03

3.4K 671 312
                                    

La misión hacer que Baji se dé cuenta de su enamoramiento hacia su vice-capitán parecía ser imposible.

Su primera idea fue, encerrarlos en un cuarto hasta que salieran tomados de la mano y gritando a los cuatros vientos su amor. La descarto pues tratándose del morocho, empezaría a hacer algún alboroto y a romper todo.

Su segunda opción, darle a fierrazos hasta que lo admita.

Entonces ahora serás un gallina

Su foco pareció iluminarse gracias al programa que estaban pasando por la TV. En su rostro una enorme sonrisa se instaló.

 En su rostro una enorme sonrisa se instaló

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─ ¿Estás seguro de esto, Kazutora?

─ ¿Cuándo me he equivocado, Mitsuya? ─El peli-lila abrió su boca con toda la intención de responder─ No me respondas.

Durante su trayecto a la casa de Keisuke, el bicolor se encontró con el capitán de la segunda división.

⎯ Tal vez malinterpretamos a Baji ⎯Dijo el futuro diseñador⎯ Tal vez y solo sí ve a Chifuyu como un buen amigo

En el mundo solo existía otra persona más despistada que Baji en cuanto romance se trataba y ese sin duda era, Mitsuya Takashi. ¡Por dios, él y Hakkai parecían una pareja de casados! Pero como siempre el peli-lila decía que no era así, que su relación era como de hermanos. Sentía pena por el peliazul.

Kazutora agradecía el no tener algo con que golpear al de ojos color lavanda. Ambos adolescentes se dirigían a la casa del pelinegro. Al llegar a su destino, se encontraron con la madre del azabache, quien amablemente les dedico una sonrisa y les dijo que se divirtieran.

─Ya llego por quien llorabas, chiquito ─Canturreo al entrar al departamento. No pasaron ni dos segundos para que un zapato se estampara a su lado─ Sí, yo también te extrañe

─Cállate ─Gruño─ Mitsuya ─Saludo al mayor, recibiendo una sonrisa como respuesta.

─Si bueno, prepárate porque hoy nos vamos a divertir.

Sonrió, entrando por completo al hogar. Baji solo suspiro, siguiendo a su mejor amigo. Durante los primeros diez minutos conversaron de cualquier tema, hasta que el Hanemiya pensó que era buen momento para dar inicio con su plan.

─Oi, Baji ─El nombrado sintió un pequeño escalofrío al escuchar el tono meloso que uso el ojo ámbar. Mitsuya sabía lo que se avecinaba así que solo se acomodó en su lugar─ ¿Crees en la hipnosis?

Keisuke soltó una enorme carcajada cuando Kazutora termino de hablar. ¿Hipnosis? Por favor, puras tonterías. Él no creía en esas cosas.

─Patrañas

Hanemiya tenía todo fríamente calculado. Primero, hablarían de cualquier cosa que se le viniera a la mente para no levantar sospechas, luego sutilmente soltaría el tema. Conociendo al morocho, este reiría de semejante estupidez.

Tres idiotas enamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora