Las Lunas Superiores Apestan || KNY ||

🌙 De nuevo conmigo🌙

Abrió los ojos con pereza y lentitud, el sol era opacado por unas nubes oscuras en el cielo. El aire se sentía helado y el ambiente pesado, como si algo malo fuese a suceder ese mismo día. Se puso de pie para salir a dar una pequeña caminata alrededor de la finca, no temía del sol puesto que las nubes eran su salvación. No había nadie a los alrededores al parecer pues el silencio era absoluto, unió sus dedos y luego los separó esperando poder ahora utilizar sus hilos pero aquello fue imposible, ese extraño líquido que le proporcionaban cada rato era bastante fuerte y efectivo.

Continuo con su caminata hasta dar con una puerta abierta que daba a una de las habitaciones, entró en sumo silencio cuidando de no ser visto y oído y acabar muerto. Dentro solo deslumbró la figura de un hombre dándole la espalda de cabellera negra y medianamente larga. Acompañado de un kimono blanco con un patrón de niebla rosa y púrpura, le era conocido más no podía ver su rostro.

─── Hoy será un día frío. ─── mencionó dicha figura con un habla dulce y gentil, alto para ser escuchado por terceros pero lo suficientemente discreto como para que su voz no saliera de la habitación. ─── Siempre he sido bueno con las previsiones.. Hay alguien ahí ¿Verdad?

Inmediatamente se escondió detrás de la puerta, maldición. Estaba empezando a ponerse nervioso de que llamase a algún cazador y que perdiera la cabeza ese mismo día.

─── Debes ser ese demonio atrapado por Tengen ¿No? No tuvimos una buena primera impresión. Perdona a Sanemi si te hirió. ─── Nuevamente esa voz tan dulce y suave ¿Un humano era capaz de hablar de esa forma? Era algo nuevo para el pequeño demonio, no se sentía en peligro en lo absoluto.

Se acercó paso a paso hasta sentarse a una distancia considerable, ahora podía ver mejor su rostro. No estaba seguro de si aquello que tenia en este mismo era una cicatriz, solo era consciente de que no podía ver. Enfrente suyo había una puerta abierta que daba nuevamente afuera.

─── ¿Alguna vez has tenido la sensación.. De que algo malo va a pasar? Algo que no puedes evitar. ─── mantuvo el silencio por un tiempo, había tenido ese presentimiento hace tiempo cuando su supuesto padre intentó matarlo mientras dormía. Pero eso no era algo que un humano común comprendería.

─── Es cierto, olvidé presentarme. Me llamo Ubuyashiki Kagaya pero imagino que habrás oído varias veces a mis niños decir Oyakata-sama. ¿Y tu nombre? ─── Añadió en pregunta mientras acomodaba su kimono, quizás era el frío. El ya estaba acostumbrado a los climas fríos y húmedos.

─── ... Rui.. ─── Responde con un tono bajo, estaba dudoso de si decirle su nombre era buena idea. Pero se veía que no podría siquiera desenvainar una espada para cortarle el cuello. ¿Estaba seguro con ese hombre?

Pareció sonreír amablemente cuando le dijo su nombre, como si hubiera sido el mayor logro haberlo averiguado.

─── Encantado de conocerte, nuevamente lamento si alguno de mis niños no te ha tratado con debido respeto. Es algo que sucede normalmente, en especial Iguro o Sanemi. ─── Ante el primer nombre mencionado deja salir un gruñido, jura que tomará venganza de ese estúpido pilar arrancándole las extremedidades una por una.

La conversación pareció terminar, el no estaba dispuesto todavía a hablarle al tal Oyakata-sama, y Kagaya prefería no atormentarlo con preguntas de las cuales desconozca si el albino está cómodo con responderlas.

Suavemente se marchó de la habitación no sin antes despedirse, había sido un hombre realmente amable a comparación de los pilares con los que había compartido momentos no tan agradables.

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La lluvia comenzó más fuerte de lo normal, habían truenos y estaba mojandose, había visto a Tomioka caminar de un lado a otro sin acercarse o pasar a preguntarle si necesitaba algo. Asumió que estaba haciendo su trabajo y estaba ocupado así que no le tomó mucha importancia. Prontamente se enteró que Kagaya había sido escoltado fuera de ese lugar por lo que empezó a cuestionarse que estaba sucediendo como para que se fuera.