capitulo 8 "Soy Adicto a ti"

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Sus piernas temblaban mientras él metía sus dedos en sus estrechas paredes, ella estaba contra la pared, amordazada con su cinturón, la amargura del cuero golpeaba su lengua haciéndola atragantar, sus manos atadas firmemente con su corbata gris mientras él la empotraba contra la pared, sus pulmones buscaban aire pero sus gemidos y la mordaza le impedían otorgarles el oxígeno.

-te dije que no me voltearas los ojos pero con más ganas lo hiciste Dagmar, te gusta provocarme, morderte el labio me hace perder los estribos, ahora te dejaré en silla de ruedas pequeña puta necesitada.

Sus dedos salieron de su interior y sin piedad tomó su cabello entre sus dedos para acto seguido llevarla bruscamente hacia el escritorio donde la inclinó.

-te voy a follar tan fuerte que tus piernas temblaran.

Su tono era tan prometedor, ella estaba asustada pero le gustaba, le fascinaba como la estaba tratando y quería más.

Su glande rozaba su entrada y jalo su pelo mientras la embestía de golpe, lágrimas salieron de sus ojos cuando sintió como se estiraba para él, dolió pero nada comparado con la primera vez.

Embistió su coño fuertemente, duro, sin piedad ni contemplación, gritó contra el cuero y se ganó una nalgada, luego otra y otra, los anillos quemaban su piel y era algo fascinante.

-Mi pequeña puta, solo mia.

Ella sonrió contra su mordaza y gimió fuertemente cuando la punta de su miembro golpeó su punto G.

-esto se ha vuelto una adicción, follarte es mi adicción…

En un clic la mordaza se soltó y el cinturón cayó bajo su barbilla, ella gemía su nombre y su liberación corrió por su polla, cubrió toda su longitud con sus jugos, dos estocadas profundas y Five salió de ella jalando su cabello para levantarla, sus piernas temblaban y efectivamente no podría caminar. Cayó de rodillas y un pinchazo llegó a su hueso al tocar el suelo.

-Traga todo mi puto semen Dagmar.

Suspiró él mirándola con hambre mientras ella asentía y mete su polla en su pequeña y apetecible boca, él empujó sus caderas hacia ella y la ahogó con su liberación.

-Nunca más me provoques amor.

-si vas a follarme así, lo haré seguido…

Ella sonrió y él rió ayudándola a levantarse y liberando sus manos para luego ayudarla a vestir..

-¡Dagmar! ¡Despierta!

-¿Qué? Oh-yo-perdón Five…

Ella lucía arrepentida, era tarde y ella se había quedado dormida en su escritorio, fantaseando con su jefe, dejando que la hiciera suya en su oficina.

-esta bien, te llevaré a tu casa, pareces cansada.

-Prefiero quedarme a trabajar, casi termino..-respondió con su rostro perdido en las hojas, estaba sonrojada, sentía su coño apretarse, le dolía, necesitaba calmar ese pinchazo en su núcleo.

-Dagmar mírame…

 Él la observó, había notado cómo sus muslos se apretaron bajo el escritorio, su pecho subía y bajaba rápidamente, sus mejillas estaban rojas, él lo sabía pero quería que ella se lo confirmara. Sus ojos se encontraron con los de ella y sus labios se abrieron para pronunciar unas palabras pero él solo pasó su pulgar por ellos, Dagmar lo tomó como una señal y chupa su dedo balanceando su lengua por este haciendo que Five se volviera loco.

-Ven aquí pequeña.- Ella temblorosa se levantó de la silla y él no perdió tiempo para atacar sus labios haciéndola jadear cuando mordió el inferior.- estabas soñando, estabas fantaseando..

-Yo, te quiero, te necesito.-murmuró entre besos y Five rió entre dientes para luego guiar sus manos por un camino hacia su entrepierna mojada.- follame por favor..

-una puta necesitada, eres tan hermosa así, gimiendo por mis besos, respirando así, ¡Carajo! Me vuelves loco Dagmar, soy adicto a ti.- ella sonrió, no sabia si era el momento pero esas palabras le calentaron el corazón, sus manos bajaron a su miembro que estaba a punto de salirse de su pantalón, él gimió y ella siguió palpando por encima de la tela

-Five por favor..

-sube al jodido escritorio y abre esas lindas piernas para mi.-Su voz era firme, no lo repetiría de nuevo y ella lo entendió, hizo caso y su trasero se posicionó en el escritorio y sus piernas se abrieron dejando que se metiera entre ellas, Dagmar soltó un gemido cuando su dura erección rozo su humedad. No perdió el tiempo y corrió las bragas de la joven con sus pantalones ya en el suelo empezó a rozar su entrada y lentamente empujó su glande dentro hasta meter toda su longitud en sus estrechas paredes que lo apretaban con fuerza.- Relájate mi amor..

Ella gritó su nombre y él lentamente comenzó a empujarse contra ella, luego más rápido hasta crear un movimiento constante, Dagmar era apretada y eso lo volvía más adicto a su cuerpo, más adicto a follarla, queria destruirla aunque fuera por última vez..

-Dagmar ¡Carajo!

-Five por favor, necesito correrme.-suspiró temblorosa y él aceleró buscando su propio orgasmo y el suyo.- ¡Mierda!

Un nudo se formó en su estómago y sus piernas temblaban mientras los dedos de sus pies se doblaban, sus pechos rebotaban cuando las caderas de él se movían contra ella enterrando hasta el último centímetro de su pene.

-Súplica o no dejaré que te corras.-su mano empujó su pecho hacia abajo y su espalda chocó contra el escritorio, sus embestidas se volvieron más rápidas y arrancó su blusa hacia abajo dejando al descubierto sus pechos y pezones endurecidos, pellizco sus cogollos mientras la embestía como loco, gritos, jadeos, pasión.

-Por favor, déjame correr..

-Puedes hacerlo mejor putita.

-Five, por favor, te lo suplico, déjame correrme en tu polla.

-que buena puta..

ella estaba agotada y él sonrió antes de apretar su cuello con fuerza y asfixiarla, sus gemidos eran obstruidos por su mano venosa que se mantenía firme, sus manos pequeñas se aferraron a sus muñecas para sostenerse. Se desvaneció, sus jugos corrieron y él salió de ella para luego masajear su glande y terminar en su estómago.

-Dagmar.

Dijo luego de vestirse, la tomó por las mejillas y la miró a los ojos, quería decírselo, iba a decírselo, necesitaba que ella lo supiera aunque no solucionaria nada de su destino arreglado. Tenía miedo, por segunda vez en su vida permitió que el miedo de perder a alguien lo carcomiera como ácido. No necesitaba una respuesta solo necesitaba decirle que la queria, que escuchara sus sinceras palabras por una vez.

-Te quiero.

Adicción..Where stories live. Discover now