Dia 5: Coqueteo

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13 DE FEBRERO

Nunca habia pasado nada entre los dos, absolutamente nada, pero no era novedad para nadie que se comieran con los ojos, que Kohaku usará faldas más cortas cerca de Senku, que este nunca bailara con nadie en las fiestas pero si Kohaku lo invitaba iba sin rechistar.

Les encantaba bromear con el tema, sabian que todos sus amigos esperaban que estuvieran juntos, pero todo comenzo con una broma, un comentario de Senku alabando el cuerpo de la chica, estaban en una fiesta, y Senku debía admitir que estaba algo tomado, lo suficiente para hacer que su lengua se soltara y dijera algo que sobrio tal vez nunca hubiera dicho.

—Leona, ¿acaso eres el trinomio cuadrado?—le había preguntado acercando sus rostros con una sonrisa ladina, después de escanearla de arriba a abajo con su corto y muy hermoso vestido rojo Kohaku se sorprendió un poco pero le respondió.

—No, ¿por qué?—

—Porque eres perfecta al 10 mil millones por ciento —susurro Senku rozando sus labios con los de la chica, Kohaku río nerviosa pero miro desafiante a Senku.

—Deberías cuidar tus palabras, Senku, porque no sabes como podría reaccionar—Senku le sostuvo la mirada.

—Correré el riesgo—.

Todos los habían visto, habían visto como Senku el hombre inmune al encanto femenino se había comido con los ojos a la chica a su lado, pero después de aquel intercambio de palabras siguieron bebiendo haciendo como si nada, pero Gen lo noto el ligero rubor en el rostro de ambos.

—Oye, Senku—dijo Kohaku sentada en la mesa donde Senku escribía un reporte para el club de ciencias, Senku la miro comenzando en los muslos de la chica apenas cubiertos por la falda escolar, sus muslos estaban a escasos centímetros del papel donde escribía, Kohaku lo tomo de la barbilla obligandolo a subir rápidamente la mirada, él le sonrió con sorna, levantando una ceja.

—¿Qué quieres, Kohaku?—ella se acerco a su oído, y le susurró provocando un escalofrío en Senku

—Mmm, adoro como suena mi nombre con tu voz, Senku—y dicho esto bajo de la mesa con sumo cuidado y lentitud, con los ojos de Senku siguiéndola, el chico trago saliva cuando por fin Kohaku salió de la habitación.

Habían pasado dos años y medio de aquella fiesta y desde entonces no importaba si estaban solos o rodeados de sus amigos, nunca faltaba uno que otro comentario del estilo entre ellos y no paso mucho hasta que como bien dicen, entre broma y broma la verdad se asoma y los comentarios de Kohaku habían mejorado muchísimo, por ejemplo en una fiesta ya entrados en la música, la chica fue caminando de manera muy sensual hasta Senku para preguntarle sonriendo.

—¿Quieres bailar? Yo puedo poner tu inercia en movimiento— y entre asombrado y extasiado, comenzó a bailar con la chica, nadie los pudo separar el resto de la noche.

Una vez Kohaku lo había convencido de saltar de un avión, iba todo el grupo, pero fue ella quien logró convencerlo, Senku aún gritaba pestes hasta que lo subieron al avión y no tuvo otro remedio que saltar, al llegar a tierra firme se le acercó y la tomó de la cintura con algo de rudeza y con la respiración un poco entrecortada.

—Debes ser la raíz cuadrada de 2, porque al lado tuyo me vuelvo irracional— ella le sonrió ladinamente.

—No esperaba menos de mi—.

Senku fue el primero en perder en su propio juego, o eso pensaba él, pues ya había aceptado que lo que sentía por Kohaku cada vez que le decia algún comentario juguetón era algo más allá de una broma, y todo lo que sentía por ella cuando la chica le decía algún comentario del estilo a él había crecido en medidas insospechadas al principio, pero lo que él no sabía era que Kohaku comenzaba a sentir lo mismo pero ella le había puesto nombre desde hace mucho.

Cuando por fin decidió decirle lo que sentía, Senku creyó que seria prudente hacerlo en una fiesta, en la misma fiesta de la misma persona en la que había empezado todo, por eso había pedido como favor especial a Yuzuriha que convenciera a la leona de usar un vestido similar al de aquella vez, para evitar la incomodidad de que era el mismo y todo eso; aquella noche en la mansion Nanami había un gran ambiente, Senku había decidió tomar un par de tragos y cuando por fin llegó Kohaku agradeció al Dios en el que no creía por crear a semejante ejemplar femenino de la raza humana y agradeció mentalmente a Yuzuriha por el vestido que le había hecho a su amiga haciéndola resaltar cada curva, se acercó a ella un poco receloso de las miradas ajenas en la leona de vestido rojo, le sonrió ladinamente puso una mano en su cintura y le beso la mejilla para luego decir.

—Tu belleza es como la raíz de menos uno, leona, no puede ser real al 10 mil millones por ciento seguro—ella levanto una ceja y río.

—Tu tampoco estas nada mal, Senku—estuvieron juntos el resto de la velada hablado de la vida diaria y por momentos saliendo a bailar a la pista, y cuando fue la hora, Senku le pido que lo acompañará afuera, ella así lo hizo, curiosa por lo que tuviera que decir, él se detuvo al llegar al jardín de la casa, la miro seriamente.

—Kohaku,—ella aguardo, Senku frunció el entrecejo—hace 3 años en esta misma fiesta comenzo nuestro bizarro coqueteo—su expresión se relajo un poco y ella río un poco.

—Si, lo recuerdo— Senku la miro y después continuo.

—Pues bien, desde ese momento creo que podrás tener discontinuidades, asíntotas negativas o soluciones complejas, pero para mí eres la ecuación perfecta.—Kohaku había entendido casi todo, pero le basto con la última parte, por lo que le sonrió, tomo su rostro con ambas manos y le dijo.

—Mi amor por ti es como Pi, nunca termina—Senku la miro atónito, pero inmensamente feliz, la acercó hacia él por la cintura y le dio un suave beso que a lo lejos era victoriado por todos sus amigos.

Fin

Esta vez, no se, me dio mucha risa hacerlo, no me gustó del todo pero me esforcé, se los juro, ahí disculpen es que no se coquetear jaja, espero que les haya gustado, y sino prometo redimirme los próximos días, gracias por leer, nos leemos mañana.

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Semana SenHaku 2022 FebreroWhere stories live. Discover now