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Eran las dos de la mañana. Un quejido se escuchó salir de la habitación de Junkyu.

Rápidamente cubrió su boca con una de sus manos. Se supone que su padre no debería saber lo que estaban haciendo.

— ¿Te dolió mucho? — preguntó Haruto mientras limpiaba con sus pulgares algunas lágrimas que salían de los ojos de su novio.

Junkyu asintió — Si.

A Haruto no le gustaba ver llorar a Junkyu. Lo abrazó pegándolo a su pecho que se encontraba desnudo.

— ¿Debería dejar de hacerlo? — preguntó en voz baja.

— No digas eso Haru, me gusta tener tu marca. — respondió rápidamente Junkyu.

— Pero, no me gusta verte llorar por el dolor.

— Mientras Haru esté aquí conmigo, el dolor se quita rápido.

Haruto aún no podía creer que Junkyu y él fuesen novios.

Siempre pensó que estaría solo. Esperaba que Junkyu no lo dejara de querer, o al menos no ahora.

— ¿Estas listo para mañana? — preguntó Haru tratando así distraer a su novio y se le olvidara el dolor de su nueva marca.

— Estoy muy nervioso Haru, ¿y si no pasó el examen?

— Claro que pasarás, estuviste estudiando mucho. Además de que eres muy inteligente. — dejó un lindo besito en el cabello de Junkyu.

— ¿Tú no te sientes nervioso, Haru?

— Un poco. Nada fuera de lo normal.

Junkyu se acurrucó más a Haruto, escuchando claramente los latidos de su corazón.

El delta dejaba dulces caricias en su ondulado cabello, por lo que poco a poco se fue quedando dormido.

Poco duró dormido, pues despertó a las 7:30 de la mañana cuando su examen iniciaba a las 10 en punto. Pero por culpa de sus nervios, había despertado temprano.

Levantó su rostro hasta que su mirada se encontró con el hermoso rostro de su novio. Hace mucho tiempo que no pasaban tiempo a solas. De hecho, su marca había durado casi tres meses cicatrizada. Tres meses donde no sentir a Haruto hacía sentirlo desanimado a él y a su omega.

Aunque bueno, ya podían pasar un poco más de tiempo juntos... hasta que entraran a la universidad, ahí se volvería todo más complicado para ambos. Desde que sus facultades estaban totalmente separadas hasta la diferencia de horarios y la entrega de tareas.

Solo esperaba que Haruto no encontrara a alguien más.

Lo amaba demasiado, Haruto era como el oxígeno que necesitaba para vivir.

Nunca se había enamorado así antes.

Abrazó más al delta. Pronto, sintió como los brazos contrarios correspondían su abrazo.

— Kyu, ¿qué sucede? —  preguntó Haruto con su voz ronca.

El omega de Junkyu tembló al escuchar al delta. Le encantaba.

— Estaba pensando en el examen. — mintió. Aunque bueno, no del todo.

— ¿Estas seguro? — insistió Haruto. Junkyu suspiró rendido.

— Estaba pensando en que si llegásemos a pasar el examen de admisión y entramos a la universidad, ya no pasaremos mucho tiempo juntos.

Haruto besó la frente de Junkyu antes de hablar — Claro que podemos pasar tiempo juntos, yo no puedo vivir sin ver a Kyu.

🍒Delta (Harukyu)Where stories live. Discover now