🔥 Escape mortal 🔥

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¡Yo soy tu asesino! ¡He sido yo quien ha hecho recaer sobre ti esta hora de infortunio!

Horacio Walpole

Abbadón me gritaba que corriera. Pero no quería dejarlo, quería escapar junto con él.

-No lo escuches Agnes, corre, salvate!-me repetía una y otra vez -No te preocupes por mí. Dorian te hubiera dicho lo mismo.

Que voy hacer.

-¿Por qué no te quedas y descubres la razón de por qué estás aquí?

Agnes no sabía porque estaba allí. Mejor dicho no se acordaba.

-No me acuerdo, no sé que hice para merecer esto.

-Puedo hacer que recuperes la memoria.

-¿Cómo?

-Te someteré a un tratamiento, ya verás.

-¡No lo escuches Agnes, corre de una vez!-volvió a interrumpir Abbadón.

-No voy a dejarte, lo sabes.

"Maldito sentimentalismo" pensó Abbadón, tenía que decirle algo para que reaccione pero qué.

-Dorian nunca te quiso. Que sólo te estaba usando.

-No es cierto... -sollozó Agnes y sintió como su corazón se le estrujaba.

-Así es, no vale la pena morir por él. ¡Corre, vete ya!

Intuía que todo lo que decía Abbadón sólo lo decía para proteger y quizás no era verdad. Pero de algo si estaba segura, era que tenía que escapar ahora o nunca.

-Gracias Abbadón, dile a Dorian que lo quise y que siempre lo querré.

Fueron sus últimas palabras y luego se dió a la fuga. Se adentró en el bosque, con los ojos llenos de lágrimas sin mirar atrás.

El doctor intentó dispararle cuando esta comenzó a correr pero falló ya que Abbadón aprovechó para desviar su puntería hacia arriba. Lucharon mano a mano, cuerpo a cuerpo y Abbadón logró por fin sacarle el arma al doctor.

En su escape Agnes recordó las trampas que le había mencionado Victor y esquivó cada una de ellas.

Los perros que andaban sueltos notaron su presencia. Sedientos de sangre fueron en su búsqueda. Agnes aceleró su marcha.

Mientras tanto en la lucha de Abbadón y el doctor ninguno se rendía. El doctor sabía que Abbadón era más fuerte que él y tarde o temprano tendría que rendirse.

-Ven pelea como un hombre.

El doctor tratando de escapar, tropezó. Abbadón lo tomó del cuello y lo levantó en el aire.

-¿Por qué no te mueres de una vez?-pronunció en cólera Abbadón

El doctor no podía respirar, sacó de su bolsillo una jeringa que clavó brutalmente en el cuello de Abbadón éste se desvaneció en el momento. El doctor cayó y volvió a respirar, buscó su escopeta y fue trás Agnes.

Quien seguía escapando y corriendo por su vida. Los perros estaban alcanzándola. Como vió que estaban muy cerca subió a un árbol, los perros le ladraban desde abajo. El doctor espantó a los perros con varios tiros y estos se alejaron del lugar.

Cuando el doctor llegó al lugar, obligó a bajar a Agnes del árbol. Agnes se vió amenazada y tenía que hacer lo que él le decía.

Una vez que bajó el doctor la sujetó y la levantó llevándola sobre sus hombros. Agnes gritó, pataleó y le suplicó que la dejara ir.

-Podría dejar que escaparas, pero no puedo dejarte ir. O quizás después de un último beso...

El doctor la llevó consigo e intentó besarla a la fuerza, pero Agnes se negó con la cabeza.

-!Eres un enfermo!

-Desde la primera vez que te ví, me gustaste, admíte que tú también, ví como me mirabas...

Ella intentó inútilmente sacárselo de encima.

El doctor manoseó sus pechos e intentó arrancarle la ropa.

En ese momento a Agnes se le vino recuerdos de cuando era chica. Imágenes borrosas pero recuerdos al fin.

-Ya sé lo que eres.. ¡Eres un maldito violador!

-¿Y qué vas hacer? ¿matarme?-se burló.

En ese momento quedó poseída por el mal y adquirió una fuerza sobrenatural. Se soltó del doctor y le dió un rodillazo en sus genitales y este sintió un dolor que se los tuvo que sujetar con ambas manos.

Agnes aprovechó para tomarlo del cabello y golpearle la cabeza contra un árbol. La frente del doctor comenzó a sangrar. Le dió varias patadas en el estómago y este se retorció del dolor. Este recibió muchos golpes. Finalmente cayó al suelo y Agnes se le subió encima, siguió golpeándole en la cara hasta que su cara se volvió roja. El doctor se encontraba medio moribundo pero añadió:

-¿Vas a matarme como a tu hermana?

Agnes estaba fuera de sí, y no le contestó. En un movimiento feroz, y con un grito hundió los ojos del doctor con sus propias manos y el doctor murió al instante.

"Lo he asesinado"

"Soy una asesina"

Se repetía una y otra vez.

Agnes se desconoció por completo, la furia había pasado. Pero aún le hervía la sangre. Muchos recuerdos le habían llegado a la cabeza. Pero ahora sabía algo más atroz. Había matado a su hermana.

Después de que mató al doctor, Agnes caminó sin rumbo por un rato. Ya no tenía fuerzas, se recostó en un árbol y cayó en un profundo sueño.

Canción: Devil side-Foxes




































El infierno de Agnes 🔥[Historia terminada]✓Where stories live. Discover now