Capitulo 4.Una muy mala idea

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—¿Y bien? ―le preguntó expectante, Jose se masajeó la sien.

—No sabía nada y encima me ha amenazado. ―contó Jose, Evan abrió la boca sorprendido y parpadeó un par de veces confundido.

— Pero... ―trató de hablar Evan pero Jose lo interrumpió levantando una mano.

No quería escuchar nada más y estaba pensando en poner a Evan en la lista de personas de las que no quería escuchar consejos, justo por debajo de su padre.

        —Te está protegiendo.

Las palabras de Matt retumbaron en su cabeza, ¿protegerlo? ¿en serio? Cada vez entendía menos a esa chica. Pero la verdad era que no lo estaba protegiendo a él, sino a Matt y a Sonia, ya que si contaba que era lo que supuestamente había pasado entre ellos dos lo matarían. ¿Pero qué demonios se suponía que le había hecho? Por más que se estrujaba la mente no la recordaba, ni siquiera recordaba a alguien llamada Nora. Apretó el lápiz furioso casi haciendo que se partiese por la mitad, estaba empezando a detestar a esa chica de verdad. Además, ¿por qué se pasaba todo el día leyendo libros? se creería muy interesante, notó como Evan le daba un codazo en el costilla. Se giró hacia su amigo y lo fulminó con la mirada, su amigo le indicó con la cabeza que mirase al frente, cuando lo hizo se encontró con el profesor de filosofía mirándolo fijamente.

— ¿Y bien? ―dijo el profesor, él lo miró horrorizado. ¿En qué momento había entrado el profesor y había empezado la clase? Y más importante todavía ¿en qué momento le había hecho una pregunta? Notó como se posaron sobre él todas las miradas, tragó saliva nervioso y se hundió más en la silla. ― Por lo que se ve nuestro amigo Pepe estaba ignorándome por completo.

— Yo no.. ―trató de defenderse Jose.

— ¡Yo! Que vengo aquí con toda mi ilusión a llenar vuestros cerebros de conocimiento. ¡Con lo que me esfuerzo por hacer las clases amenas! ―protestó el profesor sentándose en la silla mientras hacía pucheros, dejó el libro sobre la mesa y escondió la cabeza entre sus manos.

—¡Estarás contento! Has deprimido al profe. ―le chilló Sonia

—Pero yo... lo siento profesor. ―se disculpó Jose antes de empezar a recibir insultos provenientes del resto de sus compañeros, pero su intento fue en vano ya que antes de darse cuenta empezaron a llamarlo de todo.

¿Pero qué clase de instituto era ese? Tenían antidisturbios en la entrada, se mataban los unos a los otros y ahora se unían todos para defender a un profesor, no había quien los entendiese.

—Tranquilos, calma...―pidió amablemente el profesor. ―Jose no lo volverá a hacer más ¿verdad?.

Su profesor lo miró con ojos llorosos y habló con voz temblorosa. Por lo que él asintió, sintiéndose culpable.

—Muy bien. ―el profesor se puso en pie recuperando con rapidez su habitual tono alegre, Jose enarcó una ceja. Si que se le había pasado rápido el berrinche.

Puso toda su atención en lo que quedaba de clase, no quería volver a ser el centro de todos los insultos de sus compañeros. En la siguiente clase también puso esmero, necesitaba distraerse y pensar menos en lo que odiaba ese instituto.

En la hora del recreo se sentó en el banco al lado de Cris y se puso a comer su bocadillo en completo silencio.  A su lado Evan hablaba animadamente con Bel y con Sonia, al parecer la pelirroja le estaba enseñando formas de noquear al contrario de un solo movimiento; mientras tanto Cris intentaba meterlo de vez en cuando en la conversación que tenía con Helena pero él lo evitaba contestando únicamente con monosílabos por lo que su amigo desistió. Para su sorpresa, Nora no  había desaparecido como en los anteriores recreos sino que estaba sentada en el suelo con la espalda apoyada en el muro mientras leía un libro sin hablar con nadie. De vez en cuando Jose le lanzaba miradas asesinas pero ella parecía ajena a todo eso.

Tienes que ser tú (TQST Libro #1)©Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora