ONE SHOTS ( YEONGYU)

Being a single parent is hard.

Malhumorado Beomgyu se volvió hacia él y se sorprendió porque las cejas de Yeonjun parecían francamente preocupadas. Eh, raro.

-¿Qué podrías querer saber? Los bebés lloran, Yeonjun, no es como si le hubiera dado un puñetazo ni nada. No soy un mal padre solo porque mi hija está llorando.

-Por supuesto que no, mis hijos lloraron constantemente durante los primeros tres meses, no creo que ni siquiera se detuvieran a respirar-. Yeonjun sonrió, era diminuto, solo una peculiaridad de la boca, pero el corazón de Beomgyu dio un vuelco al verlo.

-Oh-, dijo Beomgyu, sintiéndose un poco estúpido. Por supuesto que Yeonjun sabía que los bebés lloraban, tenía dos propios. Uf, ¿por qué era tan idiota? No es que Yeonjun haya hecho la queja por el ruido, fue otro imbécil con un palo en el culo. Toma, Beomgyu, solo dale a Yeonjun una buena reprimenda que no se merece, manera de ser un hijo de policía perspicaz.

-Cierto, lo siento-, se pasó una mano por el pelo y miró al suelo. -Um, solo está de mal humor, es hora de la siesta, pero olvidamos su chupete y no volverá a dormir sin él.

-Bueno, entonces, es una suerte que yo sea el oficial que respondió a la llamada-, dijo Yeonjun, con una sonrisa extendiéndose por su rostro que dejó sin aliento a Beomgyu.

-¿Oh sí?-

-Sí. Sígueme.-

Beomgyu iba detrás de Yeonjun con su bebé que seguía gritando. Yeonjun abrió la puerta del pasajero de su patrulla y comenzó a revisar la guantera. Beomgyu miró dudoso.

-¡Lo encontré!- Yeonjun salió del auto y caminó de regreso a Beomgyu sosteniendo un chupete que parecía totalmente sin usar. Él se lo entregó después de desinfectarlo. -He tenido la intención de deshacerme de esto durante años, pero nunca salió de la guantera. Resulta que eso pudo haber sido algo bueno.

Beomgyu se quedó mirando el chupete durante un largo momento, un poco perdido, y luego tuvo el buen sentido de hundirlo en la boca de su bebé. Sus ojos se abrieron con sorpresa y luego se tranquilizó. Así. Al igual que Beomgyu sabía que lo haría si él le hubiera traído un chupete. Gracias a Dios por Choi Yeonjun.

-Así que, eh, ¿antes de ser policía eras un boy scout? ¿Siempre preparado?-

-No,- dijo Yeonjun, arqueando la boca de nuevo. -Solo un padre soltero que ocasionalmente lo hace bien.

-Ah-, Beomgyu tosió conscientemente. -Gracias, oficial Choi, ha sido de gran ayuda.

Yeonjun asintió solemnemente. -Solo cumplía con mi deber, ciudadano-.

Cuando su papá finalmente llegó a recogerlos, preguntó cómo había estado la biblioteca.

-Muy informativo-, dijo Beomgyu, mirando por la ventana con su bebé durmiendo en su asiento de seguridad detrás de él. -Aprendí mucho.-

-Bueno-, dijo su padre. -Para eso están las bibliotecas.

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Beomgyu lidió con mucha basura como padre soltero, la gente preguntaba dónde estaba su esposa, por qué estaba criando a una niña y, en general, juzgaba su existencia como un todo. Estaba bastante acostumbrado, pero eso no significaba que no lo molestara. O herir sus sentimientos. Afortunadamente, su padre lo había criado para que tomara sus propias decisiones e ignorara las opiniones de quienes no estaban involucrados. Porque a todos les encantaba dar consejos, no importaba si eran útiles o no.

Era día de compras otra vez, y aunque Beomgyu sabía que era una mala idea sacar a Minjeong con los signos reveladores de una rabieta en un futuro cercano, también sabía que no tener comida en la casa, también conocida como fórmula, solo significaría más rabietas. más tarde en el día. Además, no tendría nada para alimentar a su hija y eso era mucho peor que sacarla en público bajo la amenaza de una rabieta. A veces, la crianza consistía en elegir el menor de dos males.