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CALLIOPE.

Kaz y Callie estaban cerca del Quinto Puerto. Kaz había llevado a la castaña a ver el hermoso cielo estrellado desde la orilla del mar. Ketterdam podría ser un basurero, pero la vista del cielo desde ahí era maravillosa. Calliope miraba con una enorme sonrisa en el rostro.

Calliope: Anda Kaz, siéntate un rato, la noche es joven -dijo, y palmeó a su lado.

Kaz dudó unos segundos, pero después aceptó. Se sentó a su lado, manteniendo una distancia prudente entre ellos. A estas alturas la chica Inferni ya sabía de la aberración al contacto físico que tenía el ojiazul, no conocía sus razones pero las respetaba.

Calliope: Escaparme para ver los atardeceres era uno de mis pasatiempos favoritos, solía meterme en problemas por eso pero valía la pena si lograba ver la puesta del sol, y luego pasaba horas en la ventana viendo las estrellas -dijo, sin despegar su mirada del cielo,

Kaz: Las vistas del cielo son lo único decente que podrás encontrar en Ketterdam, eso si puedes considerar en algo decente este asqueroso lugar.

Calliope: Es perfecto, Kaz. Gracias por traerme -lo miro y sonrío.

Brekker se limitó a asentir y ambos quedaron en silencio durante un par de largos minutos. Pero no era para nada incómodo, disfrutaban la compañía del otro mientras contemplaban el hermoso cielo estrellado. Calliope fue la primera en hablar.

Calliope: Kaz -el chico la miró-, ¿alguna vez te has enamorado o, tal vez, sentido atraído por alguien?

Si la pregunta lo tomó por sorpresa no hubo rastro de eso en su rostro, simplemente levantó una ceja.

Kaz: Nunca -negó-. ¿Tú sí?

Calliope: Enamorado nunca, pero si hubo dos chicos alguna vez que llamaron mi atención.

Kaz: Adivinaré, ¿Arek? -dijo, mostrando un leve tono de diversión en su voz.

Calliope: No me juzgues, yo tenía como 10 años y él era mi primer amigo -soltó una leve risita-, y luego entendí que prefería tenerlo a mi lado como mi mejor amigo y no de otro modo.

Kaz: Muy cliché, si me lo preguntas -la miro-. ¿Y el otro chico?

Calliope: Un amigo, del lugar donde vivía antes -dudó un momento y luego continúo-. Fedyor, teníamos 12 y comenzamos a pasar mucho tiempo juntos, pero él no me veía igual. Era muy tonta en aquel entonces.

La castaña ni siquiera sabía porque estaba hablando de eso, solía ser reservada en ese tipo de temas pero, por alguna razón que aún no comprendía, se sentía cómoda con el chico a su lado. La hacía sentir segura de formas que nunca había sentido y que, tiempo después, se arrepentiría de sentir.

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Calliope salió por fin de su cabeza para poner atención a su realidad. No sabía porque ese recuerdo de ella y Kaz hace unos años atrás había aparecido justo ahora, pero trataría de borrarlo de su memoria como fuera posible.

Los Cuervos viajaban abordo de un carruaje, acompañados por Arken, rumbo a Novokribirsk en Ravka Occidental.

Kaz: No te contraté sólo para llevarnos al otro lado de la Sombra -le dijo a Arken-, te encargas de sacar a Grishas del Pequeño Palacio y ahí se encuentra nuestro objetivo.

¿De verdad Kaz iba a confiar en el nuevo para el trabajo del millón?, pensó la Inferni, pero si en algo Kaz Brekker era excelente, esos eran los planes difíciles. Siempre conseguía lo que quería.

Phoenix (Kaz Brekker & Calliope Waldorf)Where stories live. Discover now