01. El Alfa Del Antifaz

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En una ciudad algo lejana de la capital había un restaurante conocido como "Xiao Mo", lugar famoso por los tan inusuales betas pelirrojos que tenían un don innegable para la cocina. Pero ahora mismo, a manos de unos alfas desconocidos, el lugar estaba casi totalmente destrozado.

El clan de alfas Shu era famoso a voz callada por sus casinos de subastas y el comercio de personas. No sólo se trataba de omega y betas sino incluso de alfas dominantes que, con sus sucias trampas y artimañas, lograban atraer hasta sedarlos. Este era uno de esos tan horriblemente comentados casos donde una familia, inocente o no, se veía involucrada.

Mo Guan Shan junto con su familia fue tomada como esclavos para subastar ese martes de luna llena a Alfas y Omegas ambrientos, una subasta de las cuales más disfrutaba la asquerosa gente de la alta sociedad por sus tan peculiares "productos" y La familia Mo era, sin duda, un especial caso de betas pelirrojos de ojos escarlata y su inconfundible olor a cocina que fascina a muchos fetichistas.

-venderemos a los padres primero pero, a este chico de aquí lo dejaremos al final, los vírgenes valen mucho más- dijo sonriendo uno de los organizadores de la subasta mientras miraba a Mo con ojos llenos de lujuria dejando salir inconscientemente sus feromonas para atraerlo, olvidando que en un beta no tienen efecto al menos, que seas un dominante, y este tipo no lo era ni por asomo.

-pudrete bastardo... Cof... -escupió Guan Shan antes de recibir una patada en el estómago. Odiaba sentirse así de impotente otra vez, ahora estaban tirados en un lugar oscuro con poca luz artificial gracias a un pequeña deuda de su padre que fue tomada como escusa para traerlos a este maldito casino.

-¡Mo Guan Shan! No los provoques.... Por favor.

Rogó su madre haciéndole sentir una punzada de dolor en el pecho al verla en tan mal estado.

-hijos de... Suelten a mi madre...

-Mo...

Sollozando su madre intentó tomarlo de la mano para calmarlo pero alguien se la aplastó con su zapato para impedirlo mientras los demás reían a carcajadas.

-vayan acostumbrándose a estar separados Jajajaja... ¿Uh?

De repente se escucharon unos ruidos en la parte alta pero no le dieron mucha importancia, cosa que sin duda debieron hacer.

-¡Malditos bastardos los voy a matar! - gritó furioso el pequeño pelirrojo de tan sólo quince años.

Hace unas horas que habían dejado a su padre tirado en la tienda para ser presa de la policía, los odiaba con toda su alma, a cada maldito alfa de ese lugar. Pensando esto estaba cuando se escucharon unos pasos seguido de disparos acercándose. De seguro era uno de estos tantos bastardos que tanto odiaba, muy poca gente era peor que esta basura de las calles.

Pero para Guan Shan había una persona mucho peor, She Li. Era a She Li a quien le debían dinero y la traición de este, ya despreciable ser, le caló hondo cuando hizo la llamada a la policía para que arrestaran a su padre.

—Kahahahaha escuchen a esta perra loca gritar!...

Gritó uno de los bastardos para llamar la atención de todos los presentes que al igual que él, se reían a carcajadas de la lamentable imagen del pelirrojo en el suelo.

Estaban sumidos en su risa asquerosa mientras llenaban el aire con su tan desagradable olor a feromonas podridas y llenas de lujuria, que tarde se dieron cuenta del leve sonido de unas pisadas acercándose. No pararon de reír sino cuando uno de ellos cayó al suelo con una bala en la frente, todos guardaron silencio entonces, mientras que unas firmes pisadas y un aura dominante hacían notar a aquel hombre que infringia miedo sin tener que usar sus feromonas.

—Jaja He Tian, matalos.

Ordenó aquel hombre con un aura aterradora al más joven de los tres mientras miraban desde arriba con desprecio a los bastardos que ahora estaban mudos del shock, Mo Guan Shan, aún en el suelo, miró hacia arriba intentando ver a los ojos de aquellos malditos alfas que parecían haberlo ayudado pero, que le daban más miedo que esas cucarachas que los habían golpeado.

