.⋅ 𝐍𝐢𝐝𝐨 ⋅. - Volkacio (omegaverse)

Parte 6

Tema del Omegacember: "Nudo y Cuidados".

—¿Realmente estás seguro de eso?

—Recuerdo que una vez me dijiste que si quería cachorros sólo tenía que pedirlo.

Horacio rió contra los labios de Víktor mientras el agarre en su cintura se volvía más firme.

—Bueno, no quisiera recordarte todas las veces que me has implorado por darte mis cachorros. —Le dijo con un tono juguetón, dejando pequeños besos por su barbilla.

Percibió el aroma de Víktor volverse un poco más dulce, logrando que las notas de bayas sobresalieran por el aroma de su unión, el que había permanecido en ambos después de intercambiar sus marcas.

—Pero vamos a ver, Horacio. No es justo usar los celos en mi contra.

Se quejó, y para remarcar su molestia, apartó el rostro del otro, levantando la mirada para poner mayor distancia entre ambos.

Y aunque Horacio se rió de nuevo y continuó jugando con el omega, como estaba acostumbrado a hacer, la realidad era que un creciente miedo combinado con la emoción se hizo presente en su interior.

No era la primera vez que hablaban acerca de cachorros, pero las anteriores habían sido simples pláticas casuales acerca de cómo les gustaría criar a sus propios hijos, y esta vez Víktor había hecho el comentario de la nada cuando ambos terminaban su jornada laboral. No podían culparlo por el pequeño pánico que aquello le había dado.

El cual había aumentado cuando acordaron dejar de tomar sus supresores.

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—Espera.

La nube de lujuria que impregnada el momento se disipó levemente ante aquel llamado. El alfa paró todo lo que estaba haciendo para prestarle atención a su compañero.

—¿Qué pasó?

Víktor se acomodó el cabello en lo que Horacio interpretó como un gesto nervioso. Tomó las manos del omega entre las suyas para brindarle la seguridad que pensó necesitaba, besando con dulzura sus nudillos.

—¿Qué pasa, Vík? —Insistió.

El mayor conectó su mirada con la suya. Pudo notar los destellos rosas propios de la excitación, pero había algo más que eso reflejado en ellos.

—¿Realmente vamos a poder ser padres? —Masculló con volumen bajo, como si temiera incluso expresar su pensamiento.

Horacio suspiró, sabiendo entonces que sus propios miedos eran compartidos con su compañero. Sintió a su alfa inquietarse con la necesidad de llenar de marcas al omega para que se llenara de la seguridad que él pudiera proporcionarle.

Se recostó a su lado y acogió a Víktor entre sus brazos para luego repartir caricias por su cuerpo.

Y se sinceraron, ambos exponiendo sus miedos e inseguridades el uno con el otro como tantas otras veces, sabiendo que a pesar de la felicidad que podía significar para ambos, todavía conllevaba una responsabilidad que aprenderían a sobrellevar.

El omega de Víktor se tranquilizó considerablemente, sus miedos disminuyendo ante cada caricia y tratando de transmitir esa misma seguridad ahora que sabía que su alfa había estado teniendo pensamientos e inquietudes parecidos a los suyos.

Pronto el ambiente regresó a sentirse ligero y a la vez cargado del deseo y necesidad en uno y otro. Una vez disipada la incomodidad creada por la ansiedad había permitido que sus mentes se despejaran y sus cuerpos tomaran el protagónico de nuevo.

Gemidos, suspiros y jadeos llenaron la habitación, la tensión construyéndose en sus vientres conforme se acercaban a su clímax.

Víktor se deleitó con el destello amarillo en las pupilas de Horacio, pudiendo apreciar por completo su cuerpo desde la posición encima de él, sus caderas siendo sostenidas por el menor mientras el nudo crecía en su interior.

Tal vez aún faltarían intentos hasta lograrlo, pero estaba seguro de que podría sobrellevar la espera colmado del amor de su alfa.