Una persona aclaró su garganta, consiguiendo que ambas chicas apretaran los labios y se adaptaran a una postura recta sobre la silla.

Había sido el señor Potter; claramente las escuchó charlar en voz baja, pero ese murmullo fue lo suficiente para interrumpir el discurso lleno de nostalgia y emoción.

Lupin siempre sería como un ejemplo para seguir, y ahora que era profesor, esperaba ser como él.

-¿Algo que quieran compartir con la clase? -se cruzó de brazos.

Ambas negaron.

-No, señor Potter. -respondió Lola, haciendo una mueca- No se volverá a repetir.

-Creo que voy a considerar anotar todas las faltas que cometan. Mi amabilidad no quiere decir que tienen la libertad absoluta de hacer lo que quieran.

La rubia se sintió como una niña pequeña; odiaba ser regañada por los profesores, más delante de toda la clase que seguramente utilizaría ese momento como ataque en otra circunstancia.

Le traía muchos recuerdos de sus padres.

Era muy típico regañarla por algo que ella hiciera en alguna reunión familiar que fuera ''poco acorde'' a la situación.

Y siempre se limitaba a disculparse y guardar silencio; como ahora.

Harry captó ese encogimiento en su lugar, y le dio una pequeña negación que le diera a entender que no lo haría.

No aún, claro.

-Bueno, ¿en qué estaba? -llevó la mirada al resto de estudiantes- Me olvidé por completo. Como sea, terminen de sacar sus cosas.

Se giró en dirección al escritorio. Allí sacó una pequeña caja que contenía trozos de tiza en el interior; éstas obviamente le ayudarían a escribir todo lo que tenía pensado para la clase.

Lola acomodó sus pertenencias a la perfección. Su pluma al lado derecho, la tinta un poco más arriba, el cuaderno al centro y un libro debajo.

En cambio Némesis sólo tenía un bolígrafo con el cuaderno; muy pocos estudiantes los usaban. Seguían acostumbrados a la pluma.

-¿Qué pasó con tu pluma? -arrugó el ceño.

Suspiró. -La dejé en la habitación, así que siempre llevo esto en mi bolso. Por suerte nunca lo quito.

Albus se volteó en su silla en ese mismo instante, siendo imitado por Scorpius.

El segundo mencionado le sonrió, apoyando su brazo en la mesa de la chica.

-¿El señor Potter te dijo algo? -preguntó, haciendo referencia a la charla que ellos dos habían tenido minutos atrás.

Acomodó su pelo hacia atrás, encogiéndose de hombros. -Una pequeña advertencia y ya. Pero por favor, Albus, que no se vuelva a repetir.

Abrió la boca con indignación.

-No fue sólo culpa mía, también fue tuya.

-¿Mía? ¿Por qué?

-Te quedaste dormida junto a Némesis en la sala común.

-Pero tú me mentiste diciendo una hora incorrecta.

Ambos entrecerraron los ojos, como si fueran grandes rivales; eso sólo hizo reír a los otros dos, y fue Scorpius quién decidió calmar la tensión.

-Da igual, ya estamos aquí en la primera clase y no volverá a suceder. -asintió, creyente de sus propias palabras- Comenzaremos a dormirnos más temprano y no beberemos durante la semana. Fines de semana sí.

SUNFLOWER | Harry PotterWhere stories live. Discover now