—tsk, no me des órdenes—dijo dejando que los otros dos pasarán sin detenerse siquiera a mirar a los pelirrojos en el suelo. Con una sola arma eliminó a los otros tres bastardos sin darles tiempo de salir de su aturdimiento, agachandose a la altura del pelirrojo. —Shh, ahora todo va a estar bi....

Susurró causándole un escalofríos a la señora pelirroja y a su hijo. Un hombre que indudablemente era un alfa dominante estaba limpiando la sangre en el rostro del más joven... sonriendo, con ese antifaz que sólo dejaban ver unas pequeñas ranuras em forma de luna creciente en los ojos, dejando ver una sonrisa que en otra situación hubiese sido tranquilizadora pero que ahora mismo les infundia el más puro terror.
Más estos no pudieron escuchar la frase completa antes de que el peliblanco, quien salió por detrás en silencio, apuñalara el antifaz del menor de los He.

—Ja! Desde cuando las prostitutas trabajan para el clan Shu? ¡Alfa bastardo!

Se lanzó hacía el peliblanco sádico que había vendido al hermano Qiu y Xixi, y también, aunque este hecho el He lo desconocía, a los pelirrojos que estaban tirados en el suelo.

—sólo viniste por el Omega de tu amigo, deja a esos dos aquí, son mercancía vendida.

Contestó el otro obsecionado con los betas pelirrojos, sobre todo con el joven Mo, a quien por sobre todas las cosas deseaba ver sufrir. Al notar su rostro ansioso He Tian empujó a los betas dentro de una celda y cerró la puerta tras hacerlo, dejando en esos pocos segundos una abertura para que el peliblanco logrará herirlo y quitarle el antifaz.

—... Lo sabía, son los He.

El peliblanco sintió un escalofríos recorrrerle el cuerpo cuando el He, muy enojado, dejó salir sus feromonas dominantes y se acercó a él. Odiaba más que nunca a los dominantes pues incluso él, siendo un alfa de clase alta, se veía inmovilizado por esa grande aura asesina y olor amenazante.
Sintió una bala atravesarle el estómago antes de desplomarse, toda la noche anterior había peleado con el omega de He Cheng y se veía, más que nunca, afectado por el olor dominante del contrario. Al menos logró poner veneno en el cuchillo que hirió al He, si Mo no era para él mucho menos seria para un alfa como He Tian.

—¿están bien? —preguntó dándose la vuelta para abrir la puerta de la celda para esclavos con la llave que le arrebató a uno de los bastardos de hace un momento.

Al mirar arriba Mo pudo por fin, verle el rostro al alfa dueño de esa aura asesina de minutos atrás, y en el instante en que sus ojos se toparon algo hizo click en ambos y encendió sus celos. Pero este calor que lo sobrecogio dejó al He en el suelo tirado, tal parece que el repentino celo causado por este beta que se reveló omega, había acelerado el efecto del veneno.

—¿Guan Shan? Hijo?... No será... ¡¿Un celo...?!

Rápidamente la madre de Mo cubrió a su hijo y fue en busca de uno de los alfas anteriores para poder salir de ahí con su hijo y también, para ayudar a ese alfa que los había salvado de ser subastados y violados.
Al pasar de unos minutos, que Guan Shan sintió como horas, regresó con el mayor de los He y salió con su hijo de allí sin decirle a los He la razón por la que su hijo se reveló omega, temiendo ser tomados por oportunistas y terminar en una situación peor.

Más tarde se supo que una fuerte fiebre, causada por un celo anticipado, había acelerado el veneno que dejó en coma al menor de los He por un mes. Y nadie habló más sobre aquél omega pelirrojo del restaurante.



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¡Hola! Últimamente he leído fics donde el principal antagonista es She Li así que decidí matarlo desde el inicio, Kahahahaha ¡asa!

La historia irá un poco lenta, y tal vez violenta, pero prometo que el desarrollo de la pareja se irá notando sin duda en casi todos los capítulos.

Este fue un capítulo con más de mil palabras pero a partir del siguiente habrá un salto de tres años.

Mo En La Cocina (TianShan) Where stories live. Discover now