El trabajo grupal

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Madison

_¡MADISON!_ una voz angelical me despertó y recordé que me encontraba en un auto, más específicamente, el auto de mi tía Katherine.

_¿Qué pasó?_ pregunté acomodándome para seguir durmiendo.

_¿Cómo que qué pasó?_ me dijo con un tono de burla_ Lo que pasó es que llegamos a tu nuevo hogar y tú ahí toda despatarrada durmiendo durante 2 horas.

_¿Tan rápido llegamos?

_Pero si fueron 2 horas.

_Poquito_ le dije con una sonrisa de "no me pegues".

_Bájate con tu "poquito" equipaje y acomódate en la habitación de arriba a la derecha.

Y eso hice.

Cuando mi tía me ofreció mudarme con ella no creí que su casa fuera tan grande. Mi abuela dijo que tenía una gran casa, pero no sabía que con "gran" se refería a mansión.

Cenamos tranquilamente y Katherine casi se duerme en su plato.

_Tú no viste nada_ me dijo para levantarse de la mesa e irse a dormir.

_¡Págame y no vi nada!

_¡Ya estás aprendiendo, qué orgullo!_ me devolvió el grito desde las escaleras, pero no me pagó.

Rápidamente terminé mi comida y fui a dormir.

...

_¡A levantarse que nadie va a ir a la escuela por ti!_ escuché esa hermosa voz angelical con ese soñado mensaje inspirador.

_¡Podríamos negociar eso, pero te niegas!

...

_Corre que no llegas_ me dijo mi tía alcanzándome mi mochila y abriendo la puerta para que salga.

Corrí hasta la esquina, cosa que no me costó demasiado dado que estamos al lado de la casa de la esquina.

Y llegó, un autobús escolar enorme. 

Si soy sincera, nunca había visto uno y me pareció sacado de una película en la que se ponen a cantar en la escuela, en la calle, en el techo, en el auto, en el baño, básicamente en todos lados, demasiado Disney.

Subí y noté la mirada de algunos que se preguntaban quién era. Me senté en un asiento vacío.

El autobús arrancó y al frenar en la siguiente esquina subieron 3 chicas y 2 chicos. 1 de ellas no hablaba con el grupo, pero los chicos parecían molestar a las otras 2, o al menos a una de ellas que les pedía que pararan.

De repente alguien se sentó a mi lado, era uno de esos chicos.

_Hola, tú debes ser nueva_ me saludó_ soy Charlie.

_Hola, adivinaste_ saludé_ soy Madison.

Nos pasamos todo el viaje hablando y ahí me enteré de la lamentable noticia de que no íbamos a ser compañeros ya que él era 2 años mayor que yo, él tenía 17 y yo 15.

Llegamos a la escuela y fui a pedir mi horario con ayuda de Charlie que me guio por los pasillos.

Luego me acompañó a mi clase y nos despedimos en la puerta.

Después de esa clase y más llegó la hora del almuerzo, allí conocí a Logan, un chico un año menor que yo que se sentó conmigo y me contó sus mejores chistes.

Última clase: matemática.

_Buenos días clase, mi nombre es Sarah_ se presentó_ y hoy vamos a repasar lo que vieron el año pasado, porque estoy segura de que no recuerdan nada de nada.

Y tenía razón.

_Antes de que se vayan y para que se conozcan un poco más entre ustedes, les voy a pedir que hagan un trabajo grupal de no más de tres personas, como son impares habrá un grupo de dos. Y sí, yo voy a elegir los grupos. Van a tener que resolver esa tarea que ya copiaron en sus carpetas, pero de a tres, eso es todo_ habló la profesora.

Luego armó los grupos y me tocó con un tal Sam Thomas, o Thomas Sam, ni idea.

_Hola_ me saludó un chico castaño con ojos claros_ soy Sam, nos tocó hacer el trabajo juntos.

_Ah sí, soy Madison_ contesté.

_¿Quieres que lo resolvamos en mi casa en la tarde?_ me preguntó.

_Sí, claro, pero debería darme tu dirección si quieres que llegue_ le respondí de forma burlona.

_¿Y si vamos ahora? Puedo llevarte si quieres.

_Por mí está bien pero debo avisarle a mi tía_ le dije.

Le envié un mensaje y seguí a "Sam". 

¿Cómo no me di cuenta? Era obvio que su nombre no era Thomas, es decir, no tiene cara de Thomas, tiene cara de Sam.

El trabajo grupal - El club de las niñeras - Sam ThomasWhere stories live. Discover now