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Cuando se despierta, el cielo fuera de la ventana está oscuro, su cabeza sigue en el regazo de Chaeyoung, Diario de una Pasión se reproduce en la televisión y ella tiene que vomitar.

Es, como... su cabeza está palpitando, el dolor ya no es sordo pero es agudo y araña cada centímetro de ella, y lo puede sentir, puede sentirlo arañando dentro de su garganta y ella ni siquiera tiene tiempo de darle a Chaeyoung una advertencia antes de zafarse, tambaleándose hacia el baño del pasillo y sabiendo que no llegará al inodoro, apunta al lavabo, arrojando el desayuno, el almuerzo y el té helado realmente bueno que había estado bebiendo en el coche, en el bonito fregadero de mármol con el brillante grifo plateado.

Apenas tiene tiempo para recuperarse antes de escuchar los pasos de Chaeyoung acercándose, pies con calcetines contra la alfombra y luego una gran mano en su espalda, el calor se filtra a través de su camiseta y se enrolla alrededor de su espina dorsal como un gato durmiendo.

— Hey — Dice Chaeyoung gentilmente, moviéndose más cerca por lo que su cadera toca la cintura de Mina, alisando el sudoroso flequillo de la frente de la pelinegra, que todavía jadea, sin aliento, con los nudillos blancos mientras se agarra al borde del lavabo. El dolor es un poco mejor ahora, reducido a un dolor sordo, como si su cabeza fuera muy, muy lentamente apretada por un tornillo en lugar de, por ejemplo, aplastada por el peso de un yunque. — Bebé — intenta de nuevo, con los dedos tirando suavemente de sus brazos. — ¿Qué puedo hacer?

Cuando finalmente puede respirar de nuevo, las náuseas siguen yendo y viniendo en oleadas, Mina gruñe, — Agua, por favor — Chaeyoung asiente con la cabeza, sale por la puerta y avanza por el pasillo hacia la cocina antes de que Mina pueda presionar su espalda contra la pared, deslizándose para sentarse en el fresco suelo de baldosas. Se siente maravillosa contra su piel ardiente y ella se mueve para poder recostarse, presionando su sien y tiene que contener un gemido de alivio, cerrando los ojos. Es tan buena. Probablemente sería mejor si no fuera la baldosa del baño de invitados, pero ella tomará lo que pueda.

Está tan perdida en la sensación de las baldosas frías calmando su palpitante cabeza que ni siquiera escucha a Chaeyoung que regresa por el pasillo hasta que está al lado de Mina, una voz presa del pánico cortando el silencio como un cuchillo y Mina se levanta, sólo para encontrar a Chaeyoung con una mano agarrando un vaso de agua con hielo, la otra presionando sobre su pecho como si casi hubiera tenido un ataque al corazón.

— Lo siento — murmura, avergonzada, pero no demasiado avergonzada para sacar el vaso de la mano de Chaeyoung y tomar un trago de agua casi dolorosamente grande. — Sólo descansaba. Se sentía bien en mi cabeza.

Los ojos de Chaeyoung están muy abiertos, aun calmándose por el miedo de encontrar a su novia acostada inmóvil en el piso del baño, pero de todos modos ella deja escapar una pequeña sonrisa. — Tonta — murmura, dedos acariciando la frente de Mina. Comprobando si tiene fiebre, Mina se da cuenta, prácticamente desmayándose ante el gesto.

— No te sientes caliente — dice Chaeyoung finalmente, poniéndose de pie y extendiendo una mano hacia Mina, tirándola hacia arriba y rápidamente levantándola, tomándola en sus brazos.

— Chae — protesta débilmente, golpeando sus pequeños puños contra el pecho de Chaeyoung en vano. — Bájame

Chaeyoung sólo sonríe y la sube escaleras arriba, depositándola gentilmente en su cama compartida como si fuera una carga valiosa antes de arrastrarse sobre la cama junto a ella, acostada sobre su vientre y pateando sus piernas, cruzando y descruzándolas como una niña. Es ridículamente entrañable y Mina quiere besarla.

❝ Stay by my side ❞ || MiChaengWhere stories live. Discover now