Muchos me llaman fría, otros débil, pero quien realmente soy solo lo sé yo. Para muchos soy esa chica fría que no cree en el amor, que vive la vida por vivirla, que no le importa más nada que ella. No soy de las que soñaba cuando pequeña con un príncipe azul. Soy de las que se creen physicologas sin título, de las que piensan encontrarse con ese chico que no cree en el amor pero enamora locamente de ella como Hardin y Tessa. Nunca he soñado con un amor perfecto, sueño con un amor donde los dos crezcan juntos, donde empiezan como adolescentes y juntos se convierten en hombres y mujeres. No soy de las que quiere ir a una fiesta y besarse con dos o tres, de las que solo piensan en acostarse con cualquiera en menos de 3 días de conocerlo sin importar después como se expresen de ella. Soy de las cree en el amor de antes, ese amor difícil de encontrar pero no imposible, de las que prefieren ver películas o ir al cine, sentarme en la hierba mirando el cielo y hablar de la vida como sino hubiera un mañana. En mi generación eso es raro o seré muy madura para lo que hoy en día la mayoría quieren pero eso es lo que en verdad siente mi corazón. Hay momentos en nuestras vidas donde cambiamos lo que somos para supuestamente encajar con el resto, miento si digo que no lo he hecho pero he aprendido a no cambiar por nadie a demostrar siempre como soy, porque la persona que de verdad te quiera te va amar por ti esencia cada quien es único y eso es lo que hace que alguien se enamore de ti. Vivimos en una sociedad que durar con alguien más de un mes es una meta para la relación porque vivimos donde el que hace daño es el que gana, donde te encuentras con personas que te dicen un "te quiero" al oído y por atrás juegan contigo, donde te encuentras a los que se hicieron mejores amigos en un día, los que te dicen "aquí siempre estare" pero por atrás son tus mismos enemigos. Existen los que juzgan sin saber, donde para que una relación funcione tienes que estar con un mayor porque son los maduros, y uno puede conocer un niño a los 25 y un hombre a los 18 porque la edad es solo un número. La vida es como leer un libro siempre vas aprender algo nuevo, vas a pasar momentos malos y buenos. Muchas personas te romperán y otras intentarán hacerlo pero tú decides si te levantas o sigues roto. Hay cicatrices que son para siempre que ni el tiempo las borras pero después de la tormenta llega la calma y es donde llega alguien a tu vida a darte luz, a curarte las heridas del pasado, a secarte las lágrimas y llegan a tu vida para que veas que todo pasa por algo.
