Capítulo dos

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Narrador.-

Goth había sido envuelto en su propia sombra que creció hasta consumir su figura y una vez desapareció, se fue del lugar donde se encontraba, a sus padres no les molestaría, ya estaban acostumbrados a que saliera por ahí y siendo que ahora tenía una misión particular no les debería ser una sorpresa, pero nada de eso pasaba por su mente, pues ahora mismo su preocupación era aquella pobre alma a la que dejo en un limbo solitario, donde ni siquiera el sonido llegaba. Recordaba vagamente haber sido castigado dentro de ese lugar cuando hacia algo realmente malo, pero si para él aquello era malo por tan corta cantidad de tiempo, no quería pensar los estragos que le haría a la mente de un mortal. 

Busco rápidamente con su ojo normal si podía ver al mortal, pero al no encontrarlo uso su otro ojo, el cual poseía la habilidad que su padre y su tío tenían en ambos, buscar con algún tipo de clarividencia a las almas que ya no están en un cuerpo físico. Lo encontró hecho un ovillo, aparentemente intentando dormir, las almas no pueden dormir. Se acercó lentamente, intentando estar tranquilo y no ser muy amenazante. -Uhm...

El humano se sobresalto al escucharlo, aunque fuera un sonido muy pequeño y sutil, ya que en aquel limbo nulo de cualquier sonido, cualquier pequeño sonido resonaría, rápidamente se levanto y se giró a verlo, su mirada tenía una emoción que Goth nunca había visto antes, se veía vacía. - Uh...

-Volviste... ¡V-volviste, dios, volviste...! - Exclamó el mortal mientras corría frente a él, está vez sus ojos brillaban con una emoción que al dios le parecía que había visto antes en algún lado.- ¿Q-qué?

El humano se detuvo frente a él, quizá lo que más le sorprendía era que no le temía, eso si que era algo que no le había pasado antes, en lo absoluto. - Ah, lo siento, lo siento, solo...

Goth aun miraba sorprendido al humano, pero en parte al final comprendió lo que quería decir, simplemente tenía emoción al por fin ver a otro ser vivo después de quien sabe cuanto tiempo, el joven dios se sentía culpable por haberlo dejado en este tipo de lugar, pero realmente no sabía que decirle ¿debía disculparse? ¿debía simplemente hablar con él? Para su suerte el humano volvió a hablar.- Espera, ¿a qué has venido...? ¡¿vas a llevarme al inframundo?!

Lo miró fijamente por unos segundos, intentando pensar en una respuesta, pero ya que las palabras no le venían a la mente y sentía como el humano se asustaba más y más termino por simplemente negar la cabeza sin decir nada. El humano suspiró aliviado. -¡Ya veo! 

Goth seguía pensando en que decirle. - Hey, ¿qué es eso? -Pregunto señalando las esferas de luz que lo seguían, eran partículas de magia de alma, básicamente eran residuos de la magia que contienen las almas humanas, la cual es magia que normalmente absorben al recoger almas, estás normalmente se le quedan pegadas, como si fueran polen, ya que no todas las partículas se absorben al momento.

Pero no estaba seguro de como explicárselo ya que no es muy bueno con las palabras, rara vez tiene que hablar con alguien que no sean sus padres u otros pocos dioses, eso era porque usualmente estaba ocupado con el trabajo de recoger almas, así que en el suelo de aquel lugar, que era como arena, dibujo una flor rodeada de pequeños puntos con líneas. - ¿Polen?

Goth asintió, entonces dibujo destellos. - ¿Luz?

El dios negó con la cabeza. - Uhm... ¡Oh, ya sé! ¿Magia? -Goth volvió a asentir y dibujo un signo de igual. - ¿La magia es como el polen?

"La magia de alma sí" fue lo que pensó asintiendo. -¡Eso es increíble! 

El mortal sonreía ampliamente, lo cual a él le seguía pareciendo extraño.

Goth decidió seguir usando la arena mientras a su vez hacia un dibujo de como se veía, ya que pensó que le sería útil, sobretodo porque sabía que más tarde debería hablar de este asunto con Ink y quería estar preparado, era por eso que se fijaba bien en sus rasgos. Aquel mortal tenía un largo y hermoso cabello dorado, que mantenía junto en una cola de caballo, probablemente por practicidad, tenía la piel blanquecina pero no realmente pálida y lo que más destacaba de su rostro eran sus ojos, que aunque se veían amarillentos conforme descendían se volvían de un color verde claro, eran un tipo de ojos que jamás había visto antes y pensó que tal vez se debía a su particularidad, ya que la única otra persona con un color de ojos peculiar que conocía era su mamá, quien solo tenía uno, pero que era de un color plateado casi blanco, ¿a eso se había referido su padre? ¿era este un rasgo de los humanos particulares?

-Apenas lo note pero... ¿tienes cuatro manos? - La voz del humano lo sacó de sus pensamientos, lo miró sin entender a que se refería por un segundo, entonces lo recordó. Volvió a señalar los destellos que había dibujado antes. - ¿Son mágicas?

Asintió, era algo muy útil, aunque apenas podía crear hasta cuatro manos, todos en su familia sabían hacer eso desde... ¿siempre?, no podía recordar desde cuando, aunque sabía que en algún momento lo aprendió de otra persona que no era ni sus padres ni su tío, pero nadie fuera de su familia sabía hacerlo, ¿quién...? - ¿Estás bien...?

Goth se sobresalto de nuevo, se negó a si mismo con la cabeza y después dibujo una cara feliz en la arena, el humano comprendió lo que decía. - ¿Por qué esas manos tienen un agujero, por cierto?

El dios lo pensó por un momento, ¿había una razón para eso? Alzó los hombros. El humano rió. - ¡Entonces ni siquiera los dioses lo saben todo!

Goth lo miró fijamente por un momento y entonces también rió, le recordó a la primera vez que sus padres no pudieron responderle una pregunta, aquello sin embargo sorprendió al mortal. -¡¿Puedes hacer sonido?!

-¡Claro que puedo! - Respondió en cuanto dejo de reír para la sorpresa del mortal. - ¡No entiendo nada entonces!

La joven deidad entendió a que se refería, pero esta vez no se detuvo a pensar en lo que decir. - Lo siento, no soy bueno con las palabras.

El mortal lo observó fijamente por un momento y entonces volvió a reír, la sonrisa de aquel mortal también le parecía diferente a todas las que hubiera visto antes, no había visto sonreír a muchos humanos pero aquella era incluso diferente a la de los dioses, quienes de hecho suelen sonreír muy seguido. - ¡Eso está bien, está bien!

Goth sonrío de forma tranquila ante la respuesta, aquel humano le agradaba. - Pero si puedes, creo que sería más fácil hablar.

-Lo intentaré. - Afirmó, asintiendo con la cabeza, se dio cuenta entonces que el retrato que sus otras dos manos hacían ya casi estaba terminado, pero eso también hizo que notara que olvido una de las cosas más importantes. - Esto... ¿cuál es tu nombre?

-¿Mi nombre? - El humano se veía algo confundido respecto a la pregunta, entonces fue que Goth notó como la larga tela que salía de la ropa de aquel mortal se parecía desvanecer a negro, por lo que rápidamente y entrando un poco en pánico se levanto. - ¡E-espera un momento por favor!

El mortal lo miró confundido mientras Goth de nuevo era absorbido por su propia sombra.

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Bien, ¡tercer capítulo completo! 

Solo son ellos dos hablando pero así vamos a ir por un tiempo(?

Goth es antisocial, pero no lo culpo(?

Bye, bye!



Amor Por Bendición (Poth)Where stories live. Discover now