── Dieciséis

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Mírame hablar desde mi corazón cuando se trata de ti.

 David Guetta & Justin Bieber (2U)


〔🍱〕


¿Y quién eres, Christopher?

Soy.... — en verdad quería decirle. Si tan sólo Minho no lo hubiera mirado con ojos iluminados y sonrisa coqueta, tal vez, tal vez hubiera tenido el valor de hacerlo. De confesarle sus tantas mentiras y prevenirlo de aquella mujer. Pero no pudo. — Soy el hombre más feliz del mundo por tenerte, eso soy. — dice, acompañando sus palabras con una leve risa.

¿Eso ibas a decir? ¿quién eres y qué hiciste con mi Chris? — bromea el menor, alejándose para ir a buscar algo de tomar a la cocina. Ya que parecía que su novio -que bueno es decir eso de nuevo- no quería subir a hacer cosas pervertidas con él. — ¿Quieres algo?

A ti.

De tomar, bobo. — Ríe, Christopher está realmente raro hoy.

Lo que sea.

Tengo eso, . — El menor regresa con un par de vasos y una lata de refresco. Podría haber tomado la cerveza que su madre tenía, pero seguro la mujer se volvería loca y le empezaría a sermonear acerca del alcohol. — Algo dulce.

Como .

¿Qué te pasa? — vuelve a reír bajo, sentándose a un lado del mayor en el sillón. — Estás muy raro.

— ¿Te parece raro que diga la verdad?

Minho no contesta, en cambio, ladea la cabeza y frunce el ceño, confundido por el tono serio de la pregunta. La cara de Christopher está impasible, es la misma cara que veía cuando volvían a la realidad luego de esconderse, la que le decía que Christopher estaba molesto.

¿Por qué estás molesto de repente?

— ¿Eh?

, hacías eso con tu cara cuando me recordabas que éramos un secreto, te enojabas porque yo quería que me mostrarás, hacías eso, ponerte serio. — dice, moviendo sus propias manos sobre su rostro.

Christopher quiere golpearse por ser un cabeza hueca, no era su intención hacer sentir incómodo a su lindo novio ó recordarle esos momentos, sólo había preguntado aquello por curiosidad, por saber si Minho creía en él, si lo consideraba sincero.

Perdón.

Está bien, siempre me pareció sexy ese gesto. — responde el menor, tomando la lata de refresco para abrirla y colocar el liquido en los vasos. Puede ver de reojo que Chris sigue sus movimientos, teniendo su cuerpo en su dirección. — ¿Qué?

Nada, sólo me gusta verte.

Eso era todo, ya no podía. Sus mejillas se tiñeron con color al escuchar eso, dejó a un lado lo que hacía y se giró para besar al mayor.

Quería besarlo como siempre lo hacía, con claro deseo y morbo en sus movimientos, pero, Christopher...

El pelinegro se alejó cuando quiso subir el nivel del beso, sostuvo su rostro con suavidad y le miró a los ojos. Acarició sus mejillas, besando cada una con cariño para luego volver a besarlo. Christopher lo besó despacio, sin prisa, sólo disfrutando el momento íntimo entre ambos. Invadió su boca, profundizando el beso, pero siguiendo ese ritmo lento, chupando sus labios, volviéndolo loco.

Cuando se separan, un fino hilo de saliva sigue uniéndolos, que se rompe al momento en que Chris deja otro pequeño y rápido beso en los labios cereza. Las pupilas del menor se encuentran dilatadas, Christopher le mira con ojos brillosos, con algo que puede definir como adoración. El mayor está tratando de decir algo, lo sabe, algo estaba pasando con él y quería saberlo.

Jamás me habías besado así.

— ¿No te gustó?

S-sí, es sólo que...

El sonido de unas llaves y la puerta siendo abierta interrumpen sus palabras, la voz de su madre es escuchada luego, haciendo que se separe del mayor y se levante brusco del sillón por la sorpresa.

Oh, ¿tienes visitas? — habla.

— No te preocupes, ya se iba. — responde cortante, como siempre. Importándole poco el porque la mujer llegó temprano esta vez.

— ¿No es el chico que vino a buscarte esa vez?

Soy su novio. — Christopher dice, mirando sobre su hombro a la mujer y arrepintiéndose en seguida cuando ve al pelimorado ponerse tenso.

¿Su novio?

, mi novio. Asqueroso, ¿No?

— ¿Qué? Min, yo no...

Te veo mañana, ¿vale? se dirige al pelinegro, cortando a su madre. Christopher levanta las cejas ante la notable molestia de Minho con su madre y sólo se deja guiar a la puerta cuando el menor lo jala para levantarlo.

¿Qué fue todo eso? — pregunta al llegar afuera.

Nada importante, pero debes irte.

De acuerdo. — Minho sonríe, sintiendo tranquilidad al no ser más cuestionado en el asunto por el pelinegro. — Si necesitas algo ó pasa algo, me llamas, ¿Está bien? — pide, pues sabe que Minho tomará sus palabras como algo referente a su madre.

, lo haré.

Minho estaba seguro que nada importante pasaría, que no tendría que llamarlo, pero su madre...jamás pensó que aquella llamada empezaría con todo.

𝗡𝗘𝗪 𝗥𝗨𝗟𝗘𝗦 › chanho ᜵  banghoWhere stories live. Discover now