo veo a su hermana y al chico. Ambos son extraños pero no parecen sospechosos. Se quedó unos segundos pensativo rascándose la barbilla.
—Vaya, creo que mi interés hacia ellos ha florecido. 
No me sorprendía que él quisiera averiguarlo, después de todo el chico era misterioso—. Bien, iré a hacerte algo para cenar y me volveré a la comisaria. No puedo estar tanto fuera del trabajo, Grace puede llamarme.

Asentí con la cabeza antes de que él pudiera marcharse y quedarme nuevamente sola en mi habitación. Suspiré mientras me obligaba a que él no apareciera nuevamente en mi cabeza. Él no podía estar embaucándome como lo hacía con el resto de las chicas.
Cené pollo al jugo cuando papá se marchó nuevamente hacia su trabajo dejándome sola y con el silencio reinando la casa. Luego de acabar mi comida lavé los trastos y me dirigí a mi habitación a dormir una siesta.
Aunque la siesta duró hasta cuando me desperté a las cinco de la madrugada con una incertidumbre creciente en mi interior, con el pecho, la frente y las piernas sudando como si hubiera estado dentro de un sauna por mucho tiempo. Mi corazón galopeaba violentamente como si se fuera a salir del pecho. Hace mucho que no tenía una pesadilla como aquella.

Era algo desesperante.

Estaban asesinando a mis padres y yo no podía hacer absolutamente nada, dos hombres estaban apuntándole en la cabeza haciendo que rogaran por sus vidas mientras yo me mantenía allí, si daba un paso adelante, podía hacer que la vida de mis padres acabaran. Pero si daba un paso hacia atrás mi vida acabaría. 
En ningún instante pensé la situación. Yo no quería que mis padres murieran, elegí dar un paso hacia atrás y cuando el hombre de capucha negra estaba por dispararme. Me había despertado con el corazón latiendo a mil, y la desesperación dentro de mí como si el sueño hubiese sido tan real. 
Luego no pude dormirme más hasta que fueron las seis y me metí a la tina a darme un baño de agua fría, la mañana era calurosa así que por lo tanto no fue tanto problema meterme.
Me vestí con un ligero vestido y un moño rosa amarrando mi largo cabello detrás de la nuca. Me dejé el flequillo suelto y con unas sandalias color chicle. 

Conduje a Wells Greg en mi Volkswagen Crossfox antes de desayunar y despedirme de papá, ya que mamá estaba durmiendo. 

Cuando coloqué un píe enseguida obtuve la mirada de Namjoon.

Estaba por acercarse cuando yo apresuré mi paso, pero él me detuvo por el codo. Divisé entonces que tenía una pequeña cicatriz arriba de su ceja.
Giré mis ojos y vi su cara que mantenía un remordimiento.

—Chloe, quería pedirte disculpas por la humillación de ayer. Yo... creo que me sentí un poco celoso. —se rascó la nuca nervioso, le miré estupefacta con mis ojos casi saliéndose de sus órbitas. ¿Kim Namjoon estaba dejando su orgullo atrás para pedirme disculpas? ¿Él estaba arrepentido y celoso? ¿Después de que le había sacado algo tan feo en cara?
—¿Qué? —solté de pronto, frunciendo el ceño. Él suspiró y realmente vi inquietud en sus ojos como si deseara que lo perdonara. 
—Eso. Que fui muy estúpido, pero entiéndeme. Me gustas.

Le miré recelosa, ya sabía que yo le gustaba. 

—Está bien, te perdono sólo porque yo también me extralimité. Lo lamento. —Él asintió con la cabeza y miré nuevamente la cicatriz de su ceja derecha—. ¿Qué te ocurrió en el ojo? —pregunté perspicaz. Él se llevó los dedos allí y gimió.
—Ayer Clarisse, mi madrastra, me castigó porque le habrían dicho lo que le hice a una vecina bastante morboso y pues ella me puso como castigo limpiar detrás de los cuadros, y cuando estuve sacando la polvorina la esquina de éste me golpeó la ceja. No fue tanto, pudo ser peor. —habló secamente. Fruncí el ceño, ¿Este chico sufría problemas de bipolaridad? 
—De acuerdo, debo irme. 

Me solté de su agarre y cuando estuve por voltearme choqué con un pecho e hizo que me cayera al suelo con todos los libros encima de mí. Cuando levanté la vista me encontré con un par de ojos miel asesinándome con la mirada. Realmente me sorprendí al ver su ira en las pupilas de sus ojos y entonces me sentí vulnerable y mi corazón latió con la misma fuerza que cuando me desperté de mi pesadilla.

Me reincorporé levantando mis libros
miré con disculpas al chico Hielo.

—Lo lamento. No te vi... —susurré incapaz de verlo a los ojos, sentí que un rubor tiñó mis mejillas y me sentí la chica más idiota del pueblo. 
—Claro que no me viste, o no hubieras chocado conmigo. 

Le miré sorprendida, y enfadada.
 
Al ver su ceño fruncido me intimidé hasta tal punto que mi estómago se retrajo y miré sus labios entreabiertos. Y creí caerme muerta

¡Él era incluso más guapo de cerca! 

Recordé que estábamos en momento de discusión y que probablemente todos nos estén mirando——especialmente Namjoon que aún podía sentirlo detrás de mí——. Tú fuiste el que estaba detrás de mí... Yo... si apenas podía ver. 
—Ah, eres ciega. —replicó con frustración. 
—¡No! Pero simplemente no te vi, y tú fuiste quién votó mis libros. —titubeé alarmada. El rodó los ojos y vi que el rojo abandonaba su rostro reemplazándolo por color normal.
—La mierda que soporto a menudo. —le oí susurrar y a continuación marchándose a zancadas. 

Suspiré y al fin fui consciente de todas las miradas que me lanzaba la gente, podía sentir dagas invisibles atravesarme el cuerpo y no entendía por qué. Ni si quiera había conversado con él, ¡Sólo me enfrentó con demasiada impotencia! Suponía que estaba de malhumor y había pagado su frustración con la primera estúpida que vio. 

—Qué intenso. —oí decir a Namjoon a mis espaldas y no tuve tiempo de responder ya que me fui inmediatamente de los pasillos para dirigirme a clase de Arquitectura.

Ya estaba cansándome de ser el centro de atención por los siguientes dos días.

Dark Sides | Min Yoongi [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora