Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 2

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María Stark se encontraba tocando una hermosa melodía y una pequeña Meghan de tres años correteaba a su alrededor.

Se puso de pie y cargó a la pequeña Meghan, dándole un beso y abrazo tierno.

— Tony, cariño, despierta, despídete de tu padre — mencionó Maria mientras le pasaba a la pequeña a su esposo.

— ¿Quien es el vagabundo en el sillón? — preguntó burlón a la pequeña quien carcajeó.

— Papi, es Tony, estoy muy feliz que esté en casa.

— Que lindo es estar en casa para navidad — respondió sarcástico Tony — solo Meghan se pone feliz de verme...

— Howard, se gentil, está volviendo de la universidad — pidió amablemente Maria.

Meghan corrió a donde se encontraban sus juguetes, ajena a la discusión que estaba por formarse.

— ¿De verdad? ¿era linda la extranjera? ¿Recuerdas su nombre? — preguntó sarcástico el señor Stark.

— Candice.

— Haz algo por mi, cuida bien de tu hermana e intenta no incendiar la casa hasta el lunes que volvamos — suplicó Howard.

— No tienes que pedirme que cuide de Meghan — respondió Tony — es a la única que extraño cuando estoy en la universidad.

— Me cuesta creerlo — contradijo Howard — este es el único tiempo que pasarás con ella a solas, hasta que no seas una buena influencia para ella...

Tony sonrió fingido. Le dolió.

— ¿A donde van, papi? — preguntó Meghan desde su lugar.

Volaré con mami a unas vacaciones a las Bahamas — respondió con ternura a su hija.

— Necesito que te portes bien, cielo, Tony cuidará de ti — menciono Maria sonriendo.

— Siempre me porto bien.

— Diviértete mamá, porque es obvio que harán una parada en el pentágono — informó Tony con su peculiar sentido del humor — escuché que el menú de la cafetería es magnífico.

Howard lo miro con los ojos entrecerrados.

— Escuché que el sarcasmo es una medida potencial — mencionó Howard — de ser cierto serás un gran hombre. Yo llevo el equipaje, cariño.

Howard se acercó y depositó un tierno beso en la cabeza de Meghan.

— Te quiero, papi.

— Yo te amo mucho, preciosa.

— Es bueno ver qué por lo menos con Meghan es un padre amoroso — susurró apenas audible.

Howard tomó el equipaje de María y salió del salón dejando a Tony y su esposa solos.

— El te ama y te extraña mas de lo que Meghan lo hace cuando no estás aquí — confesó Maria mirando a su hijo — y aunque no lo admitas tu igual nos vas a extrañar.

Tony suspiro rodando los ojos.

— Dile a tu papá lo que sientes, puede que mañana sea tarde.

Tony se quedó mirando a su madre, para después soltar un gran suspiro.

— Te quiero, papá. Cuidaré siempre de mi hermana, lo prometo — mencionó Stark — se que hiciste lo que pudiste.

S T A YOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz