How I Met Your Mother ||Larry||

Prólogo

Louis lleva observando a sus hijos y su comportamiento cada vez que su esposo, Harry, está cerca de ellos.

Y lo que sucede es que...

Se fue dando cuenta de que sus hijos estaban siendo injustos con su esposo. ¿Cómo? Porque lo nota un poco triste cada vez que ellos lo ignoran y pasan de él, y por eso decide darles una lección.

En especial cuando ellos dejan plantado a su mamá en su restaurante favorito. Los había citado en ese sitio, que ha sido testigo de muchos momentos especiales en la familia, para darles una noticia muy importante y emocionante.

Le rompió el alma verlo llorar porque sus propios hijos le hicieron aquel desplante. Y esa fue la gota que derramó el vaso.

—Mis niños ya no me necesitan, Lou—llora aferrándose a su Alfa—¿Será que me habrán dejado de amar?

Louis lo arrulla y lo marca con su aroma para reconfortarlo. Su lobo le ruega que consuele a su Omega.

—No pienses eso, mi amor. Nuestros hijos te aman, eres su mamá. Lamento que te hayan dejado esperando tanto tiempo.

Harry se aleja un momento de su escondite y observa a Louis directamente a los ojos.

—No fue tu culpa, no tienes que pedirme disculpas. Tal vez solo estoy exagerando, como siempre.

Louis quiere gruñir, pero lo único que hace es acercar su mano para limpiar las gotitas de lágrimas que resbalaban por el rostro de su amado esposo.

Sentía la necesidad de hacer algo para quitar esa expresión de tristeza que Harry estaba cargando en ese momento.

—Hey, no amor. No te preocupes, todo se va a arreglar. Te amo muchísimo, recuérdalo.

Harry se apega a la caricia de su Louis y, a pesar de las circunstancias, le muestra una pequeña sonrisita.

—Yo también te amo, te amo muchísimo, mi precioso Alfa.

El Alfa se acerca y planta besitos en el rostro de su Omega, complacido de poder escuchar la hermosa risa de él.

—Todo va a estar bien, lo prometo. Deja todo en las manos de tu Alfa, ¿de acuerdo?—murmura suavemente cerca del oído de Harry.

—De acuerdo, confío en ti.

Louis sonríe comprensivamente y besa suavemente la frente de su esposo.

—Eso amor, ahora me gustaría consentirte. ¿Dejarías que lo hiciera? ¿Me permites reconfortarte, Dulce Omega?

Harry sorbe su nariz y asiente levemente. Necesitaba sentirse mejor y confiaba muchísimo en su esposo, sabía que lo estaría en manos de Louis.

—Sabes que sí, no necesitas pedirme permiso. Confío plenamente en ti, Lou.

—Siempre quiero saber si estás de acuerdo, es necesario mi amor.

—Tú siempre tan atento conmigo—dice sonriendo un poquito—Pero si te hace sentir seguro, te permito darme consuelo y hacer lo que quieras conmigo.

Louis en otro momento pensaría que eso era luz verde para poder tener algo más íntimo, pero ahora de verdad iba a darle consuelo.

—Gracias, mi amor.

El Alfa se encarga de besar cada rincón del cuerpo de su Omega, pensando en lo afortunado que era al tener un esposo tan hermoso. Deja tres besitos en el vientre de Harry y sonríe cuando el Omega se acerca a dejar una caricia en su hombro.

Harry se sentía adormecido, estaba encantado y definitivamente estaba más tranquilo. Louis se encargó de todo, amaba mucho a su esposo.

—Todo estará bien, mi sol. Me haré cargo de todo. ¿Estás de acuerdo?

—No seas tan severo con ellos, Lou. Ya pasó, hablaré con ellos en la mañana.

Louis quería debatir al respecto, pero por ahora se iba a encargar de hacer sentir mejor a Harry.

Ya arreglaría todo con sus hijos.

E iban a conocer el lado protector hacia su Omega. Eran sus niños, pero le estaban faltando el respeto a su madre y eso no lo iba a dejar pasar fácilmente.

Louis y Harry no los educaron así.

—Descansa, precioso.

—¡Lou!—le reclama—No me cambies de tema, Alfa.

Louis se rio y negó.

—No prometo nada.

Harry soltó un suspiro y dibujó una sonrisa suave en el rostro, deja un beso en su mejilla y se abraza a él. El cansancio comenzaba a pasarle factura, y lentamente fue quedándose dormido.

Cuando Louis fue consciente de la calmada respiración de Harry, soltó un suspiro.

—Te amo demasiado, pero nuestros hijos merecen aprender una lección y yo me voy a hacer cargo.

Iba a darles una lección que jamás iban a olvidar.