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El pasado es algo que nadie desea recordar, pero ¿Si es el pasado quién te recuerda a ti? Curioso, pero real. Pues por más que lo escondas este siempre estará ahí y ellos lo sabían.
Demasiado jóvenes para pelear una guerra, pero demasiado mayores para poder huir de su destino. Destino que firmaron al nacer.
Cientos de experimentos y pruebas fueron suficientes para lograr lo impensable, evadir la muerte. No era la primera vez que el ser humano jugaba a ser Dios, pero sí la primera vez que funcionaba.
Los seis conocían su final, la muerte, pero no su inicio. No existían recuerdos, y tampoco se molestaban en buscarlos, por qué no importaba lo que hicieran, estaban destinados a terminar como ellos.
Cada entrenamiento era peor que el anterior y cada experimento los agotaba más de lo debido, mismo que se notaba pues; solo eran niños con padres que cometieron errores, demasiados errores.
||—Te vamos a proteger así sea lo último que hagamos, ¿Entiendes? —Murmuró el castaño antes de aquella explosión. —Ahora necesito que corras, Vape irá contigo y te veremos allá; estaré con los gemelos.
Las pisadas eran anotadas por el sonido de las hojas en la profundidad de aquel bosque, que con su oscuridad se encargaba de mantener en anonimato al autor del ruido.
Ahí se encontraba hundida en lo más frondoso del camino, una joven que observaba a todos lados para no ser acorralada, hasta que una mano conocida la tomó desprevenida haciéndola jadear de miedo ante la sorpresa.
—¿Estás bien, Lia?
—Si Vape, pero debemos volver; ellos me necesitan, aún no controlan sus poderes, no van a poder solos.
—Necesitas despertar.
—¿Qué? ¿Despertar? Deja de jugar Vape -La confusión era notoria en sus palabras, conocía ese significado.
—Te amo.||
El ruido se filtraba por la ventana a su lado, maldiciendo cientos de veces por aquella interrupción, se levantó para investigar el autor de aquel sonido. Una vez en la ventana su sorpresa fue mayor, pues quién la había despertado era una pequeña lechuza que tenía un sobre en el pico, algo confundida abrió la ventana dejando pasar al pequeño animal que se posó sobre la cabecera de la cama.
Con algo de cautela se acercó al ave para tomar aquel sobre, una vez hecho se dirigió al baño para servir un tazón con agua para el animal.
—Agradece que Tini está en Wakanda, no le gusta compartir. —masculló mientras asentaba el vaso en el escritorio.
Analizando una vez más el sobre pudo notar algo peculiar en el, la dirección.
Lia Stark, tercer habitación del segundo piso. Torre Stark, New York.
Algo curiosa decidió abrir la carta, hasta que una voz interrumpió por completo aquella tensión.
—A desayunar.
Rodando los ojos se limito a corear el tan común "Ya voy" de todos los días.
Era muy curioso que aquel pequeño detalle, cambiaría en su totalidad la rutina de este equipo...
───── Aclaraciones ─────
-Historia original +18. -En algunos capítulos habrá contenido explícito, drogas, alcohol, juegos sexuales, BDSM, body shaming, etc. SI ERES SENSIBLE TE RECOMIENDO NO LEER -Todos los personajes en esta historia son mayores de edad -Espero disfruten mucho la historia, besos <3.
