—¡Reacciona, maldita sea!— Vociferó Elizabeth con su mejilla ardiendo.
— Shhh, lo siento, no quise herirte, Lizzie.— César abrazaba a su hija y acariciaba su cabello.— Todo lo hago por ustedes.— Asintió con su cabeza rápidamente sonriendo, totalmente fuera de si.
—¡No mientas!— Espetó Elizabeth moviendo la silla y alejar a su padre de ella.—¡Lo haces por ti! ¡Siempre fue por ti!— Gritó con rabia.
César le dió una mirada oscura a la chica, ella tragó grueso sintiendo el temor en sus venas, César quitó el cinturón de su pantalón de tela y enrolló en cinturón en su mano.
— No discutiré, Lizzie...— Murmuró lentamente.— No querrás ver a papá molesto.— Alzó su mano mostrándole el cinturón a la chica.
— No se te ocurra.— Susurró Elizabeth con pánico, César sonrió alegre.
— Entonces pórtate bien para papá, Lizzie.— César se acercaba a su hija y acariciaba su mejilla lentamente.
— Está bien, lo prometo.— Musitó con pánico la ojiverde.
— Buena, niña.— Alabó el mayor.— Ahora esperemos que tu hermana despierte, cenaremos en grande hoy.— César se alejaba de su hija y salía del lugar.
Mientras aquél hombre salía de aquél lugar deporable bajo su casa en Francia, dejando a ambas chicas encerradas, una castaña y un ojiazul llegaban al departamento de Elizabeth buscando rastros de César Bustamante.
Abrieron la puerta y se encontraron con una Martha inconsciente en el suelo y a una novia de Lucas despertando con un hilo de sangre saliendo de su cabeza.
—¡¿Alo, estás bien?!— Exclamó Lucas, acercándose rápidamente a su novia.
— No, pendejo.— Regañó su novia dándole un golpe en el brazo.—¿No ves que tengo la cabeza partida?— Puntualizó la pelinegra.
— Que genio.— Murmuró Lucas sobando el golpe en su brazo.
— Perdón, cariño.— Se disculpó la chica haciendo una mueca.— Tengo un dolor de cabeza insoportable y se llevaron a mi amiga.— Recordó abrazando a su novio.
Daniela veía a la pareja y negaba con su cabeza, se acercaba a una Martha inconsciente, la mujer iba despertando del golpe, la castaña le ayudó a levantarse del suelo.
—¿Martha?— Inquirió Daniela, sentando a la mujer en el sofá más cercano.
— Calle, tienen que buscar a César.— La mujer tomaba de los brazos a Daniela, el temor inundando sus ojos.
— Si, ya sabemos que se llevaron a Elizabeth y Poché.— La castaña se sentía frustrada.
— Dios, Poché no.— Murmuró Martha tomando su cabeza adolorida.
—¿Sabe dónde pueda estar César?— Cuestionó Daniela a la mujer, pensaba que podía tener información del hombre.
— No lo sé, puede estar en muchos lugares.— Murmuró la mujer haciendo el esfuerzo de recordar las propiedades de su ex pareja.
— Tiene que estar en un lugar que nadie conozca.— Puntualizó Daniela para si misma.
— Tengo la laptop de Lizzie, voy a rastrear el teléfono de Poché.— Lucas aparecía con computadora en mano.
— Rápido, Lucas.— Apuró la castaña teniendo la esperanza de que eso funcionará.
El ojiazul comenzó a teclear en la computadora, mientras se acercioraba de que su novia estuviera bien. Después de un rato Lucas logró rastrear el teléfono.
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La lista || Terminada
FanfictionNuestra historia empezó con un trato entre ambas. Un beneficio para las dos, un sentimiento disfrazado haciéndonos caer en el amor. Yo no buscaba enamorarme, sin embargo no pude evitar enamorarme de ella. Todo empezó por una lista...
Capítulo 37
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