04

3.1K 596 222
                                    

El aire comenzó a faltarle, llevaba corriendo más de quince minutos sin detenerse ¿Cómo es que Baji y Mitsuya no se cansaban?

No era necesario girar su rostro para confirmar que ambos jóvenes lo seguían pues escuchaba sus gritos perfectamente.

─¡Kazutora detente, juro que no te hare nada!

Uy sí, cómo no. ¡A otro perro con ese hueso!

Si las circunstancias fueran diferentes, él encantado pelearía contra sus dos amigos, pero esta vez en serio los hizo enojar y de seguro no terminaría para nada bien. Era demasiado joven y guapo para ir con San Pedro.

A la distancia pudo divisar una cabellera de tonos rojizos, sonrió corriendo en su dirección.

─ ¡Akkun! ─Canturreo feliz, levantando su mano en señal de saludo. El mencionado sintió un escalofrío, nada bueno sucedía cuando el mayor estaba cerca. Se dio cuenta de eso cuando diviso dos cabelleras más, una negra y una lila, y por sus caras estaba seguro que no estaban jugando.

─ ¡Corre, Atsushi! ¡Corre y no dejes de correr!

Su cerebro solo acato la orden y eso que él no tenía nada que ver con lo que sea que haya hecho el Hanemiya. Por su parte, Kazutora comenzó a reír, era divertido ver el rostro de susto del menor y cómo siempre terminaba metido en alguna de sus locuras.

─ ¡Jamás me atraparan!

Vocifero con fuerza, girando su rostro con la intención de provocar más a los otros dos. Su alegría no duro mucho pues, por seguir viendo hacia atrás, termino estampándose de golpe contra un poste que estaba ahí, justamente para ese momento.

Su vista se volvió borrosa, su cuerpo entero tembló.

Baji y Mitsuya estallaron en risas, "Karma" "Bien merecido te lo tienes"

El menor, que se detuvo por el fuerte ruido de Kazutora estrellándose, volvió por él. Quería unirse a las carcajadas, pero al ver un hilo de sangre bajando por la frente del bicolor, se asustó. Como pudo lo tomo entre sus brazos, cargándolo estilo princesa.

─ Mamá escucho borroso, métame en arroz

Los otros no se dieron cuenta del escape ya que se echaron al piso a continuar riendo. Los ojos amarillentos del Hanemiya se abrieron con lentitud, apreciando el hermoso perfil de Atsushi Sendo.

¿Acaso por el golpe Akkun se veía mucho más apuesto? Y ¿Por qué esos querubines revolotean alrededor del menor?

¿Acaso por el golpe Akkun se veía mucho más apuesto? Y ¿Por qué esos querubines revolotean alrededor del menor?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

─Auch ─Se quejó cuando el alcohol hizo contacto con su herida─ ¡Sé más cuidadoso, Akkun!

─¡Quédate quieto!

El de cabellos ciruela termino llevando al mayor hasta la peluquería donde trabajaba a tiempo parcial, unos minutos le tomo a Kazutora volver en sí.

─¡Eres grosero! ─Llevo sus manos hasta su frente, Akkun dejó escapar un suspiro y, solo hasta ese momento, recordó el golpe del mayor y comenzó a reír.

Kazutora le dedico una mirada de odio.

─Lo... lo siento, pero es que... ─ Hacia lo posible por aguantar su risa─ Incluso, Baji-kun y Mitsuya-kun dejaron de perseguirte para echarse a reír.

─ ¡No me lo recuerdes! ─ Sus mejillas adquirieron un ligero tono carmín─ Esa fue una estrategia... ─Dijo bajito

─Mintiendo por quedar bien

Una tercera voz se unió a la conversación

─ ¿Chifuyu?

─Hola, Kazutora

─ ¿Qué...? ─El de mechones rubios observo al menor, quien se encontraba sentado usando una máquina para el secado de cabello mientras leía una revista.

─Hola, Kazutora-kun ─Su mirada avellana se movió hacia un lado, notando a otro rubio. Haciendo lo mismo que el anterior.

─ ¿Por qué ustedes...?

─Fácil ─Matsuno dejo de lado la revista, enfocando sus celestes ojos sobre el Hanemiya─ Tengo que verme bien para cuando Baji-san se me confiese

Dijo con seriedad, el mayor no entendía. Takemichi soltó una pequeña risita, Akkun fue a atender a otro cliente.

─ ¿Acaso no has leído magas shojo? ─Recibió una negación como respuesta─ Cuando dos personas se quieren, es normal que tengan una romántica confesión la noche de un festival, mientras que el cielo nocturno es iluminado por los fuegos artificiales

Emocionado termino su relato.

─Chifuyu, no quiero destrozar tus expectativas, pero hablamos de Baji. Él de seguro preferirá quemar autos antes que asistir a un festival, así que tu cielo nocturno será iluminado por las llamas de autos incendiándose.

El menor se cruzó de brazos, inflando sus cachetes en señal de molestia. Había olvidado ese pequeño detalle.

─ ¿Tú también te estas preparando para la confesión de Mikey, Takemicchi? ─Burlón pregunto, riendo ante la reacción del Hanagaki.

─No... no creo que Mikey-kun lo haga ─Rasco su mejilla, desviando su mirada hacia el otro lado─ Así que... seré yo quien lo diga...

Durante su estadía en el hospital y los días posteriores se dio ánimos, alentándose a ser él quien dé el primer paso, siendo ajeno a todas las veces que Manjiro trato de hacerlo.

El resto de la tarde se la pasaron planificando sus futuras confesiones, con ayuda del auto proclamado cupido por supuesto, a la vez que recibían un tratamiento completo de manicure y demás cosas, terminando endeudándose con el Sendo. 

Fue hasta ese momento que Hanemiya Kazutora se dió cuenta de que en verdad era un buen cupido y no fue su culpa que los planes anteriores fueran un asco... Bueno quizás un poco. Solo escogió a las personas equivocadas al inicio.

Nuevamente su fe en el horóscopo volvió.

Si tan solo supiera...

Tres idiotas enamoradosWhere stories live. Discover now