You Can Break It

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Los ojos esmeralda brillaron al ver la sonrisa de su mejor amigo, Louis estaba molestando a Liam por algo que no podía escuchar al estar guardando las cosas en el carro del irlandés. Ambos caminaron hacia el rizado para entregarle la última maleta y poder iniciar su viaje. 

 Louis era el conductor designado por lo cual Harry iba de copiloto, esto lo hacía automáticamente el encargado de la música. A pesar sus quejas, todos terminaron cantando a gritos, incluso el ojiazul que parecía tener una aversión por la música indie, parecía disfrutar y terminaba siguiendo a los demás en el coro. 

 — Joder amigo, ya quiero llegar al hotel —habló Niall emocionado—. Dicen que hay un bar de moda, se llama Kill my mind y tiene buenas recomendaciones. 

— Mejor vamos a donde nos lleve el viento, quizá lleguemos al fin de la Tierra — bromeó Louis guiñándole un ojo a su amigo. 

— ¿En serio estás haciendo una referencia a la canción, Tommo? Déjame decirte que te salió horrible. 

— Cállate Payno— escuchó al rizado reír e hizo una mueca de indignación — ¡No te pongas en mi contra, ricitos!

— ¡No lo hago! — Mordió su labio para contener la risa, sus mejillas empezaron a sonrojarse y rápido cambió el tema—. Creo que es buena idea lo del bar, es mejor estar del otro lado de la barra por una vez. 

 Sus amigos sonrieron al ver a Harry más relajado y dispuesto a divertirse. Louis movió su mano hacia la rodilla del menor, algo casual para ellos, sin embargo eso hizo fruncir el ceño de los otros tres. Si eso hubiera pasado hace unos años no le habrían tomado importancia, pero todos ahí eran conscientes de que no habían sido los mismos desde el año pasado, tan solo hace pocos meses estaban recuperando su amistad. Nadie dijo nada. 

 Al llegar al hotel los empleados los recibieron con mucha amabilidad, quizá se debía a que Louis era hijo del dueño y posible sucesor. Este había hablado con su padre sobre pasar la noche él y sus amigos, no tenía que ser una habitación lujosa pero Jack había insistió en darle dos de las mejores suites. 

  Louis y Harry compartían una habitación y los otros tres la segunda. Cada una tenía dos camas por lo que no había sido problema compartir. Mientras los demás dormían o desempacaban las cosas que usarían en la noche, el ojiazul le pintaba las uñas al rizado ya que este no lo pudo hacer antes.

 El de ojos esmeralda tarareaba una canción mientras su amigo pasaba otra capa de azul a su uña, sin embargo el sonido de su celular lo hizo hacer una mueca. Louis lo notó pero no iba a preguntar nada, sabía que Harry le diría en cualquier momento si quería.

 — Mamá pregunta por la universidad — resopló cansado tirándose hacia atrás  dramáticamente golpeándose la cabeza cuando las uñas estuvieron listas. Louis soltó una carcajada pero después le acarició el golpe con cuidado— A veces me hubiera gustado hacer otra cosa y no solo porque mamá quería ¿Sabes? 

— ¿Cómo qué?

— No lo sé—  miró sus uñas y sonrió— ¿Tú ya has pensado en ir a la universidad?

— No— se acomodó junto a su amigo, ambos mirando al techo —. Hace mucho no pienso en eso, ni siquiera sé lo que quiero hacer con mi vida ¿Quién decidió que un adolescente podría saber a qué dedicar su futuro? Tengo veintitrés años y no tengo planes a futuro ni a corto plazo, creo que solo haré lo que mi padre quiere y dirigiré su cadena de hoteles cuando se retire, después de todo he estado trabajando para él los últimos años. 

— Uh, comprendo— ambos giraron sus cabezas conectando sus miradas— ¿Qué sucedió con tus canciones?

— No hay futuro en eso, ricitos. 

I don't need my love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora