Capitulo 33. Abatido y superado.

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El médico sale de la habitación y deja a Fletcher solo.

El alfa realmente quiere abrir la puerta de cristal que los separa para poder abrazar a Alex, y rogarle que despierte...

Pero no puede, él realmente no puede hacer nada.

Y entre el silencio y la desesperación, rompe en llanto.

—Ya no puedo más con esto... —Como un niño pequeño, asustado y vulnerable, arruga el rostro y derrama lágrimas — Mi corazón ya no soporta tanto dolor...

Sus piernas fallan, tiemblan y de momento a otro cae al suelo de rodillas. Está tan inmerso en su llanto que siente que morirá.

En un momento desesperado, intentando convencer a su corazón de no ceder, pega su frente al vidrio y observa el pálido y débil cuerpo sobre la camilla, derrama lágrimas amargas y aprieta su pecho con sus manos, el dolor es desgarrador...

—Lo siento... —Susurra entre llantos —De verdad lo siento tanto. Perdóname —La culpa lo carcome desde las profundidades de su corazón, lo incitan a volverse loco y a morir de tristeza —Pero realmente no sé si mi corazón podrá resistir más de todo esto...

Apoya las palmas de las manos en el suelo y observa al piso. Sus ojos siguen derramando lágrimas saladas, y su vista es casi nula, pero aun así, miro a la persona sobre la camilla y siguió pidiendo perdón.

—Te lo ruego, perdóname —Alex no se inmutó ante las palabras cargadas en llanto, incluso ante esta situación de abandono, las palabras que supuestamente debían ser escuchadas no tuvieron impacto —En verdad no quiero hacer esto, no quiero, pero también debo pensar en mí mismo, y en las personas de las cuales estoy a cargo...

Nuevamente, se sintió hostigado por la responsabilidad de guiar una manada.

—Dicen que una persona puede enamorarse en 21 días, han pasado semanas, meses desde que escuche tu voz, e incluso mientras no la escuchaba, ya sabía que te amaba. Tus hermosos ojos de cristal, tu tranquilidad y tu tranquila respiración me enamoraron...

Luego...

Pidió perdón por no poder hacer nada.

Pidió perdón por ser tan cobarde...

Pidió perdón por abandonarlo...

____________

Cuando el alfa salió de la habitación, Erick ya lo esperaba, listo para acompañarlo al auto. Era casi de madrugada y Fletcher mantenía los ojos rojos inyectados en sangre e hinchados. Caminaba lento y sin ganas.

Destrozado.

—¿Qué sucedió? —Pregunta Erick

—Lo tuve... Lo tuve que dejar ir, el dolor ya no me dejaba vivir —Habla con una voz rota y una garganta seca, tratando con todas sus fuerzas no sonar rota y lastimada —Erick asiente con la cabeza y evita tocar aún más el tema, no sabe cómo lidiar con la situación, y tampoco sabe como consolar a su amigo, así que ofrece un fuerte y sincero abrazo.

Lo aprieta con fuerza entre sus cálidos brazos y deja que las lágrimas de Fletcher corran por su hombro. Y no lo soltó hasta que Fletcher se desahogó totalmente...

—Volvamos, debemos descansar —Erick le palmea la espalda para hacerlo sentir un poco mejor y hombro a hombro inician el viaje a la salida.

Quieren llegar a casa y despejar sus mentes.

Cuando una repentina voz femenina los detiene abruptamente

El gran alfa voltea y ve una conocida silueta, muy conocida para ser sinceros.

¡No Me Lastimes!Where stories live. Discover now