«No me jodas» Pensé poniéndome la toalla y ir tras ella.

Actualidad.

Estaba buscando a mi papá, necesitaba hablar con él sobre las gemelas Linares. Las dos me iban a volver loca y si no les ponía un alto me iba a pegar un tiro.

«Eso te pasa por calenturienta» Esa estúpida vocecita en mi mente me reprochaba el haberme acostado con Rebeca.

— Maldita la hora en que me acosté con esa loca.— Murmuré sobando mis sienes con mis dedos.

—¿Adónde con esa cara de culo?— Giré mi cuerpo y me encontré con Irina, rodé los ojos.

— No molestes, me encontré con la loca de Renata y me hizo una escenita.— Respondí poniendo mis brazos cómo jarras, Irina rió.

—¿Soy yo o esas gemelas tienen algo contigo?— Inquirió dudosa, reí sarcástica.

—¿Sabes dónde está papá?— Pregunté a mi mejor amiga, ella hizo una mueca.

— Está con ya sabes quién.— Contestó apuntando el pasillo que daba a la oficina de papá con su cabeza.

—¿Qué? ¿Cuando volvió?— Repliqué tragando grueso, Irina se encogió de hombros.

— No lo sé, creo que no es buena idea de que entres a su oficina.— Mencionó posando una mano en mi hombro, miré al suelo.

— Iri, ha pasado mucho tiempo ya.— Murmuré en un suspiro, Irina me vió con pena.

— A pesar de los años, aún lo recuerda.— Me contestó mi mejor amiga, suspiré.

— Fue mi culpa después de todo.— Respondí apretando mis puños, negué con mi cabeza.

— Calle, no-

— Olvídalo.— Corté tajante, apretando la mandibula.— Te veo al rato.— Me despedí de mi mejor amiga.

Di media vuelta y salí lejos de la oficina de papá, necesitaba aire. Me sentía tan cansada de sentirme culpable por lo que pasó.

Pero no podía tener paz, no cuando yo tuve la culpa de lo que pasó.

Pov Poché.

Llevé el trozo de pollo a mi boca sintiendo la explosión de sabores en mi boca, tenía tanta hambre y comer pollito me hacía feliz. Miré al frente y Valentina me quedaba viendo raro limpiando vasos de vidrio.

—¿Qué? ¿Te debo?— Pregunté burlona, mi hermana rodó los ojos.

— Me saliste comediante. ¿Te la metió un payaso hoy?— Arrojó dándose la vuelta y colocar el vaso limpio con los otros, reí comiendo.

—¿Dónde está Irina?— Inquirí curiosa, tragando el bocado en mi boca. Irina siempre estaba en la barra.

— No lo sé, se fue a hacer algo y no ha vuelto.— Mi hermana se encogió de hombros, imité su acción comiendo.

Valentina siguió limpiando los vasos, mientras yo terminaba mi almuerzo, estaba tomando mi jugo de melón cuando alguien se posó a mi lado.

— Hola. ¿Me das una piña colada por favor?— Giré mi rostro y rodé los ojos.

— Enseguida.— Respondió mi hermana, frunciendo el ceño al ver mi reacción.

—¿Tú eres Poché, cierto?— Preguntó Rebeca a mi lado, alcé una ceja.

— La misma a la que le echaste vino encima.— Respondí tajante, Rebeca abrió sus ojos cómo platos.

—¿Disculpa qué? Espera...— Se quedó pensativa unos segundos, fruncí mi ceño viendo a Valentina.

La lista || TerminadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora