Sensaciones innecesarias

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Aun recuerdo los dardos
de ambigua poesía que
lanzabas a mi pecho, y
cómo sembraste
puntiagudos puñales de
hipocresía en mi cerebro.

A mi mente, de a ratos,
recuerdo como instalabas
todo un equipo de
vibraciones en mi centro,
en cómo te ocupabas de
dejar rastros ardientes de
deseos, carentes de
sentimientos.

Pero cariño, está bien, no
vengo a reclamarte ni a
odiarte, sólo, vengo a
confesarte que me sonrojabas.

¿O acaso son rojas las
sensaciones que en mí
provocabas?

Áfono, la intensidad del silencioWhere stories live. Discover now