XIV. Deseos

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Por fin puedo tener a mi bebé en mis brazos, es tan hermosa, sus mejillas rosadas, sus enormes ojos, su sonrisa y su olor. Con algo de temor paso una de mis manos por su rostro con tal delicadeza, quiero grabar cada uno de sus detalles en mi memoria. Respiro profundo, le doy un besito en su frente y lleno mis pulmones con su esencia.

"Huele delicioso... Huele como a... Cerezas"
"Si, huele a cerezas... Su aroma es delicado y dulce"

- Kiraz, digo en voz alta
- Kiraz, suena bien... ¿Tu que dices mi niña hermosa?

"Como su fruta favorita"

Es inevitable no pensar en Serkan comiendo y saboreando las cerezas que yo le llevaba a la oficina. El inolvidable momento en el que prometió plantar un jardín de cerezas para que cada vez que yo lo viera me acordara de el. Y al recordar esto una sonrisa llena mi rostro.

"Si quiera cumpliste una de tus promesas Serkan Bolat"
"Y me haz regalado el mejor jardín de cerezas... Nuestra hija"

Dejo un besito más en su frente, mis ojos se llenan de lágrimas.

"Ser madre es una experiencia increíble pero a la vez atemorizante"
"Me gustaría que estuvieras aquí Serkan"
"Que desearas estar aquí con nosotras"
"Que vieras su carita y la tomaras en brazos"

Estoy embelesada con mi bebé, no existe nadie más en el mundo para mí, me dedico a contemplarla, a ver sus hermosos ojos, su nariz, su boquita, es tan pequeña. Pero lo que estoy disfrutando más que nada en el mundo es poder sentir su esencia, su olor... Ese olor a cerezas que percibí en el momento en el que la tuve en mis brazos.

"Es la bebé que mejor huele en el mundo"
"Y si llamamos Kiraz"
"Si kiraz... Kiraz suena lindo"
"¿Que diría Serkan?"
"¿Que opinas Serkan? Llamamos a nuestra hija Kiraz, como tu fruta favorita"
"Sera como tener un doble recordatorio de todo lo bonito que vivimos"

Perdida por completo en mi hija, en sus expresiones, en su olor, beso su frente, tomo su pequeña mano en la mía, mi corazón se acelera con cada caricia, llevo su mano hasta mis labios para dejar en ella un besito, cierro los ojos y es cuando percibo un olor familiar, tan familiar, siento su olor sobre nuestra bebé.

"Es su olor"
"Es la esencia de Serkan"

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Llego a mi hotel, a mi habitación, solo quiero bañarme y dormir un poco antes de tomar mi vuelo de regreso a Estambul, de regreso a mi realidad...

Me quito el saco, lo dejo en la silla, empiezo a desabotonar mi camisa, cuando la tengo toda abierta y mi pecho esta al descubierto me acerco al mini bar, necesito un trago, después de todo lo sucedido me lo merezco. Con el vaso en mi mano y mirando por la ventana al cielo, lo único que viene a mi mente es la bebé del ascensor.

"Era una bebé muy linda, tenia unos enormes ojos..."
"Su mirada era igual a la de Eda"
"Con seguridad si hubiéramos tenido una hija sería tan hermosa con esa bebé, tendría sus ojos, su mirada, su sonrisa... Sería un ángel igual que su madre"

No hay día en el que no me pregunte por ti

"Eda mi amor..."
"¿Dónde estas?¿Estás bien?"

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Estoy a punto de llegar a ArtLife en mi convertible, con un traje oscuro tres piezas, camisa blanca, lentes oscuros. muy similar al día que llegue de Londres antes de conocer a Eda. Repito en mi mente el plan en el que he pensado por semanas y que solo hasta ahora tengo el valor de ejecutar.

SOMOS DESTINO - EDA Y SERKANWhere stories live. Discover now