Capítulo 16

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El amor y su vulnerabilidad

La habitación estaba desordenada, las prendas dispersas por cada rincón del lugar y dos personas desnudas sobre la cama durmiendo plácidamente. La cabeza de Vivian estaba acomodada sobre el pecho de Taehyung y la rodeaba con sus brazos, una de ellas sobre su cintura y otro rozando su brazo, quedando así en un abrazo. Sus piernas enredadas debajo de las sábanas, estaban calientes entre los dos, no hubo nada que en media noche los despertara del sueño.

La luz del día inundó la mitad de la habitación, rozando levemente la esquina de la cama. La noche anterior y lo que quedaba de la madrugada fue maravillosa para ambos, especialmente para ella. Porque había desnudado sus sentimientos ante él, y también su cuerpo. Con Taehyung se sentía diferente, quería que sea su única vez con él, había pasado tan solo una vez pero ya se imaginaba una vida junto a su lado, no sabía si lo tenía pero el imaginar perderlo hacía que se sintiera como morir.

Él comenzó a estirarse suavemente, estaba despertando e hizo que ella también se despertara al mismo ritmo. Taehyung suspiró y siguió viendo el techo mientras ella lo veía a él, se estiró un poco hasta que sus labios llegaran a tocar el mentón de él, dejando un suave beso. Entonces él bajó la mirada, encontrándose con los ojos de Vivian a mitad de estar abriéndose, los había cerrado para dejar ese escaso beso.

─Lo planeaste ─fue lo primero que dijo vagamente.

Ella había planeado esto, y era evidente que él lo iba a descubrir, pero todo sonaba gracioso desde la mente de ella, puesto que verlo recién despierto valía todos los castigos que tal vez le daría.

─No estás disgustado ─pronunció sin separar tanto sus labios y sin dejar de mirarlo─. Pienso que tal vez te he dejado satisfecho...

Él no negó nada y tampoco lo afirmó. Desde los ojos de Vivian él se veía hermoso en todos los sentidos, él era lo inefable, era lo que tanto hacía latir su corazón, solo bastaba verlo para sentirse completa. Todo lo que había dicho hace unas horas era una pequeña parte de lo tanto que quería decirle, eso no estaba en sus planes y amarlo en secreto le dolía mucho, pero luego de decirle lo mucho que lo necesitaba sintió quitarse un peso de encima y desde entonces solo quería dejarle en claro que ella era suya desde hace mucho tiempo. Tenerlo en su cama era la similitud de tener el universo en sus manos.

─Debo hacer otras cosas ─quito el cuerpo de Vivian y se puso de pie, dejándola ahí tapando su cuerpo con las sábanas.

Tal vez así se sentían todas, desbastadas luego de una noche con la persona que amas pero sabes que no es tuyo. De pronto se sintió un poco usada pero no dijo nada, sus emociones eran tan fuertes que ni siquiera eso hizo que sintiera lo contrario por él aunque sea unos segundos. Simplemente sabía todas las desventajas que incluían amarlo.

Taehyung acomodó sus pantalones y también su camisa, sintiendo la mirada intimidante de ella desde atrás, jamás antes había sentido una mirada así, se sentía extraño, porque ella en verdad lo miraba con amor, y eso le causaba mucho miedo.

Ni siquiera tuvo la valentía de despedirse, con otras mujeres luego de pasar una noche las trataba amablemente y las dejaba satisfechas, pero con Vivian no hizo eso, solo caminó hasta la puerta y salió de ahí, dejando que su mente cuestione toda la situación mientras caminaba a su oficina. ¿Por qué Vivian se sentía diferente? No es que sepa diferenciar a todas las mujeres con las que se acuesta, pero ella se sentía mucho más intensa, las palabras que le dijo segundos antes de besarlo simplemente lo dejaron anonado, lleno de confusiones por saber que alguien sentía eso por él. Eso era lo que él sentía por Audrey, y no se daba la opción de amar a alguien más, o incluso que alguien lo amara de esa forma, toda su vida solo se basaba en Audrey y nada más.

Llegó a su oficina confundido pero decidido a escribir lo que había pasado, pues siempre escribía todos sus días en forma de diario junto a sus pensamientos, no era un libro de ficción, ese realmente era su vida sin camuflajes.

***

─Ella tiene moretones, dice que no es nada pero yo sé que son importantes.

Zac le contaba a Taehyung lo que había visto esta mañana, según lo que vio, su madre estaba conversando con un hombre cerca al bosque, él estuvo viéndolos a lo lejos ya que no tenía nada más que hacer. De pronto la conversación se volvió tosta y los movimientos de boca se transformaron en gritos intendibles. Él vio cómo el hombre le tiró un bofetada en el rostro a sy madre, eso hizo que de inmediato se pusiera de pie y buscara alguna forma de ayudar, incluso pensó en acercarse, pero su madre hizo todo lo contrario, lo abrazó y besó su mejilla, como pidiendo perdón.

─No lo entiendo, Taehyung... ─continuó el pequeño con una preocupación evidente─. ¿No se supone que lo que él hizo está mal? ─Taehyung asintió sin mirarlo, apretando los labios─. ¿Entonces por qué le dio un beso?

Taehyung no sabía qué decir, él tampoco sabía lo que pasaba en la vida de Greta, y si lo supiera, tampoco sabría que excusa inventar para justificar sus acciones y explicarlas a su hijo.

─Existen muchos tipos de amores... ─comenzó a decir sin tener una finalidad en sus palabras─. Lo más recomendable es que no te enamores ─sonrió con los labios apretados y los ojos levemente abiertos, como si hablar de ese tema fuera agotador─. A veces el amor te hace hacer cosas que jamás pensaste hacer... Incluso te vuelve vulnerable... ─suspiró, viendo el césped y analizando sus propias palabras─. A veces aguantas cosas solo para mantener a esa persona cerca... Incluso aguantas cosas que te hacen daño... Es como si todo lo que hiciera fuera hermoso por el simple hecho de que fue ese alguien quien lo hizo... Tal vez Greta sintió esa bofetada como una muestra de cariño...

Zac miró de nuevo a su madre, esta vez con las palabras de Taehyung dominando su cabeza. ¿El amor era tan loco como decían?

─Yo nunca aguantaría esas cosas.

Taehyung no dijo nada, no servía contradecirlo porque solo se negaría, pero algún día se atrevería a amar, y solo entonces tal vez entendería todo lo que le dijo.

Madame CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora