"El inicio del fin"

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 ATT: Lobo Solitario.

Para: El chico de la pantaloneta.

25 de abril del 2016-hora 11:25 am.

Las clases de ética y religión habían comenzado, el chico por el cual prácticamente había chorreado la baba durante 3 meses se sentaba frente mío, de repente se dio vuelta y como si nada me pidió que fuera su mejor amigo, la pregunta me tomó por sorpresa pues durante todo ese tiempo casi nunca habíamos mantenido una conversación, mucho menos establecido confianza, mentiría si dijera que las manos no me sudaban y que el corazón parecía querer abandonar mi cuerpo, después de todo el me gustaba y ese era un hecho que no pasaba por alto, por lo que jamás habría imaginado que alguien como el que era todo lo contrario a mí pidiera eso, pero al fin y al cabo dije que sí, aunque era más que solo un sí, a pesar de que me gustara el seguía siendo un humano y a decir verdad para ese entonces había perdido lo que se menciona como alma, solo sabia y hacia lo que me convenía sin pensar en los demás de aquí que naciera una oscuridad en la que arropé por mucho tiempo, pero por más extraño que parezca, sabía que este chico lograría cambiar por completo mi pensar, sabía que lograría lo que yo no logré en toda mi vida, sin embargo eso solo era como una esperanza que tenía, después de todo ni mis sentimientos y emociones eran claros, no sabía cómo catalogarlos, admitía que me gustaba pero no comprendía del todo lo que me llevaba a asegurar aquello; me pidió que al terminar las clases lo acompañase a un lugar para entrenar, dijo que quería ser más fuerte, por lo que sin notar nada y sin previo aviso del futuro contesté con un indiferente sí.

Ese día las clases terminaron con una hora menos, cosa que el agradeció, por lo que al salir del salón me pidió que fuéramos dos horas antes de lo que me había pedido, al salir del recinto mencionó a un tercer posible acompañante, el cual descarté con argumento que no era del todo cierto pues nunca confirmó solo había sido un pequeño rumor que si había escuchado horas atrás, además siendo sinceros me daban celos, por primera vez desde que lo conocía me había dado celos de que alguien más estuviese cerca de él, en fin, el camino a casa fue de palabras cortas, en ese trayecto me cuestione severamente si había sido una buena idea haber aceptado, después de todo no sabía cómo relacionarme con otros por lo que cada pregunta o interrogación que el hiciese las respondía con dos o tres palabras, en esos momentos se me hacía incomodo pues no sabía si por lo menos teníamos algo en común, eso me llevo a pensar que tal vez él estaría incomodo pero por cómo se comportaba parecía no importarle, luego de despedirnos solo fue cuestión de esperar a que el tiempo pase y así la hora de salir había llegado. Llevaba unas pesas improvisadas mientras que yo llevaba mi computador por petición de él, el camino era algo rocoso, más o menos en la mitad de la subida el resbalo por una mala pisada soltando un extremo de la pesa para no caer sobre mi pues el guiaba, el extremo que soltó poco a poco se resbalaba por lo que me apuré a sostenerle con la mano desocupada, luego de eso hubo un silencio corto hasta que ambos nos reímos como si hubiese sido solo un juego, al descansar un rato ahí pregunte si estaba bien pues temía que al soltar el extremo de la pesa hubiera chocado con su pierna o algo, pero negó con una inusual pero tradicional sonrisa, mi corazón latía loco por esa simple sonrisa, mejor dicho mi corazón latía por la más mínima cosa que el hiciera. El resto del camino fue calmado, al llegar, nos sentamos en una piedra esperando que la temperatura corporal baje un poco pues el entrenamiento era en un pequeño estanque que al entrar el agua cubría ligeramente hasta la cintura, tras 5 minutos de puro silencio, él se puso de pie, se quitó la camisa y la pantaloneta quedando en otra que llevaba para cambiarse al salir, juraría que mis ojos no parpadearon contemplando por primera vez el cuerpo se-mi desnudo de él y por ende mi corazón no tardo en presentar su sinfonía de latidos, él sonrió como siempre y dio paso a meterse al agua donde empezó su entrenamiento con lagartijas, medio embobado, tome mi computador, lo encendí y sin pensarlo 2 veces empecé a grabar, en ese momento agradecí infinitamente haberlo llevado; dejé enfocando la cámara y me empeñe en disfrutar mirando la escena, por algún motivo los latidos tomaron un significado más profundo, pero decidí no prestarle mucha atención, luego de terminar su rutina de lagartijas se posó bajo una pequeña cascada pues su resistencia para él era fundamental, en ese momento una sonrisa sincera surgió de la nada pero no presté atención a ello. Al cabo de 8 minutos salió algo atolondrado pero sin caer y noto que estaba grabando, cuando pregunto que estaba haciendo caí en cuenta que había grabado sin permiso, un pequeño sonrojo se apoderó de mis mejillas por la vergüenza, e iba a borrar la grabación pero me dijo que la conservase con la condición de no mostrarla a nadie, me quedé mudo ante lo que dijo, más sin embargo solo logré disculparme pero me dijo que no importaba y que luego le mostrara a él.

La vida de un lobo solitarioحيث تعيش القصص. اكتشف الآن