💵; 08

692 109 11
                                    


Estar enfermo era una mierda

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


Estar enfermo era una mierda. Y sabía que si Beomgyu lo oía decir esa palabra no tardaría en reprenderlo.

Pero es que... ¡estar enfermo era una mierda!

Sientes el cuerpo pesado y no puedes respirar; sientes que te mueres, literalmente.

La comida no tenía sabor y realmente tenía hambre, y sólo podía comer estúpida sopa.

Lo peor de todo es que era sábado, osea, ¡sábado!

Y su mejor amigo estaba en un lindo paseo por el centro comercial. Las imágenes que le envió lo confirmaban.

—Sigue divirtiéndote, traidor —murmuró con voz ronca.

Pero en el fondo estaba feliz por él, porque ese día estaba con su amado Soobin.

Unos toques en su puerta llamaron su atención.

—Pase —logró decir. Argh, su garganta dolía.

—¿Cariño?

Levantó la mirada, encontrándose con la expresión preocupada de su madre. Sonrió para que se tranquilizara, pero supo que sólo había salido una mueca torcida.

—Mi bebé —se acercó con una taza humeante, la cual dejó sobre su mesita de noche para después posar su mano en su frente—. Aún tienes mucha fiebre... te traje un té para la garganta.

—Gracias, mami —agradeció.

La mujer sonrió y dijo algo sobre bajar su fiebre. Sentía los párpados pesados, pero antes de dormir se aseguró de tomar el té que su garganta recibió gustosa.

Luego de eso, se permitió cerrar los ojos y descansar.


Luego de eso, se permitió cerrar los ojos y descansar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



Mientras iba despertando, logró escuchar unas voces. Una la reconoció como la de su madre, y la otra...

—Él ahora está dormido, pero si gustas puedes quedarte, hace tiempo no te veía por aquí.

—La verdad es que estaba muy preocupado cuando escuché que Kai estaba enfermo y, no pude evitar venir a verlo.

Abrió los ojos lentamente. Dormir le había sentado muy bien, aunque todavía se sentía algo somnoliento.

Miró a un par de personas en la puerta de su habitación. Sus mejillas estaban sonrojadas, en parte por la fiebre, pero también por...

—Yeonjun hyung —susurró, pero fue lo suficientemente alto para ser escuchado.

El pelinegro giró la cabeza ante el llamado, y en cuanto sus miradas se conectaron, sonrió, haciendo que el corazón del menor diera un vuelco.

—Huenining, espero no haberte despertado —dijo sentándose a un lado de la cama.

—Para nada, hyung —una pequeña sonrisa se instaló en sus labios.

Su madre se acercó para revisar su temperatura, y al confirmar que estaba mejor que hace unas horas, decidió retirarse de la habitación para dejar a ambos chicos a solas.

—Vine a hacerte compañía, incluso traje algunas películas que podemos ver —dijo sacándolas de su mochila.

—Ya~ no tenía que hacer eso, hyung.

Yeonjun llevó sus brazos hasta el borde de la cama y apoyó la barbilla sobre sus manos, quedando así más cerca del menor.

—Lo hice porque quería, porque te quiero mucho y me gusta pasar tiempo contigo —respondió dándole un pellizco a la mejilla contraria.

—¿Aunque hable raro y sea todo un desastre estando enfermo? —preguntó en voz baja.

Yeonjun fingió pensarlo por un momento, entonces, se acercó más, como si fuese a contarle un secreto.

—Parece increíble pero, incluso enfermo te ves lindo —dijo susurrando también.

Fueron palabras suficientes para que Hueningkai se derritiera por dentro, sintiera cosquillas en su estómago y sonriera bobamente. Uh, tal vez se debía a que seguía muy enfermo.

Pero sabía que no era así.

—¿Y sabes algo? —continuó Yeonjun. —No me iré de aquí hasta que estés completamente recuperado.

Bueno, estar enfermo ya no sonaba tan mal. No si tenía a una de las personas que más quería junto a él.

 No si tenía a una de las personas que más quería junto a él

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



.

❛ ¡te pago! ❜Where stories live. Discover now