You are only mine - Sanzu x Lectora (Yandere & Toxic)

12

-"Sabes (T/n)?" tu padre empezó a hablar mientras comía con tranquilidad "Yo siempre desee tener un hijo"

Solo escuchabas con atención, queriendo tomar el cuchillo que tenías y clavarselo en el cuello.

Pero las sogas que te habían colocado los hombres de tu padre te lo impedían, habían atado a ambos.

-"Cuando naciste, me sentí muy decepcionado, pero intenté educarte lo mejor posible" continuó hablando

-"Y? Acaso salí como quisiste?" Lo miraste mal

-"No exactamente" respondió "No tienes la fuerza que yo quería que tuvieras, por tu maldita extructura física, heredada de tu hermosa madre, te impide ser fuerte. Lo único en lo que eres buena, es en ser bonita"

-"Tengo que agradecer a mi madre por eso, porque sus genes eran dominantes" sonreiste "Incluso muerta se veía espléndida, no te dolió matarla?" hiciste un puchero

-"Para nada, esa maldita me dio una hija, y cuando se escapó de mi tuvo el descaro de tener un hijo" dijo en una mueca "Yo merecía tener ese hijo, alguien que siga mis pasos"

-"Oh~ bu~ bu~ pobrecito papi, se enojó de que mami era feliz con alguien más así que tuvo que...ACABAR CON TODA SU MALDITA FAMILIA!" pisaste con fuerza el suelo

-"Quienes no me sirven y me dan la espalda solo merecen la muerte, tu madre era una, y no podía dejar testigos"

-"En serio quieres estar con un tipo así?" dijiste mirando a Hime alzando una ceja

-"Yo nunca le daré la espalda a mi amado" dijo en una sonrisa

-"Te conseguiste una igual de loca que tu eh"

-"Puedo decir lo mismo de ti" tu padre apuntó a Sanzu "Al fin te conseguiste a alguien y dejaste de utilizar a los hombres para ganar dinero?"

-"Mm, sigo haciendo lo otro, pero con este loquillo a mi lado" sonreiste

-"Como sea, si está contigo entonces es mejor. Porque quiero que vengas conmigo" mencionó con calma aquel hombre

-"Pudrete, jamás estaría de tu lado viejo de mierda" le dijiste en un gruñido casi

Él te observó un segundo para luego ver a Sanzu.

-"Se ve que lo entrenaste bien, noté que le diste cierta mirada hace rato, y desde entonces no ha abierto la boca"

-"Qué puedo decir? Es un buen chico" te encogiste de hombros

En ese instante tu padre se levantó lentamente de su asiento.

Conocias la postura que tenía mientras se acercaba a ti, te encogiste en tu lugar, tu cuerpo queriendo huir.

-"Veamos que tan 'buen chico' es..." dijo tronando sus nudillos

Sentiste la mirada de pánico en el rostro de Sanzu, pero se quedó esperando alguna señal de tu parte.

-"Sabes? Eso es algo que nunca aprendiste cariño" mencionó tomando tu mentón y haciendo que alces la mirada "No sirve eso de 'buen chico', eso es patético"

Colocó su mano en tu mejilla, acariciandola primero.

-"Los 'buenos chicos' te obedecen porque quieren... Pero los 'buenos entrenadores' consiguen que cualquiera los obedezca..." separó su mano de tu mejilla, alzandola "Siempre"

Se escuchó un fuerte sonido de su palma golpeando tu mejilla.

Sanzu no dijo una palabra, mordiendo su labio hasta el punto de hacerlo sangrar para no hablar, pero intentó acercarte a ti, haciendo que se caiga al suelo, con la silla atada a su cuerpo.

-"Nada mal... No dijiste una palabra como ella te lo dijo, pero debiste-"

Tu padre estaba hablando hasta que se quedó en silencio cuando escuchó tu risa.

-"Ay papá... Qué te ha pasado?" empezaste a decir volteando tu rostro para verlo

Tenias una gran sonrisa, tu mejilla completamente roja por su golpe.

-"Gracias papi! Ahora ya no das tanto miedo!" reiste leve "Creo que lo años te tratan muy mal porque..." ladeaste la cabeza "Antes golpeabas más fuerte"

-"Maldita mocosa-" dijo para sujetar tu cabello

Desde fuera se escucharon varios disparos y sólo le dedicaste una sonrisa.

-"Muack~" le lanzaste un beso entre risas "Realmente pensaste que iba a venir sola papi?"

En el cuarto entró una bomba de gas, se escucharon unos pasos y otros disparos.

-"Eres una... Maldita..." el hombre dijo cayendo al suelo al respirar aquel gas

-"Lo sé, tú me criaste" dijiste mientras unas manos te colocaban una máscara de gas

Aquí empezaba tu venganza.