20

183 33 0
                                    


Junkyu movía constantemente una paleta de cereza, posada en sus labios, mientras que jugaba uno de sus tantos juegos de batalla. La música de "win" sonó, provocando que el menor se estirara en la amplia cama del mayor.

—Kyu, a este paso solo vas a quedar con tus ojos cuadrados por usar tanto esa consola — reprochó levemente el castaño.

—Ni que fueras mi mamá — respondió, rodando los ojos y sentándose frente a Jihoon, uno muy indignado, aunque rápidamente Junkyu cambió su expresión — ¿Crees que esté correcto lo que hize?

—¿De qué hablas, pequeño?

El menor chasqueó su lengua, mirando con profundidad los orbes contrarios. Junkyu no solía ser alguien agresivo, pero perfectamente podía verse imponente y serio cuando algo lo ameritaba.

—Sabes de que hablo, no, de quién hablo — corrigió.

—Oh, sí lo sé, ups, mentí — el menor sonrió, sabiendo que Jihoon no era para nada tonto, pero sus mentiras duraban poco, al menos frente a Junkyu era así — Yo...creo que está bien, siempre y cuando tengas claro lo que harás.

—Oh, supongo que sí lo sé — respondió, pero eso también era una mentira, porque había extrañado tanto la compañía del contrario, que comenzaba a confundirse, de nuevo.

Sí, porque Junkyu era sumamente indeciso, incluso, para escoger una lapicera.

Un leve golpe llegó a su cabeza. Alzó la mirada, encontrándose con un castaño de ceño fruncido, mirándolo con enojo y labios en línea.

—¿Acaso eres tonto? — preguntó enfurecido — Tu sabes perfectamente que no es así, estoy seguro que cuando llegues a casa, te pondrás como loco a buscar respuestas a tus dudas en internet. No estoy de adorno, se "supone" que soy tu amigo, si necesitas ayuda pídela, tonto.

—¿Me llamaste tonto? — preguntó con una aguda y fingida voz.

—Si, te dije tonto porque lo eres.

Junkyu lo miró un poco más, abriendo su boca para responder, pero finalmente bajó la mirada, sonriendo apenado y confundido.

El pelirrojo podía lucir como alguien alegre y muy confiado, pero solía guardarse muchas cosas para pensar consigo mismo en su cueva metálica, probablemente, durante horas.

—Está bien, no sé que hacer, supongo que el japónes feo me gustaba lo suficiente como para ir como perro detrás de él.

—Yo creo que es más al revés — dijo Jihoon curioso, el cual había rápidamente analizado cada movimiento que hacía el rubio. Podría perfectamente ser un buen detective, o bien, un asesino en serie si alguien le hacia algo malo al menor.

—No lo creo, aunque siento que ahora tiene más interés, siento que es...¿mutuo? — dijo lo último en casi un hilo de voz, pero Jihoon ya era un especialista en escuchar hasta los insultos silenciosos que le lanzaban.

—Yo también creo que el teñido siente algo por ti, cuando me acerco, me mira como si me quisiera romper todos mis huesos, pero luego te mira y sonríe triste como perro abandonado.

Los ojos del menor brillaron, sintiendo un remolino en su interior, pero uno de felicidad.

No había que cantar victoria tan rápido, pero en un rincón de su corazón, tenía esperanzas de que Haruto le dijera lo mucho que lo quiere y que deseaba darle muchos besitos en el rostro, aunque lo último sonaba poco real.

—Haruto me gusta mucho, pero...¿Y si vuelve a decir algo hiriente?, me dolió cuando escuché lo que dijo con Hyunsuk, no quiero tener que escuchar algo así de nuevo — su voz sonaba asustada y triste, porque realmente le había dolido.

A pesar de intentar parecer como si le importara un pimiento, solía ser todo lo contrario. Tenía la esperanza de que Haruto solo haya dicho esas cosas feas por un enojo momentáneo, quizá por un impulso o algo así, pero no quería ni imaginar si Haruto realmente había pensado así de él. Su corazón era frágil y por más que intentara no salir dañado, sentía como si el mundo lo hiciera a propósito , por lo que solamente le quedaba intentar decidir lo que sería correcto.

Un suave golpe llegó a su cabeza, desconcentrándolo de sus miles de pensamientos que no llegaban a nada.

—No pienses tanto, que te confundirás, pequeño.

—Oh, lo sé, pero tengo miedo — dijo en un tono suave, que mostraba un pequeño temor en su voz.

—Está bien, Kyu, no siempre debes ser fuerte, está bien tener momentos de debilidad — dijo mientras rodeaba con sus brazos al menor, acurrucándolo en su pecho.

—Me gusta mucho Haruto, pero no quiero salir dañado de allí, sé que no lo podría soportar, o al menos, sería algo difícil de poder superar, aún más, porque ambos trabajamos en esa obra — se acomodó y suspiró — El amor apesta, hyung.

Jihoon rió, acariciando las hebras rojizas del menor. Sentía un poco de pena al ver a su pequeño en ese estado. Él sabía perfectamente lo difícil que era a veces el amor, aunque su caso había sido algo más diferente, pero de todas formas lo quería ayudar.

—A veces, debemos pensar con el corazón y no tanto con el cerebro, si te gusta y vez que es mutuo, intenta luchar por él. Aunque deberías aclarar las cosas con Haruto, para que así no queden dudas entre ustedes.

El menor asintió, mirándolo determinado y con confianza suficiente. Mañana tomarían las medidas para los trajes, por lo que sería el momento perfecto para ir a algún lugar y hablar, así por fin se aclararía la situación.

Sus manos se dirigieron a la paleta, tomando el palillo y moviéndolo de un lado a otro dentro de su boca, al ritmo al que sonaba la música del juego que seguía sonando en su consola, la cuál no era para nada pacífica y a Jihoon ya le llegaba a doler de tan solo escuchar como el menor se pegaba el dulce con sus dientes.

—Ya para, mocoso tonto — dijo quitándole, casi de manera inmediata, uno de los tantos dulces que adoraba comer Junkyu y probablemente, gastaba más de la mitad de su mesada en ellos.

—Jihoon hyung es un gruñón — dijo en un tono fingido y lo miró apenado, pero rápidamente sacó la lengua, obteniendo una mirada ofendida de parte del castaño.

—Ven aquí, niño travieso — ambos comenzaron a correr, pero el mayor rápidamente se lanzó sobre el contrario a hacerle cosquillas.

Junkyu y Jihoon reían alegres, algo que también causaba tranquilidad en el pelirrojo. Haber hablado con Jihoon si que había sido útil, quizá más de lo que pensó.

Supuso que tener amigos Como el, realmente valía la pena.

Casillero🍇 Harukyu (Adaptación)Where stories live. Discover now